Tras el Sexto Año Triunfal. ¡Ánimo Hermann!
Escapar

El 27 de enero de 1979 tu sangre y la lluvia mojaron nuestra acera
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16 diciembre 2009
27 noviembre 2009
Nuestros hijos de perra.
Titulado en Diario de Navarra como "Tras el último ataque" 28.11.09

En este último caso casi ni eso. Rauda e incalificable la iniciativa anunciada por NaBai en el Parlamento de Navarra, proponiendo un texto en solidaridad con Egunkaria y Diario de Navarra, categorizando así por igual nuestro sistema judicial y los etarras; un atentado terrorista y un proceso público con acusación y defensa. ¿Recordará esta gente de NaBai que al que fue director de Diario de Navarra, José Javier Uranga, lo acribillaron a balazos a la puerta del periódico, en nombre de las mistificaciones euscalerríacas que ellos propagan y con las que se justifica la existencia de ese “conflicto” al que permanentemente aluden haciéndose las víctimas (!) y que consiste en que los etarras matan para conseguir lo que nos les dan las urnas ni la razón ni el sentido común? Pues claro que lo saben. Digo yo que al menos habrán perdonado a José Javier la osadía de sobrevivir y volver al timón del Diario. Como decía al inicio, cuando termina de extinguirse el humo de la última bomba o del último pistoletazo, cuando se enfría completamente el casquillo en el suelo, el nacionalismo vuelve a la carga sin sonrojo.
Es fácil que estos etarras del terrorismo callejero que acaban de achicharrar el zaguán de las oficinas del Diario sean detenidos. Ya saben, siguiendo la doctrina banalizadora de Arzalluz, “los chicos de la gasolina”. Pues bien, el día que los detengan NaBai dirá lo que hace pocos días con la detención de individuos acusados de pertenencia a la trama etarra SEGI, que con ellas “se intenta criminalizar a varios sectores de la sociedad”. Como si los criminales, ellos solicos, no se bastaran para ser eso, unos criminales a los que poner ante la justicia para que sea ella la que finalmente decida, que es lo que se hace en cualquier país civilizado. ¿Imagina el lector que tras la detención de sicarios de alguna organización del Este dedicada a la trata de mujeres, alguien soltara la majadería de que es una criminalización de “varios sectores de la sociedad”? Cuentan que Cordell Hull, secretario de estado de Roosevelt, dijo lo siguiente del criminal dictador nicaragüense Somoza: "Puede que Somoza sea un hijo de perra, pero es nuestro hijo de perra." A buen entendedor.
20 noviembre 2009
Pancartas de Bermeo
Estos días la televisión ha ofrecido imágenes de la retirada de una pancarta en solidaridad con los tripulantes del atunero Alakrana. Menos mal, ya terminó el cautiverio. La escena ocurre en el ayuntamiento de Bermeo. En la maniobra se aprecia cómo aflora debajo otra pancarta, la que lucía normalmente ese balcón a favor de terroristas secuestradores y asesinos. Etxera (a casa), exige el trapo batasuno. Llama la atención la discreta luz de felicidad que asoma en la cara de una de las protagonistas, que supongo mujer de un pescador, al destender la pancarta que clama por la libertad de los secuestrados. Actúa sosegada, con una alegría que, tras la primera explosión emocional de cuando recibió la por todos ansiada nueva de la liberación, aflora ya serena, atemperada. Pero me es imposible ignorar el contrapunto. La feliz protagonista, al tiempo que retira su pancarta pensando en el reencuentro con su marido, muestra, como quien no se fija, otra en apoyo de secuestradores y asesinos de otros maridos, de otros padres, de... No entro ni a decir cómo pienso que debiera haber actuado la resplandeciente bermeana. Me limito a señalar lo obvio.
