Bueno, a quienes quieren igualar de algún modo la desesperación de un hombre como Emilio Gutiérrez, una víctima desamparada por esa cosa llamada Estado de Derecho, parangonándola con la inquina etarra, enterrándolo todo en mierda buenista, les prescribo la lectura de este impresionante artículo de mi amigo Agapito Maestre. Cómo sabes, maestro Maestre. En tierras del Quijote se dan estos tipos.
Escapar

El 27 de enero de 1979 tu sangre y la lluvia mojaron nuestra acera
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28 febrero 2009
Emilio Gutiérrez, la razón exasperada
14 febrero 2009
Inmerecido puesto de pódium

Días atrás en esta acera les tengo dada noticia del sitio www.elpodium.es en forma muy elogiosa. Pues bueno, estos amigos han cometido el yerro de admitirme como firma invitada en su número 4. Les aseguro por Snoopy, pues me enseñaron a no jurar, ni siquiera por ese perrito tan simpático, que nada tenían que ver aquellos mis elogios con el hecho de que los chicos de El Pódium publiquen mi mejorable articulito. Y si no me creeen qué quieren, da igual. Total, que si no tienen otra cosa que hacer pinchen aquí y averiguarán qué se me ocurrió perpetrar sobre la verdad y las relaciones sociales partiendo de una cita de mi amigo el filósofo Agapito Maestre. Necesaria la verdad; pero en su medida, ojo. El siempre franco y veraz es completamente insociable, funesto para la convivencia. Ahora que... ¿se imaginan al cinegético juez Garzón víctima de un ataque de franqueza absoluta como el de Jim Carrey en aquella comedia de 1996 titulada Mentiroso complusivo? Oiga, para alquilar sillas.
13 febrero 2009
Tristuras

Mi tristura se identifica con el asunto sobre el que escribía ayer Hermann Tertsch en su columna de ABC. Ese asunto es un novelista y periodista austríaco llamado Joseph Roth, exiliado en París por culpa del ascenso nazi en Alemania y Austria, que palmó ayudado por la absenta y por su ninguna gana de soportar aquel desastre. Desconozco las libaciones de absenta, pero sí conozco -vaya que sí- el sombrío estado de alma que Hermann transmite hablándonos de Roth. Amigo Hermann, en lo de la absenta no hay salida muy real; así que toca continuar la siembra sobriamente jodidos, con la seguridad de no recoger fruto y manteniendo la helada alma a la espera de ser templada por un sol que tarde o temprano saldrá... o no.
05 febrero 2009
Zalacaín

Este par de docenas de palabras me pararon un buen rato. Pasmosa descripción de una gente pobre. "El viejo, la mujer y los chicos tenían sólo carácter de pobres; eran de esos tipos y figuras borrosas que el troquel de la miseria produce a millares."
El miedo de la Ignacia por Carlos Ohando. "La muchacha, que no tenía gran inclinación por Carlos, al verle tan violento, cobro por él desvío y miedo."
De la simple de doña Pepita. "Martín llegó a convencerse de que la buena señora tenía una imposibilidad irreductible para enterarse de las cosas. Lo veía todo a su gusto y se convencía de que los hechos eran como se los había pintado su fantasía."
Anda que esta conversación... Martín arremete contra la jota navarra. Y lo siento por los aficionados. La encuentra petulante y argumenta contra ella. Entonces, el periodista que le acompaña... "-¿De manera que para usted este canto es como una falsificación del valor y de la energía? -Sí, algo así. -Está bien. Lo diré en mi próxima crónica. ¿No le parece a usted mal que me sirva de sus opiniones? -De ningún modo, porque a mí no me sirven de nada." Continuando el paseo del periodista y Zalacaín por Estella. "Juego, campanas, carlismo y jota. ¡Qué español es esto, mi querido Martín! -dijo el extranjero. -Pues yo también soy español, y todo esto me es muy antipático -contestó Martín. -Sin embargo, son los caracteres que constituyen la tradición de su país -dijo el extranjero. -Mi país es el monte -contestó Zalacaín."
Momento en el que Martín confiesa a un comandante liberal que le falta ambición y su porqué. "¿Creerá usted que yo ya no tengo casi ambición? -¿No? -No. Sin duda eran los obstáculos los que me daban antes bríos y fuerza, el ver que todo el mundo se plantaba a mi paso para estorbarme. Que uno quería vivir, el obstáculo; que uno quería a una mujer y la mujer le quería a uno, el obstáculo también. Ahora no tengo obstáculo, y ya no sé qué hacer. Voy a tener que inventarme otras ocupaciones y otros quebraderos de cabeza." Claro, el aventurero.
Finalmente el capítulo VI titulado Las tres rosas del cementerio de Zaro. Pero no lo copio aquí, que ya me va quedando largo. Son dos páginas para quedarse totalmente colgado.
Nada amigos, que nuevamente tenemos pendiente Zalacaín el aventurero.
03 febrero 2009
Una sentencia pa´ salir corriendo

Tal vez -no lo niego- existan personas en este desgraciado país que sean tan honradas como mi amigo Jose. De lo que tengo serias dudas es de que existan personas en este desgraciado país más honradas que mi amigo Jose. Y esa inefable sentencia ha sido utilizada por las habituales meretrices monclovitas para ponerlo en duda. En este asunto, al margen de otras consideraciones y protagonistas, me llama poderosamente la atención el papel de Daniel Portero. Este hombre es la prueba irrefutable de que el mero hecho de ser víctima del terrorismo no garantiza que uno se conduzca siempre como una buena persona. Portero ha escrito auténticas barbaridades sobre Alcaraz y su junta, precisamente en estos años tan delicados por los que hemos pasado, con las negociaciones del gobierno y Eta y el intento de zapatero de liquidar la AVT. Han sido verdaderamente duros. Como delegado de la AVT, doy fe. Vaya que sí. A ver, sitúense. Imaginen que se encuentran remando en una barquita -digamos la AVT- zarandeada sin piedad por el fuerte oleaje de los de la ceja zapatera de la negociación con Eta y con rosas a la batasuna Goirizelaia. ¿Qué les parecería tener de compañero de tripulación a un insensato que reparte mandobles a diestro y siniestro allí dentro? Desolador ¿no?
Opino que Portero, por alguna razón que se me escapa, tiene una inquina irracional hacia Alcaraz. No le ha importado dar bola a publicaciones como El Plural, Interviú y demás patulea mediática favorable a la negociación zapateril con Eta, esas verdaderas picadoras de carne que han puesto a Alcaraz en su punto de mira una y mil veces, con tal de darle leña. ¿Ustedes lo entienden? El caso es que luego, en las asambleas de socios, sus diatribas contra el anterior presidente de la AVT se quedan en nada: no tiene respaldo. En la última le insté a que las repitiera y explicara allí dentro, delante de los socios. Oiga, que nada de nada. Que si tal que si cual, que si esparajismos y por ahí. Pero que ni mucho ni poco sacamos de su menguada gallardía. ¿Qué le ocurrirá a ese hombre?
Pero nada, lean aquí el referido artículo de Alcaraz, un hombre honrado que es perseguido por los de la ceja, con la inestimable colaboración de algunos personajes inexplicables e improbables en algún lugar donde no nos hubiéramos vuelto locos.
Puede ver también la entrevista que Federico Jimenez Losantos hace a Alcaraz en su programa La hora de Federico de Libertad Digital TV. Si no le da de sí la paciencia, puede avanzar el cursor hasta el minuto 42. Pinche aquí.
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