Escapar

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El 27 de enero de 1979 tu sangre y la lluvia mojaron nuestra acera

30 mayo 2010

Placas como coartadas - Navarra Confidencial, 02.06.2010


Desmontada la AVT el camino es más sencillo. Y es que ahora hasta las mismísimas víctimas representadas por unas cuantas que están acomodadas en la pomada, darán el ok. Estos días pululan noticias sobre alguna fundación, así como sobre el Consejo de Víctimas creado por el Gobierno Vasco, cuya composición acoge representantes de asociaciones de víctimas. Asociaciones correctas, tranquilos todos los correctos. En esas noticias se manifiesta que entre sus principales preocupaciones figura la cuestión de ¡cómo reinsertar etarras! Todo ello albardado por discurso de plastilina que dice pero que no dice nada, que plantea cosas tan inocuas para la dignidad de las víctimas, la de la Nación, que no queda otro remedio que sospechar vehementemente del porqué se dicen precisamente en estos momentos... En fin, coartadas para malvados e ingenuos.

Todo ello sonrojante y revelador de la estrategia zapaterista a la que algunos miembros de asociaciones se han entregado de buen grado. Así nos venden que lógicamente a "las víctimas", fallecida la AVT, deo gratias, no les importa que el jefe etarra de la negociación Josu Ternera permanezca localizado y consentidamente impune. ¡Qué cansino e inoportuno suelo ser trayendo este asunto! Nadie nos dice el porqué de lo de Ternera, pero evidentemente tiene que ver con la negociación con los etarras. Eso sí, con la parte buena de los etarras. Es insignificante que el tipo sea responsable de decenas y decenas de asesinatos, entre ellos niños. Alguien ha decidido que es de los buenos. Al igual que Otegi, el del discurso de paz, "el gordo" en la jerga etarra. Y así tanta gentuza del estilo. Nada importan los manejos que denuncia Mayor Oreja, al que lo que procede es discutirle si los llamamos negociaciones, contactos, tomas de temperatura, tea party o si son galgos o podencos. Se juega con las palabras. Nadie entra en el fondo. Ni su propio partido que, como el resto de los que suscribieron aquel Pacto Antiterrorista, hoy pasan un tanto de todo esto, colocando así un pie en el lado oscuro.

No pierdan ojo a la nueva presidenta de la AVT, hasta ahora vicepresidenta con Casquero. La señora Pedraza reclama que la opinión de las víctimas venga determinada por "el respeto y la consideración (...) muy especialmente en lo referente a cualquier tipo de negociación o pacto con los terroristas." Les ofrezco gratis la traducción: calladitas mucho más guapas. Lo dice una responsable (?) de la Junta Directiva que oculta lo de Ternera y el pestazo de tratos con la Eta, la que prescindió de los abogados que querían ir más allá en el caso Faisán, la que no quiso personarse en la denuncia que presentó otra asociación de víctimas contra Sánchez Manzano por su sospechoso proceder en las investigaciones y juicio del 11M... Es decir, la que con sus hechos desmiente el hato de palabras con las que de vez en cuando rellena sus declaraciones de intenciones.

Qué país. En España se organizan conciertos, como el pasado enero en Navarra, descojonándose de nuestros muertos, ensalzando a los etarras o como mínimo banalizando el asesinato. Y los políticos de cuyos partidos cabría esperar algo duermen la siesta. La nueva ley de víctimas de Navarra no ha estado lejos de aprobarse casi tal cual se había presentado en su proposición inicial por parte del PSN. Se trataba de una redacción que en 2010, en Navarra y después de lo llovido, resultaba infumable. Se abría la puerta a mezclar víctimas y terroristas, sus verdugos. Insisto, no se estuvo tan lejos dado que algunos estaban de siesta política. Da la impresión de que cierta resignación y desidia están instaladas en muchos ámbitos.

