Escapar

<b>Escapar</b>
El 27 de enero de 1979 tu sangre y la lluvia mojaron nuestra acera

30 mayo 2008

Declarando. Por la boca...


Algunas declaraciones que uno podía entender hace décadas. Ahora sabemos que siempre fueron un error. Hoy más. Las pongo aquí por ilustrar lo que digo en mi entrada del día 27 que aquí abajo puede leer el paciente lector. Es que ayer unas amigas me decían con sorpresa que no conocían nada de estos pronunciamientos, para mi sorpresa. Y es que tendían a no creerme. Paciencia.






27 mayo 2008

Temprano, María, temprano


El discurso de Rajoy sobre Educación para la Ciudadanía ha sido que es una cuestión planteada innecesariamente por Zapatero y que genera división. A la gente le interesa mucho más el precio de los garbanzos. Respecto al matrimonio entre homosexuales también ha dicho que es una cuestión planteada innecesariamente por Zapatero y que genera división. A la gente le interesa mucho más el precio de los garbanzos. Ante los ataques a la Iglesia Rajoy terció diciendo que es una cuestión planteada innecesariamente por Zapatero y que genera división. A la gente le interesa mucho más el precio de los garbanzos. Básicamente Rajoy no se ha mojado en ninguno de estos temas. No ha liderado nada. Es decir, su posición ha sido estratégica en beneficio de no sabemos qué posicionamiento ideológico.

Cuentan que en la ponencia política preparada por Lassalle para el congreso de Valencia, ni se menciona el humanismo cristiano. Y hombre, no digo yo que Rajoy deba ser un tipo de comunión diaria, no. Allá él con sus cosas. Se trata de preservar un referente primordial que, más allá del hecho religioso, contiene valores fundamentales que sostienen nuestra forma de vida. Esos valores no cuelgan de la nada, es preciso reconocer su origen. El mapa de las libertades coincide con la huella cristiana. La dignidad de la persona, sus derechos y sus deberes. La igualdad de oportunidades y ante la ley, la no discriminación por lugar de nacimiento, credo, raza, sexo, ideología política…

Ahora el caso de María San Gil, que es el que ha destapado una deriva estratégica de Rajoy hacia el entendimiento con los nacionalistas. Es decir, a repetir los errores de los partidos nacionales durante los últimos treinta años. A mi entender, lejos de arrimarse a los separatistas para tocar poder, la solución pasa por liderar la idea de la nación española como único ámbito de libertad del ciudadano. Contraponer la nación española de libertad, a nacioncillas falsas cuyos supuestamente conculcados derechos (los de una lengua, un territorio, un difuso pueblo sojuzgado…) se sobreponen a los del ciudadano: estudiar en castellano en España, tener la misma educación en cualquier comunidad autónoma, la misma sanidad, la misma seguridad... Salvaguardar la lengua común que sirve de herramienta de libertad, además de argamasa consolidadora, frente a la lengua del pequeño lugar, de gran utilidad para la construcción de mentiras nacionales, amén de marginaciones del ciudadano que se resista al plan constructor. Y si no se gana con este mensaje, mala suerte. A por otro líder más capaz, que para parecerse a otros partidos ya están los otros partidos.

Así que, si Rajoy flojeaba en lo expuesto inicialmente y ahora modifica su estrategia haciéndola pasar por el entendimiento con los nacionalistas… Rajoy no ofrece nada tan distinto, así de claro. Resulta patético escuchar a varios dirigentes del aparato en estos días. Gallardón hablaba de invitar a los nacionalistas a un proyecto común. Sí, sí, decía invitar. Parece que hasta la fecha nadie, salvo el alcalde de Madrid, había tenido un rapto de inteligencia tal: se trataba de invitarlos y ya está. ¿Invitarlos a qué, señor Gallardón? Es que ya se han tomado todas las rondas, hombre. También apeló a un cambio que haga que ciertos votantes de izquierda no se sientan agredidos. Es alucinante ver cómo, los motejados de agresores, compran la mercancía del equipo mediático habitual zapaterino.

La señora Cospedal se refirió al acercamiento a los nacionalistas en términos fantásticos. Lo condicionó a que no sean excluyentes ni separadores. Joder, como que son secesionistas y ahora más que nunca. Hasta los hay comprensivos con Eta y sus brazos políticos. Digamos que Cospedal fingió creer que existen esos nacionalistas benéficos y no lo que la experiencia de treinta años nos enseña: Pacto de Estella, Pacto del Tinell, Perpignan, Plan Ibarretxe y su consulta entre tiros y bombas, sin libertad; nacioncillas, discriminación lingüística, oposición a la Ley de Partidos y Pacto Antiterrorista con lo que ello tiene de cobertura del terror, permanente rechazo de la nación española y sus símbolos, etc. Vamos, el habitual negocio nacionalista que tan bien conocemos y que Cospedal no quiere recordar en su discurso. En fin, se dice cualquier memez a la sombra del jefe con tal de salir en la foto. Remata el cuadro Núñez Feijoo no descartando pactar en Galicia con el BNG. Pero tranquilos, que todo es estratégico, dicen. Pero tarde o temprano uno termina siendo lo que hace y no lo que piensa, don Mariano.

