Escapar

<b>Escapar</b>
El 27 de enero de 1979 tu sangre y la lluvia mojaron nuestra acera

06 septiembre 2010

Para ingenuos y malvados - Diario de Navarra, 06.09.2010

Pienso que el anuncio de la banda terrorista ETA es un acto más del teatrillo, de la negociación que se traen con ZP desde hace años. Más concretamente desde que el falso leonés traicionara el Pacto Antiterrorista al tiempo que lo firmaba. Un artista. Esta declaración terrorista es otra trampa destinada a ingenuos, malvados y poco avisados. Hace bien pocas fechas Zapatero se jactaba de lo positivas que habían resultado las negociaciones con ETA y de que ahí se sembró la semilla de la solución. Su solución, claro. Sabía que esta tregua iba a caer pronto. Quien no vea la actual negociación está ciego o no quiere ver. Tal vez sea ese el mal de Rajoy que, por cierto, sigue sin contar el contenido de su pacto antiterrorista con Zapatero. Sí, ese que amenaza ahora con romper. Veremos. El poco aire que le queda a la banda terrorista ETA viene siendo suministrado por las esperanzas que le suscita el mendaz José Luis Rodríguez Zapatero. Así que no estaría mal que el gallego anunciara todos los días que se desvincula de cualquier compromiso que se pueda cerrar con ETA/Batasuna, máxime si el PP llega a la Moncloa. Por otra parte resulta enternecedor Miguel Sanz diciendo que este anuncio está destinado a comprometer al gobierno socialista -pobre- en una negociación. Como si no lo estuviera ya hasta el cuello.

Cuando el socialista accedió al poder en 2004 a los terroristas les quedaba un cuarto de hora, sobre todo gracias a las políticas del Pacto Antiterrorista: unidad democrática en la intolerancia con los intolerantes asesinos de 850 víctimas y amedrentadores de centenares de miles de españoles. Punto. Pero nos tropezamos con el problema ideológico del actual presidente del gobierno. No cree en la lisa y llana derrota de la Eta/Batasuna. Siempre les da la opción de negociar y por tanto la esperanza. Sin esperanza las bases terroristas habrían claudicado. Zapatero sabe que es posible machacar a ETA con la ley y la firmeza democrática en la mano, por supuesto. De hecho lo tiene a su alcance. Pero prefiere la consecución de algún tipo de apaño que la transforme en una ERC a la vasca. Si negocia una escenificación de final aceptable para los malos en lugar de derrotarlos en toda regla, bien pudiera contar con ellos para sumar un miembro más a la gran familia de la izquierda que, cordón sanitario mediante, les perpetúe en el poder, pues que la zurda es la única opción ideológica legitimada para gobernar lo que va quedando de la nación española, en la que no cree ZP. Es decir, en la política antiterrorista predomina el cálculo de beneficio sectario por encima del interés patriótico, del bien común de los españoles, a izquierda y derecha. En este camino negociador es evidente que la impunidad de los matarifes va a ser uno de los precios que Zapatero estará dispuesto a pagar, igual que en el anterior periodo. Una indecencia a más de una traición. Un anticipo lo tenemos en los recientes escándalos de beneficios penitenciarios a etarras que, a pesar de sus muchos crímenes, para Rubalcaba -que nos toma por idiotas y lo malo es que tal vez tenga razón- ya no son etarras. Y para terminar no estaría mal recordar Loyola. Batasuna, PSOE y PNV llegaron allí a un principio de acuerdo sobre Navarra. Sólo una nueva puja de la banda lo desbarató. Échale hilo. ¡Ah!, y no nos faltarán ahora, como siempre, el malvado y el utilísimo tonto moral de guardia diciendo que una tregua siempre es buena noticia, que si el diálogo y los pastores de Belén, que tal y pascual... País.