Escapar

<b>Escapar</b>
El 27 de enero de 1979 tu sangre y la lluvia mojaron nuestra acera

10 abril 2008

De papelitos y grandes documentos


El Pacto Antiterrorista era el mejor mundo de los posibles para las víctimas del terrorismo. Las consecuencias que de aquel gran acuerdo se derivaron, fueron felizmente funestas para nuestros asesinos. Además del código penal para el matarife, la justicia política es una exigencia elemental desde el punto de vista ciudadano. Quienes respaldan políticamente al terrorismo merecen un rigor legal y político adecuado a su complicidad. A los enemigos de nuestra libertad ni agua. No todas las ideas caben entre nosotros, por mucho que Zp nos haya dicho que en su idea de España entran todas las ideas, lo cual invita a pensar que en realidad no tiene una idea de España. Y aunque no es así del todo, por ahí va la cosa. Digamos que en la noidea de España que expuso en el Congreso cabía toda la antiespaña. Bueno, es una manera de tener una idea de España: su negación.
Cuando a Zp le convino ponernos los cuernos con Ternera lo hizo, así que emprendió la desacreditación de nuestro querido Pacto Antiterrorista, que por mucho que nos empeñemos no volverá. Zp ha ganado las elecciones y piensa que está legitimado en su desleal proceder. Puede llegar a reconocer algún error táctico en sus apaños con Eta, pero no la oscura cabronada que nos organizó. Encima le vale para decir que él reconoce sus errores. Qué tío. Pero un tipo que traiciona tu confianza precisamente con nuestros peores enemigos, no muda en dechado de lealtades por votación popular. Así reciba once millones de votos o el de su señora esposa en solitario. La verdad no está sometida a escrutinio.
Pero retomemos la desacreditación del Pacto Antiterrorista. El coro mediático habitual y distintos voceros de la cosa zapatereña decían que aquello del Pacto era bueno, pero en otro tiempo y tal. Una ridícula afirmación sin solvencia argumentativa. Era como si quisieran hacernos ver que aquello del Pacto era una antigualla de hace siglos en otro mundo. Vamos, como quien compara el Nuevo con el Viejo Testamento para desacreditar la ley del Talión. En una ocasión, la señora vicepresidenta se empleó de manera ridícula en el empeño. Llamó papelito al acuerdo rubricado por PP y PSOE que puso a los asesinos en la peor situación de su macabra historia: tanto a los de hierro en puño como a los de escaño en posadera. Un papelito, decía la vice. Anda que…
Ahora Zp propone un pacto en materia terrorista que prescinda de los engorrosos papelitos. Es que cuando el acuerdo está claro, negro sobre blanco, las maniobras son más difíciles de ocultar. Con el historial de este frívolo presidente de mis pecados respecto a lo escrito, calculen su proceder con un trato entre caballeros, apretón de manos mediante. Y Mariano no ha hecho ascos a la idea. Dice que él mantiene sus principios en este tema, que lo importante es que Zp genere un clima de confianza. Que la dichosa celulosa como soporte de lo dicho es secundaria. “No se trata de redactar grandes documentos”. Pero mira, yo opino que te deja prueba documental de la traición. De lo hablado… Además parece que Zp pretende meter al PNV sí o sí.
Me llama una amiga y se pone a leer la literalidad de lo dicho por Rajoy y, hombre, es algo más que el extracto difundido en algunos medios, según el cual Mariano ha bajado los brazos. Yo no creo que este hombre haya abandonado sus principios, pero prescindir del exigente papelito me parece un error. Más con los invitados que le quiere colar Zp a don Mariano. Tal vez ocurra que, escrito o hablado, no sea nada de nada del nuevo acuerdo que dice ofrecer Zp y desde ahí actúe el presidente del PP. Podría ocurrir que el fondo del asunto sea inaceptable para el PP y digan que tararí. En cualquier caso y tras años de clamar por la vuelta al Pacto Antiterrorista, chirría la arriesgada disposición mariana a no redactar un “gran documento” en sustitución del Pacto Antiterrorista y dejarlo en una charla con Zp. El señor Mas puede dar doloroso testimonio de lo riesgoso de aquel pacto del tabaco que duró lo que sus volutas de humo.
Y por si no había bastante, Miguel Sanz con la turra de la conveniencia de un gesto positivo del PP hacia Zapatero, como si habláramos de un gobernante normal. Aparte lo prescindible de la reiteración del de Corella a estas alturas de la jugada, la generosidad debe ser entendida en ambos sentidos; es decir, a cambio de una propuesta de don José Luis en materia de pactos de estado, tal y como el presidente navarro nos dijo. No sé si recuerda. Y mire, que Zp no ha concretado nada y además lo ha noconcretado en compañía del PNV y toda la jarca. Zapatero el sinpapeles. ¡Anda anda!