Y nada, sigue el tararira de que María San Gil está manipulada, es decir, que la hasta ahora heroína torna en gilipollas, que toma pastillas y así, que el texto que finalmente se propone es el suyo, que no ha explicado su espantá. Hasta hay un periódico que sugiere difusos motivos económicos para su salida del PP del País Vasco. Murga basurienta, tipo a la operación contra Nicolás Redondo. A María le presentaron un primer texto infumable. Luego le mandaron a pelear con Lassalle puntos trascendentales relativos al concepto de nación, discutible a lo que se ve. Sólo cuando María se plantó tragaron con sus posiciones en el texto; pero para taparle la boca. “Si pone lo que ella quería”, machacan. Es decir, fueron a medir hasta dónde se podía llegar. Esto recuerda a Groucho Marx y aquello de los principios: si no te gustan estos tengo otros, María. ¿Por qué no publican el primer texto del señor Soria?
Así que San Gil no se fía de Rajoy y su equipo. Me inquieta que el argumento de la pérdida de confianza en el líder, a muchos no les parece motivo suficiente para plantarse. ¿Qué es la política sin confianza en tu líder? Un ejercicio funcionarial. Y esa mujer vasca no lo es, gracias a Dios. Lo peor de la crisis pepera es que el gallego no parece capaz de arreglarla, ojalá me equivoque. El cadáver político desafía a los descontentos, enrocado en un sistema de elección que le beneficia. El mal está hecho y aunque Mariano gane el congreso de Valencia, no gana. Y no le importará ganarlo con el aval que, temprano, demasiado temprano, le entregó María San Gil.

21 mayo 2008

Una palada de mierda


En la Transición se pensó que a base de estatutos de autonomía y una sobre representación en las Cámaras, los nacionalistas se aplacarían. Se integrarían en el sistema y con la panza llena, olvidarían más gaitas. Ese bálsamo, añadido al de la graciosa impunidad concedida a muchos etarras, cuyos asesinatos pasaron sencillamente a ser olvidados –allá penas las víctimas… que algo habrían hecho– pondrían al morlaco etarra en situación de entregar la cuchara. Era la lógica de los tiempos, hombre. Pero los nacionalistas asesinos y sus cómplices, Eta y HB, más el PNV y demás, o sea, los cómplices de los cómplices –que denunciaba recientemente Aurelio Arteta en Diario de Navarra– siempre han querido más. Exactamente, lo quieren todo. La ruta marcada por Sabino Arana hacia la independencia, hacia la destrucción de la odiosa España, nunca ha sido abandonada por esos consentidos pedigüeños y extorsionadores, adoradores de lo telúrico en beneficio propio.

Y una y otra vez han ido derribando las fronteras que los ingenuos, o vete tú a saber, señalaron como tranquilizadores límites de las pretensiones secesionistas. Los cuales, una vez traspasados, requerían retranqueos que, esta vez sí que sí, establecían nuevos definitivos hitos saciantes del separatismo. Y así hasta el ridículo, como si esa gente fuera capaz de autolimitarse, de echar pie a tierra, parar en busca del bien común. Nada, nada. Estas décadas demuestran que los partidos nacionalistas tienen sentido si pedalean y sólo si pedalean. Y no les importa un muerto correr con ventaja tan decisiva y sangrienta: los tiros y bombas de Eta. Esos tipos pedalean más y mejor tras moto; tras muerto, mejor dicho.

Y Zapatero recibe por enésima vez a Ibarretxe para escenificar un desacuerdo. Zp dice que si el Estatuto que si la Constitución y que no habla mas que por ahí. Ibarretxe pide lo que hablaron en Loyola con la Eta de contertulia. Sí, los mismos que acaban de ser detenidos ahora en Francia. Oye, digo yo que, aprovechando que los tenía a mano en aquellas negociaciones políticas de nada, si Zp los hubiese enchironado ¿cuántos muertos podríamos haber evitado? Pero de estas cosas ahora queda muy mal hablar. Estamos en tiempos de unidad post mortem. Olvidemos que Zapatero es un redomado embustero. Tras las elecciones toca fiarse del felón y no pedirle más cuentas de la mendacidad, de la persecución del discrepante vía mediáticas picadoras de carne. Especialmente de carne jienense: la de Alcaraz.