Esta escena es un trasunto de los años de persecución, opresión y asesinato sufridos por tantos españoles a manos de la Eta, sus corifeos y los justificadores del "conflicto". Años viendo pasar la vida mientras se hacía como que las víctimas de las persecuciones, secuestros y asesinatos de la Eta no existían ni existían los apologistas que los sostienen. Y aún nos queda de esa enfermedad social. Es inconcebible que la retirada del reclamo de la liberación de secuestrados suponga la inmediata exhibición de otro prosecuestradores y asesinos. Y que nada pase, como si los 850 asesinados no lo hubiesen sido a manos de la Eta. Como si a Ortega Lara no lo hubiesen enterrado durante 532 días, dispuestos a matarlo de hambre si se terciaba. Inconcebible, pero llevamos décadas concibiendo estas cosas sin dificultad en pueblos y ciudades del País Vasco y de Navarra. Sociedades moral y políticamente enfermas, que muchas veces hacen metástasis también en quienes observan -léase observamos- desde más o menos fuera, desde más o menos lejos y cerca; sin saber o sin querer saber que la resignada contemplación nos inocula indiferencia, despiadado castigo para las víctimas, pues que las equipara con sus verdugos. Indiferencia forjada a golpe de propaganda totalitaria, de mentira, de victimismo (!) nacionalista, de miedo, del "no te metas en políticas", de generalidades tipo "todos los políticos son iguales", evasoras de nuestra responsabilidad, sin distinción entre quienes están con los que matan y quienes están con los que mueren. De nuestra pereza intelectual que beneficia a matarifes y a quienes van recolectando sus nueces, sin sonrojo; de, en fin, nuestras renuncias ciudadanas, pequeñas o grandes, de cada día.
Lo que confiere un punto más amargo y triste a la incívica escena del balcón de Bermeo, la última vuelta de tuerca, es que, consciente o inconscientemente, son familiares de secuestrados quienes la protagonizan. Los que reclamaban solidaridad ciudadana por su gran congoja, hecha, ¡oh Dios!, del temor a que los suyos fueran asesinados. Solucionada la angustia, accionan en el ignominioso balcón con feliz sosiego, con indiferencia ante la redescubierta y reexpuesta afrenta a nuestras víctimas del terrorismo que, aunque oculta, seguía anclada en aquel balcón durante los 47 días del secuestro de los arrantzales. Tal vez sea inocente la indiferencia de los actuantes, repondrá alguien. ¿Puede serlo? No en Bermeo. ¿Sentirá el ayuntamiento suficiente vergüenza como para quitar por siempre el trapo proetarra de su balcón y de todos los balcones de la legitimación pública del terror?
Aclaración: arriba de esta entrada, a veces, se encontró el lector un hueco en blanco, en lugar del referido vídeo. Como RTVE lo retiró de su lugar original ya no tenemos seguridad de verlo. Leches...
Aclaración: arriba de esta entrada, a veces, se encontró el lector un hueco en blanco, en lugar del referido vídeo. Como RTVE lo retiró de su lugar original ya no tenemos seguridad de verlo. Leches...
11 noviembre 2009
España y sus muertos

