Escapar

<b>Escapar</b>
El 27 de enero de 1979 tu sangre y la lluvia mojaron nuestra acera

27 julio 2011

Verdad y patriotismo - Diario de Navarra, 22.07.2011

Alfredo miente y banaliza la traición del Faisán. Repite que, al cabo, los implicados en la frustrada operación terminaron detenidos al mes y medio. Se calla que no fue gracias a él, sino a los jueces Marlaska y Levert. El chivatazo machacó el trabajo policial de muchos meses, que hubiera asestado un mucho mayor golpe a la ETA. También impidió la detención del peneuvista Gorka Agirre, implicado. Casualmente la víspera de cuando su líder, Josu Jon, visitó a José Luis, para mostrar su apoyo a la negociación. Alfredo, la faisanada proporcionó 54.000 euros a la banda que ayudaron a financiar el asesinato de Palate, Centeno, Trapero, Carrasco, Piñuel, Conde, Uría, Puelles, Sáenz de Tejada, Salvá y Nérin. No sé si se le aparecerán en sueños. Debieran. Cuando el “todo vale” entra por la puerta la decencia y el Estado de Derecho salen por la ventana. En el Faisán y en el GAL. Delinquiendo en favor de los matarifes mediante traición, o matándolos. Incluso a quienes no lo eran. Ambos asuntos parecen lo uno y su contrario. No tanto. Son caras de la misma moneda: el “todo vale”, hermano de la mentira y la corrupción. Enemigo de la verdad. En ambos encontramos a Alfredo negando o justificando lo increíble. ¿Cómo no creer que desde el presidente hasta la ya encausada cúpula policial están todos enmerdados? Tal felonía no la hacen por su cuenta un agente o un jefe policial. Ni tampoco un ministro. En 1997 la conmoción por el asesinato a cámara lenta de Miguel Ángel Blanco alumbró el espíritu de Ermua, que amenazaba con llevarse por delante al separatismo. En 1998 PNV y EA nos traicionaron en Estella con la ETA. En 2000, tras la mayoría absoluta de Aznar, dato nada menor, comenzaron años de traición entre socialistas y la ETA. Mientras, sin mayor escrúpulo, se firmaba el Pacto Antiterrorista. Todo vale. Pero no vale. La política en general y en este asunto en particular, debe ser moral y necesita mucha verdad en su base. O es corrupción. Gran parte del espacio público es un lodazal. La verdad dejó de importar suficientemente y la corruptora mentira se asume como engrane del sistema, llegando a percibirse como un metasistema que hace (mal)funcionar la política. El papel de Alfredo es acabado ejemplo de esta lacra.
 
Sin compararlo con la faisanada, pues son de todo punto incomparables, tampoco Mariano dice suficiente verdad. ¿No puede, no quiere o son ambas cosas al tiempo? No cuenta su pacto de 2008 con José Luis en materia terrorista. No define si tras su previsible victoria de 2012 seguirá pagando en el zoco de la antiespaña, o si planteará al PSOE ese gran pacto que necesitamos los españoles. ¿Será imposible ese vital acuerdo con verdad? ¿Incluso de gobernación? ¿Se seguirá dando la espalda al sentir mayoritario de los españoles? Durante años, de la mano del separatismo, se ha despreciado y devaluado nuestra conciencia de nación, concepto discutible para José Luis; pero imprescindible para el pacto y la solidaridad, que no sopa boba, entre regiones, así como entre españoles de diferente ideología. No con la ETA, el enemigo. La necesaria verdad transita difícilmente en política y como remedio precisamos liderazgos sólidos, coherentes, con honradez intelectual. La sedienta ciudadanía los secundaría. Es imposible adecuado remedio para el secesionismo a nivel regional en Navarra o el País Vasco. Cierto que España entera sufre el problema, pero tan cierto o más es que aquí sufrimos la falta del referido gran pacto nacional, de patriotismo español. El freno a la amenaza que para Navarra suponen el separatismo y su terrorismo no está, que también, en el caserón del Paseo de Sarasate, sino en un hemiciclo sito en la Carrera de San Jerónimo S/N, 28014 Madrid.