Así que Rajoy, a cuenta de la representación de la Moncloa, expresa satisfacción por la insatisfacción de Ibarretxe. Añade que si Zapatero ha dado nones al ciclista alavés, los españoles hemos dado un paso adelante. Vamos, que Rajoy no ha dicho nada tras la caída del telón del teatrillo. O peor: aplaude a Zp. Con razón se ríe el socialista en sus barbas diciendo que no tiene queja del gallego en lo que va de legislatura. Que muy bien, Mariano. Es que ahora los aledaños del gallego no paran de repetir que no harán política basándose en juicios de intenciones. Aunque no se lo crea, querido lector, ¡hablan de Zapatero! La realidad es que el Plan Ibarretxe existe a costa de más de ochocientos muertos y que la reforma del estatuto de autonomía del País Vasco que, picardías y escaramuzas mediante, nos van a cocinar nacionalistas y socialistas, es hija del mismo pecado original. Y aquí todo el mundo a callar. No se cuestiona la legitimidad de la cosecha de sangre. Tendremos otra nacioncilla más en mortal detrimento de la nación española, por cuya destrucción fueron matados los nuestros. Y a sonreír, oiga.

No me extraña nada que María San Gil haya salido corriendo con desconfianzas. Está claro que el nuevo rumbo de Mariano incluye el entendimiento con los nacionalistas. Y eso no excluye al PNV. Quiere volver sobre los onerosísimos ­–en todos los sentidos– errores que nuestra democracia ha ido cometiendo durante décadas. Enterremos el Pacto Antiterrorista. Exagerado, me dirán ustedes. Pero es cierto que Rajoy ha sacado del discurso ese asunto, como otros. Y me da que Mariano, en busca de unos votos, acepta el descacharre nacional llevado a cabo por Zapatero. No siendo capaz de liderar la idea de la nación, se adapta al resultado electoral, aceptándolo como molde ideológico. Terrible pragmatismo. Ojalá que el futuro desmienta mis temores.

Total, para mí que a María, desde que se amoscó a cuenta de unas reuniones de Rajoy con Imaz a sus espaldas, algunas cosas le han desbordado el vaso de la paciencia. Pero como la otrora heroica San Gil, tentada por Rajoy nada menos que con el número dos al Congreso por Madrid, ahora es una simple cabezona manipulada por Mayor, la COPE y El Mundo… Antes que reconocer las evidentes diferencias, Génova prefiere una paladita de mierda.

15 mayo 2008

Unidad post mortem. Diario de Navarra 17.05.08


Tras el atentado de Legutiano, imagino los escombros ocultando el cuerpo inerte del guardia Juan Manuel Piñuel y no puedo dejar de pensar en ellos... ¿ellos? Sí, los únicos verdaderamente importantes ahora: su esposa e hijo. Los escombros cubriendo a Juan Manuel son el trasunto del montón de añicos al que se ha reducido el proyecto vital de ese matrimonio con su hijo; su joven prolongación. Intento imaginar el dolor de su familia, el descomunal dolor de hace demasiados cientos de familias, y se cruza en mi mente Ibarretxe, en general el nacionalismo recolector de nueces. Nos llegan noticias de sus hipócritas condolencias emitidas a pie de obra de planes separatistas, destructores de la nación y arropes institucionales a la Eta del escaño. Ibarretxe destila en su insoportable lagrimeo la perversa visión de la víctima como “herido”, no como ciudadano español asesinado por una idea política totalitaria que él comparte. Los nacionalistas, no sólo ellos, ocultan la razón política de la víctima, a la que no soportan mirar con ojos ciudadanos porque les acusa irrefutablemente. Quienes, como Ibarretxe, empujan proyectos políticos compartidos con Eta mientras persiste el asesinato y el acoso, siquiera una sombra, no pueden asomarse al dolor de las víctimas sin despreciarlas, sin despreciar, por tanto, la nación que encarnan y que muchas defendieron a tan alto precio.

En el Parlamento Foral votación. NaBai, es decir, Ibarretxe aquí, no apoya a la Guardia Civil. No es extraño. En el ayuntamiento de Lesaca, con Ramírez presente, afirmó que la Guardia Civil torturó a aquellos angelitos detenidos por la masacre de la T4. Pero hombre, si Zabaleta es cofundador de la organización terrorista Herri Batasuna y no se arrepiente. ¿Podría esperar alguien su apoyo al cuerpo que enchironó a Vicente Nazábal, su compañero de despacho, por matar de cinco tiros a Jesús Ulayar? No seamos ingenuos. Pero quita, que hay gente para todo. Incluso para querer formar “un gobierno de progreso para Navarra” –échale guindas al pavo– con tan acabado exponente de podredumbre moral. Ahora dicen alegrarse de no haber formado aquel “gobierno de progreso” –échale más guindas– con IU y NaBai. Pero vamos a ver, ¿qué es lo que había cambiado en esa gente desde hace cuatro, cien o quinientos muertos para acá, el pasado verano, y que no supiéramos el común de los mortales? Pues nada, hombre, nada. A otro perro con ese hueso.

