Escapar

<b>Escapar</b>
El 27 de enero de 1979 tu sangre y la lluvia mojaron nuestra acera

31 marzo 2008

Gala en tronera




El pasado día 2 de marzo Antonio Gala publicaba una de sus pequeñeces en La Tronera del diario El Mundo. Allí llama victimario a Francisco José Alcaraz. Tal cual, oiga. Y hombre, denominar a la víctima del terrorismo como a los etarras, cruza a toda velocidad la frontera de la crítica por injusta, furibunda o ácida que la imaginemos, para ingresar en un terreno moral y políticamente intransitable para quien pretenda ser un ciudadano decente. Pero al señor Gala tal pretensión le debe quedar a trasmano. Díganme si no de qué va tan escasa persona motejando a mi amigo Alcaraz de victimario, palabra apropiada para referirse a los etarras que mataron a su hermano y sobrinas. Lo insulta de peor manera que si se ciscara en sus muertos, porque lo equipara con los asesinos, los causantes de tan inmenso dolor en la familia Alcaraz. Por si fuera poco el lamentable texto está fielmente infectado de los tópicos propagandísticos de la cosa zapaterina: PP, Iglesia, AVT; ya saben. Me cuesta imaginar el pútrido mar de abyección que macera este tipo en su inhóspito almario.

Al día siguiente de la publicación de esa Tronera envié unas líneas a la sección de Cartas al Director, pero no fueron publicadas. Lamentablemente consideraron adecuada la publicación de cualquier cosa que excrete el perverso ilustrado, no así la réplica ciudadana de una iletrada víctima. Pensemos que fue un error. Así que la publico en este humilde rincón repleto de decencia, eso sí. Otra cosa no nos quedará, pero decencia sí. Lo malo es que si el amable lector quiere quedarse con la copla adecuadamente y hacerse un juicio cabal, tiene que afrontar la, gracias a Dios, breve lectura del articulito de Gala.

LA TRONERA - Revista incompleta
Oír a Rajoy, registrador de la propiedad, acariciando con su voz a currantes, amas de casa, hombres de la calle y su niña, al tiempo que pregunta qué es el bono-bus, estremece. Oír a Arias Cañete añorar los camareros finos contra los inmigrantes, eriza el vello. Ver navegar sin rumbo a Pizarro, parvenu cargado de sacos de euros, sobrecoge. Contemplar a un tal Alcaraz, victimario, de la mano con Rouco, iridiscente, y Kiko Argüello, pintor (?), abre el alma en canal. Saber al transportista Lamela, impune de momento por su inmunda torpeza, clama al cielo. Saber que Zaplana y Acebes sí que han sido paliados en el trastero, tranquiliza. Calibrar la numerosa segunda fila del PP, admira por su inútil abnegación. Imaginar sus nuevas generaciones da ganas de llorar. En cambio ver al suegro de Agag da sólo risa.

Seguidamente mis malogradas líneas:

Gala en tronera
En su Tronera, Gala tronado. Leo y me asusta el abismo de su infamia. Da miedo este ser extraño llamando victimario a Alcaraz, a la víctima del terrorismo que desobedece los sus dictados. Juega, inmoral, con las palabras. Designa igual al etarra Parot y a su víctima, Alcaraz. El uno, el matarife de 1987: dos bebés y el joven. El segundo, el tío y hermano que los enterró. Don Antonio no quiere que mi amigo Jose sea un ciudadano pleno, lo prefiere mero objeto de piedad. Así, le enfurece que clame con su voz breve y fuerte contra el tráfico político de vuestras nuestras sangres, Ángel, Esther y Miriam, chiquitinas... un beso. Desde los cielos pedid por él, pues que Gala nos lastima, sí, es verdad. Pero que a mucha lástima mueve su contemplación. Mirad que viene obligado a duro castigo: vivir y decir y hablar y escribir y pensar y respirar... todo ello consigo mismo, en su mejorable presencia.

28 marzo 2008

Ingenuidades meditadas


Me llama un conocido de la canallesca de papel. Se dedica a la sección de la cosa, esa que mayormente me ocupa en estos mis pagos cibernéticos. El hombre pasa por ser un tipo bastante bien informado. Ya saben que en este tema tan así –como en tantos– hay enteraos por docenas. Bueno, pues este no es un enterao sino un currante que está muy encima. Hemos conversado sobre la vergüenza de las plazas y vías públicas dedicadas a etarras. Adivinen mi posición…¡exacto! Es difícil equivocarse conmigo.