Hace algún tiempo se puso en marcha una campaña para colocar placas a nombre de las víctimas en calles de toda España. Ahí tienes la placa, majo. Pero lejos de, en consecuencia, revitalizar el espíritu cívico de la ciudadanía, se la está adormeciendo en pos de la preparación de una pista de aterrizaje en la política legalizada para una parte de la Eta. Una tribu de mandarines y txibatos de la banda que ya se han llevado muchos años aposentados en los parlamentos, nutriendo a la serpiente, incluso señalando objetivos desde el escaño, cuando no empuñando la pistola. A los de Patxi Zabaleta no les engañará la memoria reciente. Tras las referidas placas en las calles se va enterrando el espíritu cívico de los tiempos del Pacto Antiterrorista, que se rebelaba contra el mundo sangriento de la Eta, sus cómplices y consentidores. Ese ímpetu ciudadano se ha sacrificado en pos de la ineludible necesidad de echarles una mano para acogerlos en nuestro regazo social. Una puñaladita del inefable José Luis Rodríguez Zapatero, que donde había una solución, un acuerdo nacional, ha sembrado una amarga discordia. Nada, los muertos muertos son y ahora ya tienen placas. Placas nuevas que buscan su definitivo entierro, que es el de la conciencia cívica de todos nosotros. En mi nombre no.

20 mayo 2010

Lo de Casquero, ojos para ver

¡Olé! El fatídico presidente de la AVT, Juan Antonio García Casquero, no defrauda a la afición. Conociendo los antecedentes del embustero habitante de la Moncloa, cualquiera que esté medio despierto sabe que la obligación de una asociación de víctimas es desconfiar del gobierno hasta el extremo. Evidente. Pero García Casquero no lo entiende ya así. Habla como no lo hiciera ni el mejor escudero de Zapatero. Atienda el amable lector: (MADRID, 18.05.2010 - EUROPA PRESS)"Creo que es muy importante la pregunta, voy a contestar que creo que no, si hay pruebas que las saquen", afirmó García Casquero preguntado sobre las posibilidades de un diálogo con la banda terrorista.


Se trata del mismo tipo de declaraciones con las que se prodigaban esas asociaciones que, al calor del paternal Peces y el mendaz ZP, sirvieron para atacar a la AVT verdadera a partir de 2005, cuando la negociación con Ternera y los suyos. Asunto del que entonces tampoco había pruebas. Curiosamente el móvil Casquero entonces pensaba que había incluso hartos motivos para que las víctimas nos echáramos a la calle. Pero bueno, hoy no. Y el rollo exculpatorio del gobierno que pregonaban entonces los sectores favorables a la negociación con nuestros asesinos era también el de las evidencias: que si no había pruebas, que si tal... que si esa subvención para la asociación, chiquillo mío. La siguiente de Casquero será -nuevamente- que las víctimas no debemos politizarnos, que no tenemos opinión política... Sobre todo si difiere de la del gobierno, que es quien maneja el grifo ¿eh? Déjà vu.


Y uno, querido lector, se pregunta qué cambio se ha obrado en el inefable Casquero, mi antiguo compañero de manifa, para que ahora interprete este triste papel de comparsa de la propaganda gubernamental. Es más, para que se la sople olímpicamente el paradero de Ternera que, impune y tranquilo, pasta en la campiña italiana bajo la maternal mirada del CNI. Dos y dos siguen siendo cuatro. Don Alfredo, es usted un artista. No le andan a la zaga en el papelón el resto de la Junta Directiva. Cada uno sabrá sus motivos. Les aseguro que ninguno bueno. A final de mes será reelegida la única candidatura presentada a las elecciones de la AVT, encabezada por la actual vicepresidenta, Ángeles Pedraza, corresponsable de la liquidación de la Rebelión Cívica, de ese impulso ciudadano de las víctimas, a cuya laminación se ha venido entregando desde el minuto uno con tesón digno de mejor causa. Sobre el resto de miembros de la Junta añadiré que la combinación de ingenuidad y maldad es una herramienta poderosa.


Así las cosas me he tropezado con una columna del periodista Federico Quevedo en la que llamaba a los ciudadanos a la contestación cívica. Vamos, a salir a la puñetera calle. A una rebelión cívica contra Zapatero, pues que hay que echarlo del poder y para ello debemos dejar de comportarnos como ovejas para hacerlo como leones. Hombre, lo del señor Quevedo, conspicuo periodista de la línea pepera Rajoy, es para nota. Que llame a la movilización después de estos años en los que el Partido Popular -para su placer- ha alentado con fervor el doloroso desmontaje de la AVT verdadera, impulsora de aquella Rebelión Cívica contra la negociación de este presidente de nuestros pecados con la Eta, es como para que a uno se le abran las carnes.

