Escapar

<b>Escapar</b>
El 27 de enero de 1979 tu sangre y la lluvia mojaron nuestra acera

07 diciembre 2011

PPpop y mi sangre - Libertad Digital, 07.12.2011

Qué majo Basagoiti.
Mariano Rajoy asegura que no negociará con la ETA. Laudable expresión. Pero me inquieta que el presidente de los socialistas vascos, Egiguren, haya declarado a los cuatro vientos que lo gordo ya estaría hecho con la banda, acordado su futuro. ¿Cómo gestionará el presidente in pectore esa herencia? Desde 2008 se ha limitado a dejar hacer en este terreno a ZP. Incluso le ha dado parabienes, al punto de mentir cuando negó que se haya dado precio político a la banda a cambio del comunicado aquel del sintagma mágico: cese definitivo. Parece que estos años la gaviota no se enteró del secreto a voces: ZP y la banda seguían en proceso, como repetía Pepito Grillo Mayor. En junio de 2008 Rajoy anunció un acuerdo en tema terrorista con ZP. Soy pertinaz con este asunto pero es que nos han ocultado y nos siguen ocultando el contenido, tomándonos así por súbditos. Llamativa ocultación comparada con la publicidad del Pacto Antiterrorista de 2000. Pacto secreto, malo.
Los apaños con la ETA, injustos e inmorales, minan gravemente el Estado de Derecho y tienen efectos disolventes de la nación. Creo que una suerte de frío, errado y poco valeroso realismo por parte de Rajoy impulsó ese pacto de 2008, agravando con ocultación e indolencia esos daños a la nación. Además me cuesta pensar que la estrategia haya mejorado los resultados peperos en las urnas, pues del naufragio electoral del PSOE de cuatro millones trescientos mil votos, su realismo arriolita ha recogido medio. Dicen muchos que será buen presidente. Eso espero, pero... Pero hereda un apaño con la banda gestado con algún nivel de su aquiescencia durante la segunda legislatura de ZP. El pacto oculto. En entrevista de longitud castrista en Gara, los asesinos deslizaron que el Gobierno les aseguró que el PP estaba al tanto de sus tratos. Sí, pueden mentir los etarras, pero Rajoy pasó del tema, no consideró oportuno desmentirlo. Concluirá el lector que no confío demasiado en lo que hará el popular. No sé qué deparará el futuro y no le aventuro intenciones rechazables. O sí, como a él le gusta "aclarar" a veces. Pero he vivido el pasado reciente y en esta cosa soy tomasista. No por José Tomás, que de lo taurino ignoro todo, sino por el apóstol del ver para creer.
Antes de pasar adelante conviene que le cuente al lector algunas prendas de Patxi Zabaleta, mandarín de la formación separatista ARALAR. ¿Y eso?, dirá usted. Paciencia. Este hombre es uno de los fundadores de la organización terrorista HB, jaleadora de la matanza de cientos de españoles. Zabaleta cuenta en su despacho profesional con la colaboración de quien mató a mi padre, Jesús Ulayar. Vicente Nazábal lo tiroteó sin contemplaciones en mi presencia de 13 primaveras. Ni Zabaleta ni el referido matarife, de quien la viuda e hijos hemos tenido que soportar sus matoniles chulerías una vez fue excarcelado, han mostrado arrepentimiento alguno por su siniestro pasado. Todo lo contrario, como acabo de decir. Puesto en antecedentes el paciente lector, le cuento que hace pocas fechas el mismo Zabaleta declaró que aspira a refundirse con BATASUNA, esa organización terrorista. Vuelta a la casa del terror. Bien, ARALAR, integrante de AMAIUR, fue seguidamente recibida en la sede del PP vasco por Basagoiti, el hombre que habla titulares, para parlar de terrorismo con Zabaleta. ¡Quién mejor! Pa´ normalizar relaciones entre partidos, justificaron los populares.
Y desde ese día el asunto me tiene un tanto podrida la sangre. Está claro que María San Gil no valía para según que. Rajoy, Basagoiti y su política pop, PPpop, tras recibir en su sede bilbaína a tan siniestro representante de ARALAR, ese trozo de AMAIUR, podrían sin mucho impedimento hacer lo mismo, y con cafelito, con el resto de la legal AMAIUR Rufi Etxeberria, Pernando Barrena y tal. Descojonante, ¿no? Eso sí, a riesgo de tener que justificar ante los filoetarras el ofensivo empeño de Miguel Ángel Blanco en impactar con su nuca contra las balas de Txapote. O la osadía de mi padre al interponer su cuerpo en la trayectoria de aquellas cinco balas de imposible olvido, procedentes de la pistola del estimado compañero de Zabaleta, con quien el PP anhela normalizar relaciones. Y sí, pienso todo eso que no puedo escribir sin pasarme las formas por el forro de los...