Hemos rematado la parte de las calles con las dedicadas a etarras de los primeros tiempos, los etarras con motivos “antifranquistas”, me ha dicho. Me preguntaba si yo también descolgaría las placas de esas calles. Lo tengo muy claro. “Mira, Eta no mató a Carrero Blanco de un bombazo, ni al guardia civil de tráfico José Ángel Pardines de cinco tiros mientras comprobaba la matrícula de un 850, para desalojar a Franco y buscar nuestra libertad, sino para atemorizarnos y cargarse España. Da igual qué gobierno o jefe de estado la rija, ni si con dictadura o democracia. Anda, cuenta las víctimas que se han llevado por delante estos cabrones tras la muerte de Franco.”

Luego hemos derivado a la negociación y la actual situación tras el puñetero proceso. Mi comunicante es partidario de la negociación. Sostiene que debe hacerse de manera conocida y pública, no a lo ZP. Que a oscuras los malos siempre tienen las de ganar. En esta última apreciación no le falta razón, desde luego, pero en lo demás se la quito todita. Si tú ves que esta gentuza se sienta a negociar con luz y taquígrafos, sin más capacidad de maniobra, debes correr al río a comprobar que las ranas han criado pelo. Si los batracios siguen calvos, debes concluir que los de la capucha están absolutamente derrotados. Así que para qué negociar. Nada, al trullo. Como debe ser. Al enemigo de la democracia ni agua. El Estado de Derecho debe ser igual para todos. Lo demás es la selva y negarnos como ciudadanos. No hemos abundado en el tema para no discutir, que no tenía gana.

Pero vaya, que me dice que cuentan que ZP está muy enfadado, pero mucho, con sus contertulios. Y no es que el presidente se haya pluriempleado de tertuliano en las matinales de Federico, que no. Hablo de los contertulios capuchinos, los del proceso de marras. No es de extrañar el enfado monclovita por el resultado del fregado indecente de simulaciones y falsedades que ha supuesto la negociación y que arroja tan triste balance: desunión, gresca nacional y seis muertos más. Ha salido carísima la irresponsabilidad zapateril. Ahora que, para enfado el mío, señor Rodríguez Zapatero, que los de la AVT hemos avisado y protestado desde el primer minuto y su respuesta ha sido soltarnos los perros sin contemplaciones.

Mi interlocutor define al presidente como un iluso que no sabía dónde se metía. No es la primera vez que me lo dice. Suele parar ahí en el juicio sobre lo zapaterino y omite cualquier condena al resto de la ejecutoria en los apaños. Y oye amigo, que ha habido bastante más que una ingenuidad por parte de ZP. Cualquier lector que haya vivido últimamente en este mundo sabe de los lares por donde se ha movido don José Luis a cuenta de la Eta y la paz de la mandanga. Por salud espiritual, no haré nuevamente el tedioso ejercicio de enumerarlos. El caso es que este periodista, afín al socialismo, suele pasar por alto las maldades del presidente. Pero ahí no trago ni tragaré. Porque con lo del iluso colamos la ingenuidad y con la ingenuidad la buena intención del personaje. Y como ciudadano víctima del terrorismo, eso de que me engañen, difamen y acosen desde la buena intención, es decir, por mi propio bien y con cargo a mis muertos, me parece una dolorosa tomadura de pelo. Es que esas ingenuidades de ZP han cursado con taimada meditación. Aún las llevo clavadas en la espalda.