Curiosamente anima a la movilización sin decir nada del PP, principal partido de la oposición. Y a uno le da por pensar que en Génova tal vez busquen una nueva pancarta ajena tras la que marchar, como ocurrió en su momento con la de la peleona AVT, hoy reducida en su aprisco, para mayor solaz y sosiego pepero. ¡Cómo se equivocan y mienten tantos que nos acusaban a los de la AVT verdadera de estar al servicio del PP! La realidad es que acudía a nuestras movilizaciones más arrastras que otra cosa.


Volviendo a las declaraciones de Casquero, yo de los populares tendría buen cuidado de esta AVT, ahora tan de su agrado, no sea que en la actual fase de la negociación le haga el juego a Zapatero, el mismo que le hicieron y hacen esas otras asociaciones amaestradas en el mordisco a la ciudadanía de las víctimas y el lametón a ZP. Aunque a lo peor esta circunstancia no le importe nada a don Mariano, vaya usted a saber. Una negociación de la que, por supuesto, no hay pruebas. Ya lo dice Casquero el traidorzuelo: el que tenga pruebas que las muestre... señora Cospedal, por ejemplo. Conque mientras no haya pruebas, para la AVT don Alfredo y ZP son Santa María Goretti y Teresa de Calcuta redivivas. No será porque algunos no lo hayamos advertido... Ojos para ver.

10 mayo 2010

Mociones de lavado - Navarra Confidencial, 17.05.2010


El pasado jueves el grupo municipal socialista del ayuntamiento de Pamplona, promovió dos mociones llamativas. Una de respaldo a la reforma de la ley electoral para impedir la presencia de partidos etarras en las instituciones. Sí sí, como se lo cuento. Otra apoyando la ley foral de ayuda a las víctimas del terrorismo. No son necesarios grandes ejercicios de memoria para acordarnos de lo ocurrido en la negociación de Zapatero y la Eta. A la mendacidad y doblez del personaje hay que añadir el trato dispensado a las víctimas que nos atrevimos a clamar contra el apaño con nuestros asesinos. El acoso político y de las trituradoras mediáticas del entorno monclovita fue de órdago. De pronto el Pacto Antiterrorista -que ya se venía traicionando- no valía y del pasado nada había que aprender, que no era otra cosa que a la maraña terrorista ni esperanza ni agua. Demostradamente, el mejor camino conocido para su derrota y liquidación. Ese apaño con los terroristas incluyó su regreso a los ayuntamientos a través de ANV. Como ya ocurrió durante décadas, los ciudadanos volvemos a tributar dinero que termina en los bolsillos de la banda que mató a los nuestros. Les pagamos la bala. Por la gracia de ZP. Y ahí siguen incluso gobernando ayuntamientos, aunque existen instrumentos legales para sacarlos. ¿Por qué no se hace? Suministran algunas excusas de mal pagador. Bueno, es algo más de lo absolutamente nada que nos explican de por qué narices los servicios secretos españoles tienen controlado en Italia al jefe etarra en la negociación, Josu Ternera, sin que sea detenido. Un matarife con muchos muertos a sus espaldas ¿intocable? ¿Para? Algo sigue cociéndose. Animo desde aquí al PSN y al resto de grupos para que aprueben otra moción instando la retirada del permiso del Congreso para negociar con la Eta. ¿A que no?

Esas mociones en el ayuntamiento pamplonés me parecen un ejercicio propagandístico. Siendo comedido y bien humorado, diré que suponen una amenaza para la estabilidad gástrica de cualquiera que se haya propuesto estar siquiera medio despierto durante estos últimos años. Un propósito de lavado facial, precisamente, de quien posibilitó que las pezuñas de la bestia hollaran el ayuntamiento de Pamplona. Oiga, y tan frescos. Me recuerdo denunciando aquella felonía en los medios de Navarra. Sin ningún resultado, claro. ¿Por qué no presentaron una moción de este estilo antes de aquellas elecciones, cuando se hicieron mangas y capirotes con el Estado de Derecho para colar en el consistorio al partido de la Eta que, hace ahora doce años, mató al concejal Tomás Caballero? Oigan, puestos ya, ¿por qué el pleno capitalino no insta ahora a Moncloa para que se eche el guante a Ternera? Vale.


07 mayo 2010

La dignidad viaja en silla de ruedas
Diario de Navarra, 07.05.2010

Aquí pego un artículo que firma hoy el colectivo Libertad Ya en Diario de Navarra. Querido José Mari, tu ejemplo nos ayuda a todos los españoles a vivir con más dignidad, con el alma erguida y con paz, de la verdadera. Gracias.
 