Por lo demás Eta sabe que Zapatero mantiene la autorización del Congreso para negociar; para cuando, entre bomba y bomba, mejor les parezca. Garzón sigue sin decirnos por qué ha dado carpetazo a la investigación sobre el chivatazo policial al aparato de extorsión de Eta. Aquel aviso al propietario del bar El Faisán para que los extorsionadores de la banda no fueran detenidos cuando iban a entregar los dineros a los cabecillas etarras, los mismos tipejos del bombazo de Legutiano. ¿Cuántos chivatazos como el de El Faisán habrán financiado asesinatos como el de Juan Manuel Piñuel, todo a mayor gloria del proceso? Qué incómodos interrogantes ¿verdad? ¡Vaya! ahora que hemos asistido a la anestesia de la unidad post mortem, viene este tipo de la AVT y tira una piedrica al lago rompiendo su planísima superficie con incómodas ondas. ¿Cuál es la virtud de esa tan celebrada unidad de los partidos en el Congreso? Hacer como que no sabemos de la mendacidad zapaterina. Para la causa del muerto, la nación de ciudadanos libres e iguales, ninguna. No me pidan que negocie la realidad con mis ojos. Para unidad nacional la del Pacto Antiterrorista, que a Eta la llevaba al final. Pero sigue enterrado. Triste homenaje a nuestros muertos, triste España.

12 mayo 2008

Real y triste


Don Juan Carlos ha elogiado al presidente Zapatero en términos desconocidos hasta la fecha. Algo inédito. Los anteriores presidentes no gozaron nunca de semejante alabanza real en público, al menos durante el ejercicio de sus funciones. La Casa del Rey ha salido al paso de la leve, leve, polémica creada, diciendo que era un comentario informal el de don Juan Carlos y no unas declaraciones oficiales. Eso a mí me da exactamente igual. El Monarca respondió claramente a una pregunta igualmente clara de la periodista. Bien, sabemos qué opinión anida, bajo la corona, en la regia testa de don Juan Carlos I de España. Y lo dicho por el Rey me parece no ya mal, me parece desalentador, frustrante. Y qué quieren que les diga, que tal vez ni eso. Me curé de espantos. Así que lo que me sale es intentar entender al Rey. Y a resultas de mi cavilación, la conclusión es que acepta lo del estado plurinacional y la soberanía por partes en mortal detrimento de la soberanía nacional de la Constitución Española. Sí, esa que defendían tantos asesinados por Eta. Tal vez me equivoque, pero no me negarán que la pinta es horrorosa. ¿Juan Carlos I de la Confederación Ibérica de Naciones, la Expaña de Antonio Burgos?

Soy veterano en esta cosa de ser víctima del terrorismo. Y no estoy para andarme en bobadas de bizcocho. Me niego a negociar con mis ojos, oiga, que ven lo que ven. Desde mi infancia he conocido el acoso nacionalista al grito de ¡españoles!, el asesinato de mi padre, aquel “algo habrá hecho”, el desprecio y la opresión que el nacionalismo continuó dispensándonos a viuda e hijos… Y así, amigos. En fin, que treinta años a contar desde el agujero de la serpiente que es Echarri Aranaz desde los setenta, dan para mucho decir.

Recuerdo que en casa se recibió un telegrama de condolencias de la Casa del Rey tras el asesinato de mi padre a manos de Eta. Más concretamente a manos del etarra Vicente Nazábal, compañero de despacho de Patxi Zabaleta, ese miserable. Vuelvo al telegrama. Recuerdo que me pareció poca cosa, la verdad. Esa era toda la respuesta de los Reyes ante el drama de mi madre y hermanos, el del chaval que vio matar a su padre en sus mismas narices unas horas antes. Pero fue un pensamiento fugaz. Pensé que don Juan Carlos tendría muchas ocupaciones. Al cabo, mi padre era absolutamente desconocido y nosotros sólo éramos mi familia, nada más. Ciertamente, durante décadas, España ha maltratado minuciosamente a los suyos mientras se mostraba lisonjera con los nacionalistas, sustentadores políticos del terror, y concretamente de nuestra tragedia familiar.

En aquellos años de plomo Eta nos mataba al por mayor; fácil, como quien disparara en un tiro al pichón. Las víctimas vivíamos escondidas y rodeadas del “algo habrá hecho” y la teoría del empate infinito de los cojones, según la cual el final necesariamente era una negociación con Eta, porque la mafia esa era invencible. Recuerdo que los etarras se sentían tan fuertes que despreciaban la negociación. “NEGOZIAZIOA EZ”, escupía en negro durante décadas un pintada en Arruazu junto a la carretera, pueblo cercano al mío. Pero tras cada atentado –cientos– tras el asesinato y la mutilación, don Juan Carlos, el gobierno de turno y la oposición constitucionalista, es decir, los nuestros, nos repetían hasta la saciedad el mismo mensaje: esperanza, confiad en el Estado de Derecho que con toda seguridad vencerá al terrorismo. Y aquellas prédicas aún resuenan en mi cabeza. Treinta años rebotando de un lado a otro, sin salirse, del cráneo de este español que suscribe. Necesitábamos confiar en nuestras instituciones. No había otra salida, porque otra salida era la venganza y la desesperación destructora. Y muchos eran los peligros que acechaban a la recién nacida democracia.