27 marzo 2008

Sincero y noble



Mi querido y llorado amigo el sacerdote José Manuel Lasarte decía, parafraseando el título de la encíclica de Pablo VI Populorum Progressio, que vivimos en la época de la papelorun progressio, en referencia a la creciente cantidad de papel que hoy nos abruma por todos los lados. Total, que esta tarde en la oficina mi radio desgranaba noticias. Yo andaba concentrado en la lidia cotidiana con los denostados papeles y los números que profusamente los pueblan: cotejando el odioso modelo 347. Justo cuando mi interlocutor se despedía con un tarraconense adeu, escucho ese corte de Zapatero tras la reunión en el Congreso con sus grupos parlamentarios del Congreso y Senado. Allí ha mostrado su confianza en que “el sufrimiento compartido” de todos los españoles ante el terrorismo permita un “entendimiento sincero y noble. Por nosotros no va a faltar.” Sincero y noble, dice. Y me ha entrado una risa floja. “ZP y el Diccionario de la Real Academia Española acaban de escribir mi entrada de hoy en el blog”, he pensado.

El DRAE, en el sentido que aquí nos ocupa, define así ambos términos:
- Sincero: Que actúa con sinceridad.
- Noble: Honroso, estimable, como contrapuesto a deshonrado y vil.

Lo más adecuado del anuncio presidencial es el tiempo verbal: que por él no va a faltar. Futuro. Este aserto en tiempo pasado sería simplemente falso. En estos últimos años le hemos calado unas cuantas mentiras. Y gordas, oiga; cuestión que en cualquier tierra de garbanzos se tiene por cosa nada sincera y bastante innoble. Porque convendrán conmigo que es difícilmente imaginable que alguien nos mienta sincera y noblemente ¿no? Si además consideramos la persecución de la AVT y su presidente Alcaraz mientras Otegi era un hombre de paz, pues ni te cuento lo innoble del asunto. Así que, escudado en la cosa del tiempo verbal –futuro–, técnicamente Zapatero no nos miente sobre su pasado. Pero en realidad sí que nos miente, porque no tiene inconveniente en decirlo como quien, tras cargarse la vajilla de la familia, pretende no haber roto un plato en su vida. Porque lo dice como lo diría quien atesorara indiscutiblemente esas dos virtudes –sinceridad y nobleza– y al tiempo las negara en quienes se le oponen.

Estos cuatro años han sido muy duros para las víctimas. Zapatero se ha encargado de ello en forma minuciosa. Me tienta la idea de engañarme dejándome arrullar por la tranquilidad que proporcionan los ingenuos pensamientos. Nuevo mandato y ZP rectificando su política de la cosa de la paz de todo a cien y la negociación. ZP dejando de chinchar a las víctimas... Y así, abandonarme a la despreocupación. Pero tras estas elecciones y a pesar de que contaría con la satisfecha anuencia del 80% de los españoles, Zapatero no tiene ninguna razón que le fuerce a rectificar, así que seguirá en sus trece.

Sí. Continuará la tarea de preparar una pista de aterrizaje para Eta en esa otra españa –con minúscula– que pretende construir de la mano de partidos separatistas cuyo oxígeno es el odio a la nación española. Como bien dice mi amigo Agapito Maestre, los partidos que viven de aquello que odian. Lo pasmoso es que permitimos que lo hagan con cargo a todos lo españoles.

26 marzo 2008

Supongamos que...


Supongamos por un momento que, tras la victoria electoral de 2004, en un exigible ejercicio de responsabilidad presidencial, Rodríguez Zapatero hubiese razonado con criterio patriótico, práctico además.

Soñemos que, después de una grave pensada, concluyera que tras la tremenda conmoción colectiva que supusieron los atentados del 11-M, España necesitaba curar heridas. Que aquel trauma colectivo debía ser tratado con una decidida labor de cohesión política y ciudadana, de catarsis nacional. Que el Presidente estaba llamado a serlo, más que nunca, de todos los españoles. Que las controversias nacidas de las viejas querellas entre españoles debían permanecer a buen recaudo en los libros. Que las recientes querellas había que atemperarlas. Que las cosas de la lucha contra el terrorismo, por bien encaminadas hacia su pronta derrota, debían permanecer intactas, a pesar de que sus parlamentos con Eta a espaldas del Pacto Antiterrorista ya existían, PSE mediante. Los cancelaría, ¡qué demonios! Que era de todo punto beneficiosa la continuidad y consolidación de la unidad en la estrategia política, policial y judicial de la inmensa mayoría de los españoles –PSOE y PP– frente a Eta y las minorías disgregadoras que con ella reman sin parar. Que…

En consecuencia, imaginemos a Eta sin ninguna capacidad de influencia en nuestra vida política porque, sin perjuicio de agrias disputas en temas secundarios a lo que va dicho, Zapatero y Rajoy tuviesen firmado un “papelito” –que diría De la Vega con aquel tonito…– en el que se blindaran cuatro asuntos de interés nacional. Y a partir de ahí… ¡guerra política sin cuartel entre socialistas, populares y demás!