La dignidad viaja en silla de ruedas.
MARÍA CABALLERO, RAFAEL DORIA, CHON LATIENDA, PATXI MENDIBURU, SALVADOR ULAYAR Y CECILIA ULZURRUN EN NOMBRE DEL COLECTIVO LIBERTAD YA

El 7 de mayo de 1985, José María Izquierdo Jiménez se despidió de su esposa poco después de las ocho de la mañana. Salió de su domicilio, en el número 3 de la calle Monasterio de Fitero, y caminó bajo una lluvia intensa hasta su Renault 12, aparcado a sólo unos metros del portal. Apenas había un alma en la calle. José María Izquierdo tenía 45 años, era natural de Valdeprado, un pueblo de Soria, y llevaba tres décadas viviendo en Navarra. Se había hecho policía porque consideraba que no podía haber nada más "bonito" que "servir a la sociedad". Era consciente, sin embargo, de que esa aspiración le había colocado en el centro de una diana invisible. Por eso procuraba dejar su coche "un poco apartado": así podía comprobar desde lejos si habían puesto debajo "algún paquete". Aquel 7 de mayo de 1985 no vio nada sospechoso.

Su mujer, Consuelo Monreal, observó desde la ventana cómo José María abría el vehículo y se acomodaba en el interior. Era como un pequeño ritual cotidiano. El matrimonio tenía dos hijas: Olga, de 18 años, y Susana, de 14, que se encontraba de viaje de estudios en Mallorca con sus compañeros del colegio Fernando Remacha. El teniente Izquierdo arrancó el motor, metió una marcha y fue soltando el embrague. Fue al pisar el acelerador cuando hizo explosión el kilo y medio de Goma 2 que los terroristas habían adosado a los bajos del Renault 12. El cuerpo del policía salió despedido por la onda expansiva. Quedó en medio de la calzada, cubierto de sangre, con las dos piernas y un brazo seccionados. Un policía municipal que se encontraba en los alrededores le hizo dos torniquetes con su cinturón y el de otro viandante, y logró contener la hemorragia hasta que un coche del 091 lo trasladó a Urgencias. Consuelo Monreal vio lo ocurrido desde la ventana y bajó corriendo a la calle, pero los primeros vecinos que se habían reunido en el lugar de los hechos no le permitieron acercarse al cuerpo destrozado de su marido.

Es probable que los detalles del atentado y las declaraciones que hizo José María Izquierdo cuando aún se encontraba postrado en una cama del Hospital de Navarra aparezcan estos días en la sección de "Hace 25 años", quizá junto a alguna foto en blanco y negro de las que se tomaron entonces.

Sin embargo, por mucho tiempo que haya transcurrido, el atentado y la admirable reacción del policía herido forman parte del presente: del suyo y del que comparte con toda la sociedad en este mayo de 2010 que se ha ido nublando con algunas noticias inquietantes sobre ETA y varios de sus presos. "Tengo que recuperarme para ser útil de nuevo a la sociedad y a la familia", decía José María Izquierdo en el titular de la entrevista que se publicó en estas páginas el 12 de mayo de 1985, cinco días después de la explosión. Nunca recuperó las piernas ni el brazo izquierdo, pero lo que en aquellas jornadas durísimas era sólo un deseo es hoy una realidad incontestable: quienes conocen su historia y se lo cruzan por la calle cuando pasea sonriente junto a su mujer, saben, o deberían saber, que José María Izquierdo está siendo más útil que nunca a la sociedad: su serenidad, su paciencia, su fortaleza y hasta su capacidad de perdonar -"no se puede vivir en un odio permanente", ha dicho alguna vez- recuerdan que la paz no se puede buscar a cualquier precio y que la historia no admite interpretaciones interesadas. En el fondo, José María Izquierdo es una garantía de que la sociedad funciona. Él es justamente una de las personas que la hace funcionar. Por eso todos le debemos tanto, incluido aquel vecino que informó a los terroristas de dónde vivía el teniente Izquierdo y de cuál era su coche, y que hoy, tras unos pocos años en la cárcel, puede pasear cómodamente por la calle con sus familiares y sus amigos. Él ha recuperado la libertad gracias a los mecanismos jurídicos y penitenciarios del sistema que trataba de combatir. Sin embargo, nunca tendrá la dignidad que su víctima pasea en su silla de ruedas en estos días aún dudosos de la primavera. Mientras existan personas como José María Izquierdo, se puede seguir confiando en la democracia y en la humanidad.