Estos años como delegado en Navarra de la AVT han forjado nuestra amistad, querido Jose. Hemos compartido muchos momentos duros, durísimos. Soy testigo del dolor que te han infligido las difamaciones de las que has sido objeto, así como de las que han lanzado contra tu mujer, Mamen. Ya se ha dictado sentencia judicial contra el periódico El Plural por ese motivo. Habrá más. Me pregunto si el juez no podría haber empurado a los pájaros que con sus declaraciones calumniosas nutren ese y otros medios. En fin, me pierdo en los procedimientos jurídicos y el señor juez sabrá. Pero es la pregunta que se le viene a la cabeza a cualquiera. Así que no me refiero a las deseables y lógicas críticas del discrepante, no. Esas son necesarias. Tú y yo hemos discrepado muchas veces ¿recuerdas? Y alguna vez fuertemente. La amistad, si es cierta, no descansa sobre la entera complacencia mutua. Y nuestra amistad ha sido cierta.
Hablo de maldad, la del equipo mediático habitual del gobierno, acompañado de unas poquitas víctimas que no representan nuestro sentir general ni de lejos. Algunas de ellas desde la honrada ingenuidad seguidista de esas otras, las del tierno amor a la subvención por encima de nuestra ciudadanía. Las “apolíticas” del rendez vous a Ibarretxe, conspicuo representante del nacionalismo protector de las organizaciones de nuestros asesinos. Las “apolíticas” que miran para otro lado mientras se negocia con los etarras. Esta perversa combinación, alentada desde los tiempos del infausto Peces-Barba, constituye la máquina zapatera de picar carne que ha perseguido a la AVT. Muy especialmente a ti y a tu mujer Mamen.
Gracias por vuestro sacrificio. Pero quiero agradecer muy especialmente tantos padecimientos a tu madre, hermanos y familia. Esa familia Alcaraz Martos que ha sufrido lo indecible cuando la referida patulea te golpeaba con saña en el espacio público por defender la memoria de los suyos, Miriam, Esther y Ángel, y de todos los nuestros, los de la nación española. Y ello gratis et amore. Prisaicos y escolares, sopenas y callejas, porteros y manriques y resto de patulea... entusiastas linchadores de un hombre honrado, habéis machacado a una familia marcada por la tragedia del asesinato de tres de sus miembros. Por ese motivo os expreso mi más sincera repugnancia.
Jose, dejas el cargo con una AVT fuerte en su conciencia ciudadana, estabilizada en lo económico. Con una atención psicosocial a las víctimas que se lleva el 93% de nuestros recursos económicos y que, con diferencia, es la más activa de España en este campo, con cifras del Ministerio de Interior en la mano. Una AVT personada en infinidad de juicios. Ahora comienza el de Gestoras con la AVT como única acusación. Digo todo esto para los que dicen que no hacemos otra cosa que manifestaciones. Dejas tu responsabilidad de presidente y te vas a casa. A seguir trabajando en tu negocio que tanto has abandonado, para detrimento de tu bolsillo. Ahora que te vas, ¿qué dirán quienes siempre manoseaban tu supuesto afán de protagonismo como enferma raíz de la actuación de nuestra asociación? Queden en el descrédito.
Envío un cálido abrazo a mis amigos Jose Alcaraz y Mamen Álvarez y a toda la familia. Pero singularmente a vuestra madre, Isabel. Madre de Ángel y abuela de Miriam y Esther, vuestras tres irreparables pérdidas en aquel atentado contra la Casa Cuartel de Zaragoza. También a Rosa y Juan, padres de aquellas dos deliciosas niñas. El dolorido apoyo de esta familia ha sido fundamental para Francisco José Alcaraz Martos, un español.
Hablo de maldad, la del equipo mediático habitual del gobierno, acompañado de unas poquitas víctimas que no representan nuestro sentir general ni de lejos. Algunas de ellas desde la honrada ingenuidad seguidista de esas otras, las del tierno amor a la subvención por encima de nuestra ciudadanía. Las “apolíticas” del rendez vous a Ibarretxe, conspicuo representante del nacionalismo protector de las organizaciones de nuestros asesinos. Las “apolíticas” que miran para otro lado mientras se negocia con los etarras. Esta perversa combinación, alentada desde los tiempos del infausto Peces-Barba, constituye la máquina zapatera de picar carne que ha perseguido a la AVT. Muy especialmente a ti y a tu mujer Mamen.
Gracias por vuestro sacrificio. Pero quiero agradecer muy especialmente tantos padecimientos a tu madre, hermanos y familia. Esa familia Alcaraz Martos que ha sufrido lo indecible cuando la referida patulea te golpeaba con saña en el espacio público por defender la memoria de los suyos, Miriam, Esther y Ángel, y de todos los nuestros, los de la nación española. Y ello gratis et amore. Prisaicos y escolares, sopenas y callejas, porteros y manriques y resto de patulea... entusiastas linchadores de un hombre honrado, habéis machacado a una familia marcada por la tragedia del asesinato de tres de sus miembros. Por ese motivo os expreso mi más sincera repugnancia.
Jose, dejas el cargo con una AVT fuerte en su conciencia ciudadana, estabilizada en lo económico. Con una atención psicosocial a las víctimas que se lleva el 93% de nuestros recursos económicos y que, con diferencia, es la más activa de España en este campo, con cifras del Ministerio de Interior en la mano. Una AVT personada en infinidad de juicios. Ahora comienza el de Gestoras con la AVT como única acusación. Digo todo esto para los que dicen que no hacemos otra cosa que manifestaciones. Dejas tu responsabilidad de presidente y te vas a casa. A seguir trabajando en tu negocio que tanto has abandonado, para detrimento de tu bolsillo. Ahora que te vas, ¿qué dirán quienes siempre manoseaban tu supuesto afán de protagonismo como enferma raíz de la actuación de nuestra asociación? Queden en el descrédito.
Envío un cálido abrazo a mis amigos Jose Alcaraz y Mamen Álvarez y a toda la familia. Pero singularmente a vuestra madre, Isabel. Madre de Ángel y abuela de Miriam y Esther, vuestras tres irreparables pérdidas en aquel atentado contra la Casa Cuartel de Zaragoza. También a Rosa y Juan, padres de aquellas dos deliciosas niñas. El dolorido apoyo de esta familia ha sido fundamental para Francisco José Alcaraz Martos, un español.
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