Y así fuimos arrimando el hombro en la construcción de nuestro sistema de convivencia y casi conseguimos, ay, la derrota de Eta. La promesa de la democracia española a sus víctimas iba a cumplirse definitivamente. El Pacto Antiterrorista era la mejor de las situaciones posibles en la reparación moral y política de las víctimas. Hasta que llegaron las malas artes de ZP. Sería enojoso el trabajo de volver a apilar sobre estas líneas las archiconocidas pruebas de la doblez y mendacidad de José Luis Rodríguez Zapatero, de su felonía al fin, en todo el triste asunto de los tratos con Otegi, Ternera, De Juana y gentuza de similar jaez; nuestros asesinos, vaya, mientras se lanzaban huestes zapaterinas al acoso y derribo de la AVT, especialmente del honrado y valiente Alcaraz.

Tan bonitamente, ZP rompió la promesa de la democracia española a sus víctimas; sacrílego él, me atrevo a decir. Se alió con la antiespaña, los nacionalistas, mi tortura desde niño, en un proyecto destructor de la nación por cuya defensa fueron asesinados tantos ciudadanos; para cuya destrucción fueron matadas todas las víctimas. Ellas encarnan la tenacidad democrática española, la nación misma. Estos zapaterescos años, han elevado la intensidad del dolor, por el engaño, de la inmensa mayoría de las víctimas a niveles de los años ochenta. Despreciadas e insultadas.

Y nada, don Juan Carlos declara que Zapatero es un compendio de virtudes, un hombre honesto y recto. Esto adquiere la apariencia de una real aprobación de los actos del fullero presidente de mis pecados. Y no consigo encajarla con los discursos regios sobre las víctimas. ¿Serían filfa? ¿Serían unas vendas para la víctima “herido” que terminan por tapar su ciudadanía? Un sacrilegio en términos cívico nacionales. Tanto caminar, tanto construir, para esto. El desánimo ciudadano de esta víctima que les teclea tienta al pensamiento, empuja razón y espíritu a decidir que no valieron la pena la abnegación ni el civismo. Ni por este Rey de mis desafectos, con el que no logro ya identificar mi nación; incluso ni por ella misma, triste nación pancista y achatarrada.

08 mayo 2008

Tres flores sevillanas


Todos los años –ya van diez– el seis de mayo, la Fundación Tomás Caballero conmemora el aniversario del asesinato del concejal pamplonés con algún evento, siempre interesante, cuya temática obligadamente suele rondar alrededor de la libertad.

Este año ha montado una exposición fotográfica llamada 40 días rojos. Este nombre alude a las cuarenta personas asesinadas por Eta en Navarra. Amigo lector, acérquese a la Sala de Armas de la Ciudadela de Pamplona, no se la pierda por nada. Y hágase con el extraordinario catálogo de la exposición, que amplía muy notablemente el material fotográfico y los textos de los paneles que allí se muestran. Un trabajo único, sobresaliente. Contémplelo y hágase cargo del golpe infligido por el terrorismo nacionalista a la sociedad democrática de Navarra en las –nuestras– víctimas del terrorismo. Reflexione ante fotografías y textos. No se sienta ajeno. Ellos son nosotros. Quien yace muerto en el suelo cubierto con una manta es uno de los nuestros. Ese cuerpo horriblemente desfigurado, es uno de los nuestros, el rostro golpeado de la nación española.

La charla inaugural de esta exposición ha corrido a cargo de Teresa Jiménez-Becerril. Como sabrán, esta mujer es la hermana de Alberto, concejal del Partido Popular en el ayuntamiento de Sevilla que, como Tomás Caballero, fue asesinado hace diez años por Eta junto con su esposa Ascen García. Los tirotearon de regreso a casa. Una hermosa pareja con flores de amor en la mano de ella. Cayendo de entre los dedos de Ascen, quedaron para siempre en la calle Don Remondo aquellas tres flores. Como para siempre quedaron huérfanos en casa tres niños… una abuela. La abuela Teresa que acompañó en Pamplona a su hija. La abuela Teresa, que desde aquella noche sevillana de tristezas inefables, es quien mayormente se ocupa de sus nietos, de los hijos de unos padres matados por canallas como De Juana, que se ríe de ellos; siniestro paseante proclive al proceso de pazzz, según informó Zp. No como sus ingratas víctimas sevillanas. Tal vez por ello, todos los años las zahiere el alcalde Sánchez Monteseirín, ese miserable.

