Escapar

<b>Escapar</b>
El 27 de enero de 1979 tu sangre y la lluvia mojaron nuestra acera

10 mayo 2010

Mociones de lavado - Navarra Confidencial, 17.05.2010


El pasado jueves el grupo municipal socialista del ayuntamiento de Pamplona, promovió dos mociones llamativas. Una de respaldo a la reforma de la ley electoral para impedir la presencia de partidos etarras en las instituciones. Sí sí, como se lo cuento. Otra apoyando la ley foral de ayuda a las víctimas del terrorismo. No son necesarios grandes ejercicios de memoria para acordarnos de lo ocurrido en la negociación de Zapatero y la Eta. A la mendacidad y doblez del personaje hay que añadir el trato dispensado a las víctimas que nos atrevimos a clamar contra el apaño con nuestros asesinos. El acoso político y de las trituradoras mediáticas del entorno monclovita fue de órdago. De pronto el Pacto Antiterrorista -que ya se venía traicionando- no valía y del pasado nada había que aprender, que no era otra cosa que a la maraña terrorista ni esperanza ni agua. Demostradamente, el mejor camino conocido para su derrota y liquidación. Ese apaño con los terroristas incluyó su regreso a los ayuntamientos a través de ANV. Como ya ocurrió durante décadas, los ciudadanos volvemos a tributar dinero que termina en los bolsillos de la banda que mató a los nuestros. Les pagamos la bala. Por la gracia de ZP. Y ahí siguen incluso gobernando ayuntamientos, aunque existen instrumentos legales para sacarlos. ¿Por qué no se hace? Suministran algunas excusas de mal pagador. Bueno, es algo más de lo absolutamente nada que nos explican de por qué narices los servicios secretos españoles tienen controlado en Italia al jefe etarra en la negociación, Josu Ternera, sin que sea detenido. Un matarife con muchos muertos a sus espaldas ¿intocable? ¿Para? Algo sigue cociéndose. Animo desde aquí al PSN y al resto de grupos para que aprueben otra moción instando la retirada del permiso del Congreso para negociar con la Eta. ¿A que no?

Esas mociones en el ayuntamiento pamplonés me parecen un ejercicio propagandístico. Siendo comedido y bien humorado, diré que suponen una amenaza para la estabilidad gástrica de cualquiera que se haya propuesto estar siquiera medio despierto durante estos últimos años. Un propósito de lavado facial, precisamente, de quien posibilitó que las pezuñas de la bestia hollaran el ayuntamiento de Pamplona. Oiga, y tan frescos. Me recuerdo denunciando aquella felonía en los medios de Navarra. Sin ningún resultado, claro. ¿Por qué no presentaron una moción de este estilo antes de aquellas elecciones, cuando se hicieron mangas y capirotes con el Estado de Derecho para colar en el consistorio al partido de la Eta que, hace ahora doce años, mató al concejal Tomás Caballero? Oigan, puestos ya, ¿por qué el pleno capitalino no insta ahora a Moncloa para que se eche el guante a Ternera? Vale.