Según una encuesta que publicaba El Mundo no hace tanto y si mal no recuerdo, este o similar desiderátum anida en las mentes del 80% de los españoles. Y calcule el lector de qué modo anidará en las de las víctimas del terrorismo, que lo somos por causa del daño que el terrorismo nacionalista inflige a España, el bien común a proteger. Pues algo tan benéfico no es una feliz realidad por la sencilla razón de que a ZP no le ha dado la gana, ¡oh desgracia! Fíjese, con lo bien que podíamos estar la gran mayoría, que de eso se trata, digo yo. Pero amigos, los caminos de las funestas ansias infinitas presidenciales son inescrutables.

24 marzo 2008

Los duros de ZP


Y Rubalcaba declarando en la SER que aunque aún nos puede dar disgustos “hoy nadie da un duro por Eta”. Esto que voy a escribir carece de mérito. Es como chutar a puerta vacía. Pero hombre don Alfredo, que para duros los euros, los euros que le entran a la última marca de Eta a la que su gobierno franqueó el paso a las instituciones. Si alguien ha dado un duro por Eta ha sido Zapatero: proceso de negociación, machaque a la AVT, declaración del Congreso para negociar, ruptura del Pacto Antiterrorista, debate en el Parlamento Europeo de la cosa del proceso, no impugnación de listas de ANV -ahí sí que van duros- la excarcelación de De Juana, lo hombres de pazzz… y así. No está mal la apuesta zapaterina por estos desahuciados de Rubalcaba.

Y me viene a las mientes José María Calleja. ¡Qué le voy hacer! El insulto/acusación a Isabel San Sebastián en TVE, ¿recuerdan? Sí hombre sí. Hace pocos meses. Un “tú engordas a Eta” que espetó a la columnista de El Mundo. Aquella pose displicente mientras San Sebastián le reclamaba una rectificación. Y como quiera que el otro persistía recreándose en su villanía desde los medios, la buena señora cerró la puerta por fuera. Ahí te quedas Teuveé. ¡Bravo por Isabel! Quedó Calleja hecho un sopena cualquiera. Se negó a rectificar, a intentar rehabilitarse no ya como periodista, sino como ciudadano. Es más, siguió de ronda por el equipo mediático habitual escupiendo bilis contra Isabel.

Está bastante claro quién ha engordado a Eta y quién da muchos duros por Eta. Eguiguren, o sea Zapatero, lo dice clarito: sigue por la cosa. Pero José Mari no espetará a ZP aquello del engorde terrorista en alguna cena de amigos.

PNV: nada nuevo, nada bueno



Grandes titulares de prensa nos han informado de que el PNV exige a Zapatero la autodeterminación para “romper el bloqueo político en el que este pueblo lleva instalado demasiado tiempo”, en boca de Urkullu. Por supuesto que no se refiere a las décadas de poder nacionalista en el País Vasco, en las que los constitucionalistas no pueden ser actores políticos en igualdad de condiciones que los señores Urkullu o Arzallus, porque sufren el inconveniente de que Eta se empeña en acribillarlos a balazos. Me reconocerá Urkullu que eso sí que es un bloqueo de mil pares ¿eh? Máxime cuando los nacionalistas han sido los grandes beneficiarios políticos de la evidente desventaja que han sufrido los partidos constitucionalitas.

Pero además el PNV, y el nacionalismo en general, no está dispuesto a renunciar a esa macabra ventaja, cimentada en los muertos que ha ido colocando Eta en el tablero político. Es más, puestos a mear en la piscina, no dudó hacerlo en su día desde el trampolín: pactó con Eta en Estella, traicionando así a los constitucionalistas. Por otro lado, siempre se ha opuesto a cualquier medida que expulse de la vida pública e institucional al entramado etarra, con lo que supone de legitimación del terror.