Cosas puestas en razón nos dijo Teresa hija, esa delicada fortaleza, precisamente dentro de la Ciudadela pamplonesa. Practica la virtud de poner el dedo en la llaga con la intensidad de la palabra ciudadana y con sencillez bella y acogedora de dulce acento, como extraída de la pacífica tertulia familiar de un patio andaluz. Un discurso eficaz, del que sobresalen tres afirmaciones sobre la negociación de Zapatero con Eta. La primera: nunca aceptará una paz que no pueda explicar a sus sobrinos. Añado yo que cualquiera que se reconozca ciudadano pleno tampoco la querría, aunque esos tres hijos sevillanos, las tres flores de Alberto y Ascen, no sean sus sobrinos. La segunda y en referencia a las manifestaciones de la AVT: hemos salido muchas veces a la calle contra la negociación. Desde el gobierno se negaba y nos acusaban de que no queríamos la paz, que queríamos venganza. Nos han llamado mentirosos. Insultados cuando todos saben que teníamos razón. Nadie nos ha pedido excusas. Y tercera: las víctimas nos sentimos humilladas cuando nos vemos en la obligación de explicar por qué no queremos que se negocie con nuestros asesinos.

No encontré en el acto representantes políticos de los partidos implicados en el bochornoso asunto de la negociación. Ni zapaterinos ni nacionalistas ni IU. Sólo hicieron acto de presencia algunos de ellos, en el responso del cementerio y en la misa funeral celebrados previamente. Es decir, allá donde la víctima fue más objeto de piedad que otra cosa. Donde la mera corrección formal salva del trance. No podían estar donde se afirmaba la razón ciudadana, por tanto política, de las víctimas. Porque las víctimas han sido asesinadas en pos del proyecto político de la sentimentalidad totalitaria nacionalista. Porque las víctimas han sido menospreciadas por Zapatero. A estos representantes les repugna la verdad de Teresa y sólo les interesa la víctima como un herido al que atender, al que ocultar en definitiva. Políticos mezquinos que, cada uno por su interés, obvian la causa política de esos muertos y heridos y no soportan su rostro ciudadano porque les acusa.

Previa a la intervención de Teresa, Tomás Caballero hijo hizo una introducción en la que se refirió al fallecido periodista polaco Ryszard Kapuscinski, quien afirmaba que el periodismo no es para los cínicos. Ni la política debiera serlo, murmuré a mi acompañante.

04 mayo 2008

Primera Comunión



Hoy cambio el rollo radicalmente. Nuestro hijo Jaime recibió este sábado su primera, que no última, comunión. Con esta entrada lo habrán intuido, pero me urge declarar que no ha sido un mero acto social. Maribel y yo intentamos inculcar a nuestros hijos la fe en Jesús de Nazaret. En mi caso, no sabría explicarlo muy bien, la verdad. Creo que creo, pero en cualquier caso, si algo de fe tengo, es escasa y vacilante. “Fe que no duda es fe muerta.” Si hacemos caso a esta sentencia de Unamuno debiera estar contento. Pero no se crean, que la cosa es una gaita.

El caso es que Jaime ingresó en la comunidad de los hijos de Dios con el bautismo. Ahora este sacramento le abre más puertas a la Gracia Divina. Y si decide ir alimentando su fe a lo largo de la vida aceptando la Gracia, será cada día más libre. Más o menos es lo que creo o tiendo a creer. A partir de ahí no sé mucho más. Siento lejanas y no muy plausibles las ternezas en el terreno de la fe en Jesucristo. Me cargan los fastidiosos relatos de quienes juran sentir la presencia de Dios detrás de la puerta de su váter, entre las mantas de su cama o en el escritorio de su oficina. Para muchos es socorrido vivir así, supongo. Descarga mucha responsabilidad en Dios, para bien y para mal. Tiendo a pensar que se autoengañan o algo así. Seguro que soy injusto, pero bueno. Que alguien me disculpe. Es que paso por una etapa destructora y no me cuesta mucho zumbar al prójimo. No me hagan caso.

En su día me hice bastante refractario al providencialismo. En contra de lo que repite mucha piedad popular, Dios no es la explicación de cada cosa, buena o mala, que me ocurre. Mi suegro Emilio quedó huérfano de padre y madre siendo muy niño, de modo que apenas recuerda cosas de sus progenitores. Dios se los llevó al cielo, Dios sabe por qué, Dios jodió la vida de Emilito… Qué simpático el dios ese… Que Emilito se criara sin padre ni madre, arrostrando así para siempre carencias y traumas, no era voluntad de lo alto, digo yo. Esto a modo de ejemplo. Esta actitud mía de rechazo del providencialismo creo que es muy razonable, aunque tal vez haya ocasionado daños colaterales: resulta que no encuentro a Dios por parte alguna de los días, leches. Y hombre, ni lo juno ni lo jotro ¿no? Esta simpleza mía, un todo o nada, me dejó así, como un tonto incapaz de descubrir a Dios en los pucheros, como Santa Teresa. No sé. El caso es que lo mío es muy a palo seco de siempre. Y claro, costoso.

