Escapar

<b>Escapar</b>
El 27 de enero de 1979 tu sangre y la lluvia mojaron nuestra acera

21 julio 2008

Como un pedo en misa (con perdón)

Basagoiti declaraba ayer en Deia que quería un PP al que "vean como una fuerza vasca y española, sin complejos, una fuerza muy vasquista y de centro." Áteme usted esa mosca por el rabo. Y me pregunto yo qué será eso de vasquista. Una melonada, creo. Apuesto a que el joven, aunque ya muy curtido, político vasco no tiene ni idea. Una fuerza vasca -y vasquista- y española. ¿Y españolista por qué no? mm... Imagine el lector a Basagoiti declarándose españolista en Deia. Como tirarse un pedo en misa, oiga (con perdón). Eso no se dice; caca. La corrección política y el caer simpático -doctrina hoy más extendida que ayer en el PP- produce tristes piezas como las que nos ocupa. Opino que generan una pedagogía política lamentable.
Siempre escucharán ustedes a gentes que se reclaman vasquistas, galleguistas o catalanistas. Bastaría con ser vasco, gallego o catalán, digo yo. A mí me vale con ser español o navarro o vasco. Pero ese ismo añade un leve sazonado nacionalista muy decorativo hoy por hoy. Y es que está guay, muy guay. En su ingenuidad, nunca se diga mi paciente lector eso de españolista; así, como utilizando el mismo patrón de quien se reclama vasquista. No, no, no. Resulta de una incorrección política deplorable. C'est ne pas la même chose, que no. Lo in es lo otro. El españolismo está out. Y en ese juego se ha pillado la lengua Basagoiti. Pero los nuevos tiempos mandan. Hay que incluir algo de discurso vacío y concesivo con tal de no caer antipático. Triste, porque además nunca te perdonarán ser un facha. De ningún modo, por mucho que te declares de extremo centro. En fin, un discurso de funcionario de partido que, de ser preciso, mañana comenzará a matizar por otro derrotero. Un discurso polivalente. ¿Moderno que no?

Otra curiosidad de estos nuevos tiempos. El buen Basagoiti dice que ahora el PP va a tender la mano al ciudadano, va a ser abierto a todo (espero que en este punto lo dicho efectivamente sea retórica vacía) y que va a dialogar; dejando claro que todo eso es nuevo. Es decir, que antes, en los oscuros años del sangilismo y previos, eso no se hacía. Comprueben: "La esencia sigue siendo la misma del PP vasco, pero es un partido con un nuevo impulso, que supone mantener y defender los valores en los que creemos. Lo nuevo es volcarnos en vender lo que tenemos, lo nuevo es intentar tender la mano a los ciudadanos, ser abiertos a todo y lo nuevo también es el diálogo." ¿A que no exagero? Leyendo esto me acuerdo de una antigua expresión, muy de amas de casa de la pre liberación femenina: “claro, y ahora dirán de nosotras que somos unas marranas”. Y es que alguna presumía de ser tan extremadamente de centro, digo limpia, que forzosamente dejaba en evidencia a las demás. No sé yo si algo así podrán pensar los Mayor, Iturgaiz y San Gil.

Queda claro que a dialogante no le va a ganar nadie al nuevo PP vasco. No pasará como con sus antecesores. Pero mira que, como para justificar lo del diálogo con los nacionalistas, argumenta que ¡en el PP ya se dialogaba antes de ahora! Se me ha cortado la orina y todo, oyesss. ¡Qué tío! pienso. Y cita algún ejemplo: "Más allá de lo que se oye o de lo que parece, todo el mundo del PP vasco ha pactado en las instituciones con el PNV para mejorar la calidad de vida de los vascos. Empezando por Regina Otaola con el diputado de Gipuzkoa para hacer un puente en Lizartza...” Fíjate, si hasta la antipática Otaola fue capaz de pactar -es decir, dialogar- con nacionalistas... no irá nadie a afearnos que nosotros lo sigamos haciendo en este nuevo amanecer ¿no? Y entonces... ¿en qué quedamos? ¿Antes de ahora la carcundia pepera dialogaba y acordaba con los nacionalistas en lo posible, ello en beneficio de los ciudadanos, o no dialogaba? Jorlll

Y así. Una risa, titi. El paciente lector puede embaularse la entrevista completa aquí. Sí, tiene otros asuntos que dan como para solventar más folios blogueros. Por ejemplo alguna cosa sobre Redondo y Mayor. Aunque cueste creerlo, resulta aún más edificante que lo que va dicho. Pero vaya, que la pereza acampa en mi corto entendimiento. Besos castos María.