Total, que nada nuevo. El PNV pide lo mismo que los etarras y no está dispuesto a que la decencia le haga aparcar cualquier objetivo independentista mientras exista Eta. En este punto suelen responder que los derechos de la fantasmagórica Euskalerria no pueden ser obstaculizados por Eta. Es decir, su Euskalerria puede progresar aunque sea beneficiada por causa de Eta, pero nunca frenar por causa de Eta. En esta porquería de doble moral se retratan: para ellos la progresión de la locura de Sabino Arana vale más que la vida y la libertad de los ciudadanos. Es evidente que no hay país libre sin ciudadanos libres. Con ciudadanos libres hace tiempo que a Ibarretxe le habrían recomendado un descanso en el frenopático más cercano.

Hoy lunes la viñeta de Martínmorales en ABC es, cómo no, harto ilustrativa. En un acto del Aberri Eguna, dos simpatizantes del PNV charlan y uno le dice al otro: “No me gusta que Eta mate, pero, fíjate, esa gente atenta contra quienes no comulgan con nuestra idea de una patria independiente vasca.” Pues eso.

Erre que erre


Por lo visto Zapatero sigue en sus trece. Eguiguren ha concedido una entrevista a El Correo. Allí nos cuenta por qué la negociación no llegó a buen puerto: Eta no ha asumido que ha llegado la hora de acabar. Pobrecitos míos, le ha faltado apostillar. Pero que tranquilos, que aquí está el tío Eguiguren para cuando os decidáis a acabar, que la silla de Loyola la tenemos a buen recaudo. Es decir, que el Estado de Derecho ha de esperar a que esa gentuza se decida. El equipo mediático habitual de ZP nos suele colocar el mensaje de que Eta está terminada. Pero, eso sí, la solución sigue pasando por negociar… ¿qué? pregunto yo. Algo no cuadra en esa lógica del demonio: están vencidos por tanto negociemos. Aunque para ello dividamos el país y los pistoleros vuelvan a las instituciones para que hagan lo que les plazca con la pasta del contribuyente.

Hay a quien no le repugna mucho la idea de financiar con cargo al presupuesto las balas que cualquiera podríamos terminar albergando en nuestro cráneo. La familia Ordóñez fue zaherida por los filoetarras de modo minuciosamente cruel: les reclamaban la devolución de la bala con la que habían matado a Gregorio. Bueno, ahora pueden comprar muchas, con lo que es de esperar que no pidan más devoluciones. Y aquí el cáncer de la lógica esa del demonio: la legitimación de Eta. Parece que los tipos de la negociación, ZP, albergan alguna reserva mental respecto de las bases sobre las que supuestamente cimientan su posición de gobierno de la nación: la defensa del Estado de Derecho de nuestra Nación. La única, la española, la de la Constitución. Pero eso es un concepto discutido y discutible ¿recuerdan? Pues por ahí. Hacer aterrizar a Eta en ese proyecto de otra España que acaricia Zapatero. Así pues, se empeña en continuar suministrando esperanza a la bestia.

La esperanza, clave para la pervivencia; también para la pervivencia de la banda. Mientras haya quien esté dispuesto a negociar -incluso con declaración ad hoc del Congreso- y además a repetirlo en los medios de comunicación, los matarifes nunca tendrán prisa por desaparecer, puesto que tienen la expectativa de percibir una retribución por dejar de matarnos. De lo contrario ya se ocuparía ZP de dejárselo a los terroristas más claro que el caldo de un asilo. Y no suele ser así, porque tras afirmaciones campanudas sobre la imposibilidad de negociar con violencia suelen llegar los hechos. Los últimos estas declaraciones de Eguiguren, porque en política las declaraciones son hechos. Eta coloca otro muerto sobre la mesa en Mondragón y un coche bomba en Calahorra. ¿Respuesta gubernamental? Vuelta a la lógica del demonio: Eguiguren, es decir, Zapatero, sale a los medios -de comunicación- a decirles por nuestros muertos que negociará. Respuesta digna de malvados y de ingenuos, nunca de un demócrata que, al menos, persiga no debilitar la posición frente a los matarifes.

Es sabido que Eguiguren, o sea Zapatero, es partidario de negociar con las pistolas humeantes sobre la mesa. Cosa detestable para el ciudadano de un país civilizado, en el que se confía al estado el monopolio de la violencia, con lo que cualquiera que se salte ese requisito nunca obtendrá mejor trato que una banda de pederastas o maltratadores domésticos.