Pido a Dios que les enseñe a mis hijos Daniel y Jaime a descubrir su mano en lo cotidiano, de manera que lo tendrán todo medio ganado en su fe. A ver si de rebote aprende algo el cabestro de su padre. Complicado lo tengo, pero bueno. He intentado desasirme del tantas veces áspero discurrir de mi vida religiosa, proponiéndome el ejercicio de no creer. Con un par. Así, a propósito, poniéndome de lado del enemigo. No se puede, oiga. Créanme, me resulta mucho más complicada la increencia. Me es completamente imposible renunciar a Dios. Todo mi ser lo sabe, lo grita: Dios está ahí. No como un dios lejano y que es “algo” en que necesitamos creer para explicarnos a nosotros mismos, sino como alguien que nos manifestó la verdad mediante Jesús: somos hijos del Padre, por tanto hermanos. Y ahí tenemos la misión: no podemos pasar por la vida, como quien transita un pasillo. Se trata de implicarnos con los demás, con esta puñetera realidad social en la que vivimos y otras que nos resultan más ajenas y lejanas.

El problema radica en la conexión de esas grandes verdades que llevo empotradas en el alma, con el resto de mi pobre ser. ¡Qué listo! De modo que así ando, como en tierra de nadie, pero de Dios, vaya. Eso creo, espero. Como náufrago en bote salvavidas, seguro de que rema en la dirección adecuada, aunque no vea un puñetero punto en el horizonte que delate tierra firme. Sé que está. Ya ven, el día de la Primera Comunión de Jaime es, por un momento, el día de las flaquezas de su padre. No es una cuestión de egocentrismo, que a lo mejor también; es que no era un simple acto social, sino que ha toquiteado en mis bases, las que me fueron transmitidas y siento ciertas.

Mientras Jaime accionaba por el presbiterio leyendo una petición en modo adorable o recibía la sagrada forma, yo recordaba, como levantando acta, la intervención de mis difuntos padres en mi vida de cristiano, en mi vida, vaya, que no hay una y otra vidas. Y besé con cariño el anillo de mi meñique, alianza de bodas de mi madre, recibida a su vez de su suegro, mi abuelo José Miguel, fracasado en su intento de “américas” argentinas, que vivió y murió como hombre honrado y pobre, a que decir otra cosa. Como su hijo Jesús, mi padre, hombre de fe implicado en la historia que le tocaba vivir y que le costó que lo asesinaran. Vamos, un recorrido emocionado por los tan preciados eslabones precedentes de mi vida, por las distintas facetas de sus existencias. Sintiéndome muy honrado por sus vidas. Ante la memoria de aquellas gentes de bien y de profunda fe, ante Dios y mis hijos, hice una suerte de recepción y aceptación de herencia de esa carga de vida que, como torrente de agua que baja de lo alto, llega hasta hoy, hasta mis hijos, con la ayuda de Dios: la fe, tesoro que albergo y que, idiota de mí, no agradezco ni acierto aprovechar como se merece. Pero bueno, con bastante de paz, no se crean.

02 mayo 2008

Imprescindible Antonio Herrero







Doce años imprescindible en mi dial. Qué solo me dejó.



¡Ah, Dos de Mayo! no hay fecha de morir que mejor le cuadre.

Dos de Mayo


Pinche aquí y lea la magnífica columna de Agapito Maestre en Libertad Digital a propósito del Dos de Mayo. Desenrédese de la modorra, de la siesta nacional que se nos proporciona. Qué pereza de clase política.

01 mayo 2008

Qué decía el gobierno sobre ANV

Pinche aquí, vea el vídeo y sonrójese de parte de sus protagonistas, ya que ellos no lo hacen. Faz de hormigón. Muy atentos al Guantánamo de Conde Pumpido.

Triste España


Cualquier ciudadano que haya permanecido consciente durante el proceso de negociación con Eta, que duró desde hace años hasta el asesinato de Isaías Carrasco, sabe que la presentación de listas de la última marca de Eta, ANV, fue un mayúsculo y desvergonzado espectáculo circense a cargo del gobierno Zapatero y la fiscalía. Ahora tenemos la buena noticia, qué digo, la excelente nueva, de que la alcaldesa de Mondragón por ANV entra en prisión por orden del inefable juez Garzón. Le acusa de colaboración con Eta.

