Escapar

<b>Escapar</b>
El 27 de enero de 1979 tu sangre y la lluvia mojaron nuestra acera

11 febrero 2011

La mendacidad de ZP obliga a desconfiar y ponerse en lo peor.

Resulta que estos tipos presentan un partido
y algunos nos quieren hacer tragar que no son la ETA.
Hay quien se malicia esta jugada. El Supremo tumbará la etarra Sortu. Quedará clara la voluntad y la firmeza de la fiscalía (ZP) y de ese alto tribunal. Ni una duda. ¡¡Viva el estado de derecho!! ¡¡Abajo las sospechas de la extrema derecha sobre Zapatero y Rubalcaba, esos benditos instalados en la transparencia y la bondad!! Pero los etarras recurrirán ante el Consitucional y allí, mangoneados por la partitocracia, sus miembros y miembras decidirán vaya usted a saber qué. Ahora mismo la mayoría se sabe (¡qué triste!) que es zapateresca llegados a un brete. Y por ahí los podrían colar. ¡Viva la separación de poderes! Si se diera una resolución a favor de la ETA, Jesús Egiguren e Iñaki Oyarzabal a una (gran pareja) y toda la nómina de negociantes, nos mandarían callar. ¡¡Un respeto a las decisiones judiciales!! dirían a un lado y a otro del Congreso. Pero todos sabríamos que es la ETA.

En ese caso, además, Mariano Rajoy habría salvado el compromiso de la célebre raya roja consistente en que el PP sólo hará casus beli en este asunto de la negociación con la banda si se verifica el acceso de la ETA a las elecciones. Y colorín colorado. Claro que, esta jugada será o no será. Acertaremos o no. Es lo que tiene santificar la mentira de Zapatero mediante el silencio y el colocarse de perfil. Que toca sospechar, y con justísima razón, que otra vez nos la meterán hasta donde pone Toledo. Zapatero, una vez más, colocándonos a la ETA en los escaños de la democracia. Los escaños que un día ocuparan demócratas como Ordóñez, Buesa, Caballero, Jiménez-Becerril y tantos otros.

No es suficiente decir que cuando llegue el momento protestaremos, como argumentan quienes se cuidan de salir a la calle a protestar, con esa prudencia que yo califico desde ingenua, pasando por pachorrona, hasta maligna. Y es que cuando llegue el momento habrá llegado. Y punto. Entonces los que pasan por moderados y ecuánimes nos lo querrán explicar. Por mí no se molesten