Escapar

<b>Escapar</b>
El 27 de enero de 1979 tu sangre y la lluvia mojaron nuestra acera

27 abril 2008

La ética del hormigón



Cuando uno repasa el inmediato pasado de la política española tropieza, de bruces y sin otro remedio, con la irresponsable y desleal gestión zapaterina en materia terrorista. Alguno replicará diciendo que mira, que ha vuelto a ganar las elecciones. Cierto, pero la realidad no es negociable ni se somete a escrutinio. Tiene la terca costumbre de ser, sin más. Otra cosa es que nos refugiemos en el perezoso argumento de que nos mienten por nuestro bien, como si fuéramos súbditos y no ciudadanos. Peligroso camino. España se merece un gobierno que no le mienta ¿o no?
Ya saben que PNV y PSE andan vistiendo el muñeco, presentado mociones llamadas éticas en Hernani y Mondragón con el nominal y patético objetivo de que la Eta se autoflagele, por mala. Cuánta delicadeza con esa gentuza. En la rueda de prensa tras el último consejo de ministros, la vicepresidenta doña María Teresa llamó indignos a los concejales que no apoyaron las citadas mociones éticas. E incluyó entre los indignos a quienes de siempre abogan por echar a la Eta que pasta en las instituciones, ZP mediante. Y lo dijo sobrada y sin sonrojo nuestra vice. Oiga, que a cualquiera se le ocurre que indigno será el que permitió la llegada de ANV a las instituciones. No la concejala del PP, Lamarain, que en su día ya presentó texto parecido en Mondragón, a lo que el digno PSE respondió con un estruendoso mutis por el foro. ¿A qué jugaban con aquello de dejar la foto de Carrasco en la sala de plenos sola en la votación, mejor dicho, dignamente acompañada por la concejala Lamarain? Indigno será quien negoció políticamente con Eta y abrió a Inocencia Galparsoro –anda que el nombrecico– el ayuntamiento de Mondragón. O a Mariné Pueyo la sala de plenos pamplonesa donde trabajó el asesinado Tomás Caballero. Indigno quien, después de todo eso y por oscuras convenencias, se le ocurre designar indignidades ajenas.
Qué cosa; los de las mociones éticas, los que ventilaban esos asuntos con la Eta, se presentan hoy como quienes más lejos mean. Bueno, entiéndanme, éticamente hablando. Compiten López y Urkullu a cuenta del tamaño de su ética. Lo más zafio es que estos profesores de ética calculada utilizan el concepto para negar la política, lo que se supone deben hacer. Déjense de monsergas. Frente al supuesto acuerdo político de que hay que sacar a la Eta de las instituciones, en lugar de afrontarlo, vienen a decirnos qué es ético o indigno y en función de su dictado, condenan o absuelven. Este problema de tapar vergüenzas y maniobras lo tienen entre los contertulios de Loyola, pero vaya cómo se las dan para endosárselo a otros. El sentido común manda presentar la moción de censura y punto pelota, que Lamarain les tiene dicho hace tiempo que cuenten con ella para desalojar a ANV en Mondragón. Pues no, que PNV y PSE siguen en un baile que a nadie explican. Y viene la desvergüenza de las mociones que ruegan a la Eta que se condene a sí misma. Y así, y que no se enfade Egibar montando follón en el PNV y nos jorobe el arbolico, y que tal y cual… y que nos toman por idiotas, vaya. Total, va para dos meses desde que enterramos a Isaías Carrasco y los éticos negociadores de Loyola nada han hecho para sacar a los matones del ayuntamiento, lugar donde ellos mismos los colocaron maniobrando con la fiscalía. Solución, la culpa es de Lamarain que no les baila el agua.
Y a todo esto ¿por qué no montaron este cirio tan ético cuando los amigos de la alcaldesa de Mondragón mataron a Fernando Trapero y Raúl Centeno? ¿No gobernaba ANV con apoyo de IU en Mondragón igualmente? Total, dos guardias civiles menos... Doloroso, a más de repugnante, este juego. Para nota lo de IU, que ejerce de limpiabotas de los matones. Encima el impresentable Madrazo, el del cargazo, tiene el rostro de decir que nadie les va a dar lecciones de democracia. La bajeza moral tiene un modelo perfecto en este personaje, que terminó en IU despues de no encontrar puesto de su gusto en alguna otra formación. Vamos, un tipo de lo más adecuado para perderlo de vista. Lo más chusco del asunto es que, en lo tocante a los de la ética calculada, tal vez lleve algo de razón. Y Llamazares otra joya. Pero al menos disimula un poquico estos días, vaya. Por lo demás, Mariano y los suyos siguen muy entretenidos con sus cosas.
Finalmente una sencilla explicación del título de la entrada: la faz de hormigón de quien practica la ética de quita y pon.