Escapar

<b>Escapar</b>
El 27 de enero de 1979 tu sangre y la lluvia mojaron nuestra acera

15 mayo 2008

Unidad post mortem. Diario de Navarra 17.05.08


Tras el atentado de Legutiano, imagino los escombros ocultando el cuerpo inerte del guardia Juan Manuel Piñuel y no puedo dejar de pensar en ellos... ¿ellos? Sí, los únicos verdaderamente importantes ahora: su esposa e hijo. Los escombros cubriendo a Juan Manuel son el trasunto del montón de añicos al que se ha reducido el proyecto vital de ese matrimonio con su hijo; su joven prolongación. Intento imaginar el dolor de su familia, el descomunal dolor de hace demasiados cientos de familias, y se cruza en mi mente Ibarretxe, en general el nacionalismo recolector de nueces. Nos llegan noticias de sus hipócritas condolencias emitidas a pie de obra de planes separatistas, destructores de la nación y arropes institucionales a la Eta del escaño. Ibarretxe destila en su insoportable lagrimeo la perversa visión de la víctima como “herido”, no como ciudadano español asesinado por una idea política totalitaria que él comparte. Los nacionalistas, no sólo ellos, ocultan la razón política de la víctima, a la que no soportan mirar con ojos ciudadanos porque les acusa irrefutablemente. Quienes, como Ibarretxe, empujan proyectos políticos compartidos con Eta mientras persiste el asesinato y el acoso, siquiera una sombra, no pueden asomarse al dolor de las víctimas sin despreciarlas, sin despreciar, por tanto, la nación que encarnan y que muchas defendieron a tan alto precio.

En el Parlamento Foral votación. NaBai, es decir, Ibarretxe aquí, no apoya a la Guardia Civil. No es extraño. En el ayuntamiento de Lesaca, con Ramírez presente, afirmó que la Guardia Civil torturó a aquellos angelitos detenidos por la masacre de la T4. Pero hombre, si Zabaleta es cofundador de la organización terrorista Herri Batasuna y no se arrepiente. ¿Podría esperar alguien su apoyo al cuerpo que enchironó a Vicente Nazábal, su compañero de despacho, por matar de cinco tiros a Jesús Ulayar? No seamos ingenuos. Pero quita, que hay gente para todo. Incluso para querer formar “un gobierno de progreso para Navarra” –échale guindas al pavo– con tan acabado exponente de podredumbre moral. Ahora dicen alegrarse de no haber formado aquel “gobierno de progreso” –échale más guindas– con IU y NaBai. Pero vamos a ver, ¿qué es lo que había cambiado en esa gente desde hace cuatro, cien o quinientos muertos para acá, el pasado verano, y que no supiéramos el común de los mortales? Pues nada, hombre, nada. A otro perro con ese hueso.

Por lo demás Eta sabe que Zapatero mantiene la autorización del Congreso para negociar; para cuando, entre bomba y bomba, mejor les parezca. Garzón sigue sin decirnos por qué ha dado carpetazo a la investigación sobre el chivatazo policial al aparato de extorsión de Eta. Aquel aviso al propietario del bar El Faisán para que los extorsionadores de la banda no fueran detenidos cuando iban a entregar los dineros a los cabecillas etarras, los mismos tipejos del bombazo de Legutiano. ¿Cuántos chivatazos como el de El Faisán habrán financiado asesinatos como el de Juan Manuel Piñuel, todo a mayor gloria del proceso? Qué incómodos interrogantes ¿verdad? ¡Vaya! ahora que hemos asistido a la anestesia de la unidad post mortem, viene este tipo de la AVT y tira una piedrica al lago rompiendo su planísima superficie con incómodas ondas. ¿Cuál es la virtud de esa tan celebrada unidad de los partidos en el Congreso? Hacer como que no sabemos de la mendacidad zapaterina. Para la causa del muerto, la nación de ciudadanos libres e iguales, ninguna. No me pidan que negocie la realidad con mis ojos. Para unidad nacional la del Pacto Antiterrorista, que a Eta la llevaba al final. Pero sigue enterrado. Triste homenaje a nuestros muertos, triste España.