Escapar

<b>Escapar</b>
El 27 de enero de 1979 tu sangre y la lluvia mojaron nuestra acera

03 junio 2008

NaBai y la intimidación. Diario de Navarra 4.06.08


El pasado 30 de mayo varios ediles de NaBai en la Barranca Burunda, denunciaron ser objeto de actos intimidatorios por parte de miembros de la última franquicia etarra, ANV. Vaya desde estas líneas mi absoluto rechazo a todas las prácticas matoniles de los proetarras destinadas a atemorizar a los citados representantes nacionalistas; por mucho que el nacionalismo legitime políticamente a la Eta del escaño. También mi comprensión, especialmente para la alcaldesa de Echarri Aranaz, a quien colocan pasquines amenazantes en las inmediaciones de su casa.
Y uso el verbo comprender con la autoridad que, por desgracia, me otorga una larga experiencia. Mi familia es echarriana y en la fachada de nuestra casa hemos soportado pintadas con lindezas como Gora Eta o Hijo de puta, en referencia a nuestro padre, durante décadas. Jesús Ulayar y su familia sufrimos terrible y prolongado acoso por haber cometido el horrendo pecado de no ser de la tribu nacionalista. Españoles, ya saben, de los que no se callan, que no tragan. Así que comprendo muy bien los temores de esos miembros de NaBai. Conozco el temor que te dejan en el cuerpo las reiteradas llamadas de teléfono anónimas, insultantes unas veces, insidiosamente silenciosas otras. Tras su asesinato, supimos del miedo atroz que tuvo que soportar Jesús Ulayar. Se sabía amenazado y con una familia a su cargo. Lo guardó para sí por no alarmarnos. Menudearon los anónimos, los insultos, las calumnias urdidas contra Ulayar, los silencios miserables de quien negaba el saludo al vilipendiado españolazo y su familia; o quien hacía como que no pasaba nada. No sé qué es peor. Es más fácil no ver o incluso hacer sangre con el inocente, que defenderlo del linchamiento nacionalista. Y en medio de aquel panorama, a esa edad en la que tus padres lo son todo y pueden todo, descubres que en realidad son vulnerables, que sufren, que la segura fortaleza del hogar familiar no lo es tanto.
Y tanto. Como que un etarra vecino del pueblo, Vicente Nazábal, descerrajó cinco tiros a nuestro padre en mi presencia. Cuando meses después el grupo de Nazábal fue detenido por la Guardia Civil –setiembre 1979– el PNV, los PNV y EA actualmente integrantes de NaBai, emitió un comunicado de protesta al que el periodista Florencio Domínguez hace referencia en su libro Las raíces del miedo. Allí decían que a los detenidos "es el pueblo el único que les puede juzgar". Argumentaron su protesta en "el derecho que tiene toda persona a la libertad y a la vida y porque deseamos verlos entre nosotros rápidamente". ¡Y hablaban de los asesinos! Puede vomitar en este punto el paciente lector. Sigo. Después de aquello no se terminaron las calumnias, los insultos ni los acosos. Y así, calurosamente acompañados de ambiente tan simpático y cargado de solidaridad, crecimos y vivimos largos años en Echarri Aranaz. Hasta que en 1996 el asesino Nazábal salió a la calle y el ayuntamiento lo hizo hijo predilecto valiéndose de la abstención de PNV y EA, que disponían de mayoría municipal para evitarlo, y de los votos de HB, de la que se desgajó Aralar, otro simpático miembro de NaBai. De nada valió la protesta de la familia del muerto ante el ayuntamiento: aquellos concejales de PNV y EA volvieron a abstenerse y el póstumo insulto a la víctima quedó consolidado… hasta hoy. Sí, el gobierno municipal de NaBai en Echarri Aranaz mantiene la infamia, el permanente ultraje a la memoria de todas las víctimas del terrorismo que supone el nombramiento de hijo predilecto de Nazábal, asesino de nuestro padre y compañero de despacho de su líder, el siniestro Patxi Zabaleta.
Nuestra madre, Rosa Mundiñano, falleció el verano pasado y su alma herida sólo ahora encuentra definitiva y plena reparación. No la conoció de ese ayuntamiento cruel y sectario, que da voz en sus plenos a los proetarras mientras escupe sobre la memoria de sus víctimas. Deseo y reclamo para los ediles de NaBai el apoyo y arrope institucional y ciudadano que precisen. Ese que siempre nos negaron y nos niegan y que tanto necesitamos durante décadas la viuda e hijos de Jesús Ulayar. Y cierro con Beltor Brecht: “Primero vinieron a por los comunistas, y yo no los defendí, porque yo no era comunista. Después vinieron a por los judíos, y yo no los defendí, porque yo no era judío. Entonces vinieron a por los católicos, y yo no los defendí, porque yo no era católico. Finalmente vinieron a por mí, y para entonces, ya no quedaba nadie para defenderme”