Garzón, Garzón. Este hombre que se ha manifestado públicamente a favor del proceso de negociación de Zapatero con los asesinos. Calificó de valiente a nuestro embustero presidente. Curiosa confusión de embuste por valentía. Está de moda. Es decir, se pronunció políticamente sobre un asunto que le condicionaba como juez. Y lo hizo en público este Garzón, transformado así en juez y parte, que nada ha contado del chivatazo del bar Faisán. Los cobradores de la extorsión etarra a empresarios fueron oportunamente avisados de cuándo no pasar a Francia con los dineros y evitar así ser detenidos. Ello desde la propia policía, según conversación grabada a uno de los implicados. Don Baltasar también se manifestó favorable a que la justicia se aplicara de manera acorde al contexto político. En esto coincidía milimétricamente con el Fiscal General, es decir, con su valiente Zapatero al que tanta lisonja ha dedicado.

Según esa salvaje teoría, mañana aplicaría la actual legislación penal de forma acorde a las condiciones políticas que pudiera crear un Chávez español o su contrario. Lo decente sería que un juez como Garzón colgara la toga y dejara su tarea a otros más imparciales. Pero hace mucho tiempo que todo el mundo ha aceptado esta sangrante anomalía del sistema democrático como si tal cosa. Desde el punto de vista cívico, es sencillamente escandaloso. Hagamos un rápido recordatorio de su pasado. Recordarán que investigó los Gal, se presentó como candidato por el PSOE de Felipe –comprometido hasta el tuétano en sus investigaciones– y seguidamente dejó la política sin llegar, ay, a ministro. Así que continuó investigando los Gal y buscando a míster X. Esa promiscuidad garzonita entre lo ejecutivo y lo judicial nunca debió suceder. En cualquier cabeza cabe que este hombre no debiera haber vuelto tan ricamente a la Audiencia Nacional. Qué menos que unos cuantos años en un programa de desintoxicación política, digo yo.

Hace unas semanas, un amigo con contactos en la periferia de las zahúrdas etarras, léase abogados de presos y tal, me decía que a esa gentuza le habían llegado mensajes claros del ámbito gubernamental y judicial. El contenido de los mensajes sería que se terminó, que tras lo de Isaías Carrasco –no tras lo Trapero y Centeno, total, dos guardias civiles…– iban a saco a por ellos. O algo así. Hombre, no deja de ser un rumor, pero el convencimiento en la citada piara terrorista existe. Y la venturosa detención de Galparsoro alimenta a gritos la sospecha. No se preocupen, que todo tendrá una explicación. Pero a estas alturas no nos chupamos el dedo.

Total, que nadie le quita a uno de la cabeza que el uso arbitrario de los poderes del estado que ha llevado adelante Zapatero, deslegitiman el Estado de Derecho que tanto sacrificio nos ha costado construir. Singularmente a las víctimas del terrorismo. A lo que va dicho añadamos que el poder legislativo, a impulso de Zapatero, aprobó en mayo de 2005 una resolución para que el gobierno negociara con Eta. Sabían perfectamente que las condiciones que se citaban para la negociación –diálogo dice la resolución, ¡ja! – estaban para incumplirse, deseosos de que se alcanzara una acuerdo con Eta con resultados favorables a la disgregación de la Nación. Justo en sentido contrario de lo que defendieron tantas víctimas del terrorismo y dice la Constitución, aquello por lo que fueron matadas.

Rubalcaba mentía por aspersión con las falsas verificaciones de la inactividad de Eta. En el poder judicial un juez político que alaba la negociación, anda metido en el meollo de estas cuestiones en la Audicencia Nacional. Añadan la vergüenza de las listas de ANV selectivamente impugnadas ante el Supremo, esta sí porque quiero, esta no por lo mismo. Un Tribunal Supremo que no pudo o no quiso defendernos frente al abuso totalitario de Zapatero. Pero amigo, con el ambiente de pazzzzz zapaterina en el que abundaban las loas a Otegi, los dicterios contra cualquier opositor al engaño zapateresco y hasta el insulto a víctimas del terrorismo –véase la miserable persecución a Alcaraz– , cualquiera se atreve ¿eh señores jueces? Con este panorama ¿alguien puede esperar que lo traten como a un ciudadano? Añadan ustedes toda la cañonería del equipo mediático del gobierno.

La Galparsoro está ahora a buen recaudo y ZP sacará pecho. El entramado digamos que político de Eta está siendo acosado. ¡Magnífico! Pero todos sabemos que ya podía estar finiquitado hace tiempo de no ser por Zapatero. Que ANV está en las instituciones cobrando de nuestro dinero porque José Luis Rodríguez Zapatero lo ha querido. Con la mili que llevamos encima y a estas alturas aún seguimos pagando las balas al terrorismo que nos mata. Precisamente con eso zaherían los proetarras a la familia de Gregorio Ordóñez por las calles de San Sebastián. ¡Devolvednos la bala!, decían esos cabrones. Y no pasa nada, reelegimos en las urnas al responsable de que vuelvan al pasto presupuestario. Entre tanto la resolución del Congreso sigue vigente, por más que haya habido elecciones. Txeroki y los suyos pensarán “siempre nos quedará Egiguren”. Qué triste España.