Cuando en algún funeral me ha tocado portear el féretro, el olor del barniz ha permanecido pegado en mi nariz durante semanas, como uno de mis principales recuerdos sensoriales del luctuoso trance. ¿Habría pillado Eguiguren un catarro en Mondragón?

20 marzo 2008

Corpore insepulto. Diario de Navarra, 19 de marzo de 2008


Patxi López aprovechó la capilla ardiente de Isaías Carrasco para abroncar a Rajoy. El motivo eran las acusaciones que les ha lanzado el popular en el terreno de la negociación y las víctimas. Pero esas acusaciones, antes que del gallego, proceden de víctimas del terrorismo socialistas. El calamitoso proceso se ha caracterizado por las ocultaciones y deslealtades de la acreditada firma Eguiguren, López, Zapatero y Cía.

Últimamente Zapatero hace declaraciones ambivalentes como “de nada se puede hablar, absolutamente de nada y con nadie, con violencia”. Recuerdo aquello de “primero la paz, luego la política” en la que la “paz” se suponía en los términos de la declaración del Congreso de mayo de 2005: voluntad inequívoca de abandonar las armas. Pero desde la quema de la ferretería de Barañain hasta más allá de la salvajada de Barajas, lo evidente fue la inequívoca voluntad de la banda de no abandonar las armas. ZP sorteó el inconveniente con el sencillo argumento de los “accidentes” cuando no con la vista gorda. Desolador recuento de daños: seis asesinados, la continuidad en la atemorización social, destrucción de la unidad de los grandes partidos y esta desalentadora constatación: pueden discutirnos los del proceso si Eta se encuentra disminuida o no en su operatividad asesina respecto a 2004, pero no su responsabilidad en el aumento de la capacidad de intervención de la banda en nuestra vida política, aspecto particularmente grave. Las víctimas y la tenacidad de la resistencia democrática no se lo merecen. Pero los del proceso, como en el cuento, cantaron las excelencias del, por inexistente, invisible vestido real. Y pobrecito el que osara decir la incómoda verdad: el rey está desnudo, el proceso es un burdo engaño.

Zapatero se ha plantado en la campaña electoral rechazando -se supone- la negociación e inicia un segundo mandato. Tras ignorar décadas de experiencia en la lucha antiterrorista, este Adán político debiera explicar con alguna solvencia por qué antes debió negociar y ahora no lo hará. Dados sus antecedentes deberá contrastar nítidamente sus afirmaciones con sus hechos. Pero vaya, que con los López y Eguiguren donde siempre, es de temer la vuelta a las andadas. En Mondragón, tras la desabrida actitud de López con Rajoy, un conciliador militante socialista se acercó al popular. Le dijo que negociando no pasarían cosas como el asesinato de Isaías Carrasco. Y acababan de matarlo, como a otros cinco, en un proceso negociador de nefasto balance, como va dicho. ¿De dónde sacan algunos, con lo que ha llovido estas décadas, tan terca ceguera?

No escuchamos bronca de López a IU, socia de ANV en Mondragón, cuya presencia en aquel ayuntamiento debemos a ZP. Tampoco a los nacionalistas, opuestos a cualquier cambio legal y político que apriete las tuercas al terrorismo: ley de partidos, Pacto Antiterrorista... Buena muestra de su espíritu para con las víctimas son los estatutos de Aralar, buque insignia de Na Bai. Allí se dice que la normalización democrática ”...debería conllevar, además de la amnistía de los presos/as, una indemnización a todos los afectados por el conflicto de uno y otro lado. Tras este asesinato la señora Barkos decía que había que plantar cara a Eta a pie de urna. Claro, votando a Na Bai que propugna la amnistía y la compensación económica para los etarras. A la formación del siniestro Zabaleta, fundador de la organización terrorista HB y por tanto gran amigo de las víctimas de Eta. Sarcástico.

En Mondragón Patxi López y la plana mayor negociadora, los que no rinden explicación alguna por su insensatez y deslealtad, decidieron emprender frente a Rajoy la mejor defensa: un ataque corpore insepulto.