Veo en la prensa de Navarra cómo el nacionalista Jiménez, de Aralar, Nafarroa Bai, ensucia el espacio público con sus miserias. Declara que nunca apoyarán a los guardias civiles que luchan contra la Eta; a los guardias que son asesinados por la Eta; a los guardias que nos defienden de la Eta. Txentxo Jiménez, Patxi Zabaleta... miseria de reciclaje batasuno. Sigo leyendo. Montse Lezáun, madre de Diego Salvá, uno de los guardias civiles asesinados en el último atentado mortal cometido por los etarras, caminaba por una céntrica calle de Palma de Mallorca. La Reina Sofía y las Infantas Cristina y Elena paseaban por la zona y reconocieron a la navarra. Se acercaron y la saludaron cariñosamente. Leo algo de lo que ha trascendido de aquellos minutos de conversación. Algo que se hinca en el corazón y en la razón; una bella pincelada informadora del retrato moral de la madre de Diego, e intuyo que de su familia entera. Montse, tras asegurar que se encuentra muy arropada, habló a la Reina de Esther, la madre de Carlos Sáenz de Tejada, el guardia civil asesinado en el mismo atentado que mató a su -nuestro- Diego: "Esther no tiene siete hijos como yo y ella no se está sintiendo tan arropada." Remató con un "Hay que hacer algo". Más allá del relato emocionado del encuentro, uno no es capaz de dar con palabras mínimamente elocuentes de la hechura humana de la madre de Diego, nada que refleje mejor este ejemplo de hermosura y dignidad que nos regala Montse Lezáun. ¿Y los tipos del comienzo? Nada.
"Al cabo de un tiempo, aunque el profeta se desgañitara gritando en su piedra, nadie le hacía caso, de hecho, ya le habían robado las sandalias y la túnica, sin embargo, él seguía predicando, uno y otro día, semana tras semana.
Un día, llegó al pueblo un viajero que nada sabía ni del pueblo, ni del profeta; al verlo hablando solo en su piedra, se acercó a escuchar lo que decía con voz temblorosa; al terminar le dijo: oye, ¿estás loco? nadie te escucha, nadie te hace caso, nadie te cree ni te sigue, ¿a quién quieres convencer con tus palabras?
A lo que el profeta respondió: "No, yo no predico para convencer a nadie, yo predico para que ellos no me convenzan a mí."
27/01/1979 Mi padre, Jesús Ulayar, vasco, navarro y español, es matado a tiros en Echarri Aranaz (Navarra) por el etarra Vicente Nazábal conmigo como testigo.
La ETA calló a balazos a Jesús Ulayar con el fin de amedrentarnos a todos. Antes del asesinato, el separatismo vasco en general insultó su buen nombre y su memoria y amargó la vida de quienes quedamos, mi madre y sus cuatro hijos.
El ciudadano que quiere reconocerse tal no calla. Y no callaré.
Reportaje de Javier Marrodán sobre la familia Ulayar Diario de Navarra, 3.12.2000