Particularmente llamativo resulta el mutis del PP. Muchas veces pienso que España no se merece la sangre de sus víctimas y que aquellos ciudadanos matados por su defensa de España y la libertad, por plantar cara al terror, fatalmente se equivocaron. Yo, hijo de uno de esos bravos, Jesús Ulayar, fantaseo con arrojar al suelo mi bandera, con acogerme a otra bandera, una de conveniencia, sí, una que convenga más a la memoria del padre muerto. La de alguna nación que se quiera a sí misma, una que respete a sus muertos por todo cuanto significan.
01 noviembre 2009
Ortega Lara, la virtud de no hablar sin hablar
El pasado 28 de octubre José Antonio Ortega Lara, entre otras personas, recibió en el Casino de Madrid el premio La Puerta del Recuerdo de la universidad CEU San Pablo. En su intervención el de Burgos no se mordió la lengua y dijo lo que creyó oportuno. Frente a un auditorio en el que, además de ciudadanos víctimas, se contaban representantes sociales, políticos e institucionales, José Antonio tuvo que elegir entre lo que dijo y lo que hoy resulta políticamente correcto; entre su dignidad ciudadana que preserva la de todos y esos lugares comunes que a fuerza de frecuentarse han quedado huecos; entre su verdad y los juegos de disimulo. Probablemente me equivoco cuando digo que eligió entre lo uno y lo otro, pues seguro que José Antonio ni se planteó el pasteleo, no precisó sopesar una y otra opción. No llegó a tener que elegir entre lo correcto en términos morales y políticos y lo que calificamos de políticamente correcto, que suele ser el camino más recto y muelle hacia la lisonja multidireccional, así que a la falsedad. Sencillamente dijo su verdad. Entre otras cosas de mejor digestión para los "correctos", el premiado declaró que no se fía de ZP, pues teme que vuelva a las andadas con los etarras en cuanto lo aconseje la jugada. No se fía de su antiguo partido, el PP, que termina por imitar tics centrifugadores de la nación del PSOE. No se fía de la actual AVT que ha renegado bellacamente de la Rebelión Cívica. Pide cuentas a Rajoy sobre si ha tenido algo que ver en ello.
Pocas amistades nuevas se habrá granjeado nuestro resistente amigo entre los devotos de la moqueta gruesa, el brillo de las lámparas de lágrimas y el sonriente canapé de subsecretarios, cargos partidarios, graves prebostes institucionaless y resto de fauna oficial. Es para quedarse admirado ¿que no? Hágase cargo el lector de que ante esa gentulina y en ese marco es preciso sobreponerse para cantar las cuarenta. Y José Antonio las cantó, a lo mejor sin tener que sobreponerse porque le sale así; con castellana serenidad, sin hurtar idea ni palabra. Puede que debido a ello incluso perdiese o le tambalease alguna amistad que, ¡ay!, tal vez no lo fuese tanto. Yo, que lo vi por la tele, quedé rendido ante un español libre. ¡Bien! Un resistente hasta lo indecible durante aquel interminable encierro al que fue sometido por los etarras. Y resistente frente a la descomposición de España. Ambas cosas vienen a ser lo mismo. ¿O es que José Antonio se comió aquella tortura de 532 días para que ahora los políticos den por amortizada la nación española?
Algunos se incomodaron ostensiblemente por el discurso. Hubo quien hasta se ausentó amostazado, con una mala gaita digna de peor causa. La cosa rondaba por aquello de que si no era el momento, que si tal que si cual... Desde que Mariano y ZP acordaron lo que no nos cuentan en materia terrorista, ha sido difícil ver "el momento". En fin, había quien pretendía de la pusilanimidad del premiado el debido hornato del acto y de los circunstantes de la oficialidad; así, la verdad de José Antonio habría quedado oculta bajo algún pico de la moqueta, entre su urdimbre y el nobilísimo mármol del Casino de Madrid. No es de recibo, como pretendendían algunos, el aparente hermoseamiento del premio a costa de un comportamiento lanar del premiado. Los primeros en no permitirlo serían los amigos del CEU San Pablo, institución que tan dignamente preside don Alfredo Dagnino.
Ojo al gesto de Teresa Jiménez Becerril. Tras las palabras de José Antonio no perdió un segundo y se levantó rápidamente para abrazarlo. Toma ya!!
Pocas amistades nuevas se habrá granjeado nuestro resistente amigo entre los devotos de la moqueta gruesa, el brillo de las lámparas de lágrimas y el sonriente canapé de subsecretarios, cargos partidarios, graves prebostes institucionaless y resto de fauna oficial. Es para quedarse admirado ¿que no? Hágase cargo el lector de que ante esa gentulina y en ese marco es preciso sobreponerse para cantar las cuarenta. Y José Antonio las cantó, a lo mejor sin tener que sobreponerse porque le sale así; con castellana serenidad, sin hurtar idea ni palabra. Puede que debido a ello incluso perdiese o le tambalease alguna amistad que, ¡ay!, tal vez no lo fuese tanto. Yo, que lo vi por la tele, quedé rendido ante un español libre. ¡Bien! Un resistente hasta lo indecible durante aquel interminable encierro al que fue sometido por los etarras. Y resistente frente a la descomposición de España. Ambas cosas vienen a ser lo mismo. ¿O es que José Antonio se comió aquella tortura de 532 días para que ahora los políticos den por amortizada la nación española?
Algunos se incomodaron ostensiblemente por el discurso. Hubo quien hasta se ausentó amostazado, con una mala gaita digna de peor causa. La cosa rondaba por aquello de que si no era el momento, que si tal que si cual... Desde que Mariano y ZP acordaron lo que no nos cuentan en materia terrorista, ha sido difícil ver "el momento". En fin, había quien pretendía de la pusilanimidad del premiado el debido hornato del acto y de los circunstantes de la oficialidad; así, la verdad de José Antonio habría quedado oculta bajo algún pico de la moqueta, entre su urdimbre y el nobilísimo mármol del Casino de Madrid. No es de recibo, como pretendendían algunos, el aparente hermoseamiento del premio a costa de un comportamiento lanar del premiado. Los primeros en no permitirlo serían los amigos del CEU San Pablo, institución que tan dignamente preside don Alfredo Dagnino.
Ojo al gesto de Teresa Jiménez Becerril. Tras las palabras de José Antonio no perdió un segundo y se levantó rápidamente para abrazarlo. Toma ya!!

25 octubre 2009
Ley de víctimas del terrorismo - Diario de Navarra 29.10.2009

La Eta, que ha sembrado Navarra con 42 asesinatos, más de 800 en toda España, no comete sus atentados únicamente contra la convivencia y la concordia así, en general y porque sí. Demasiadas veces nuestro lenguaje oculta las motivaciones de los matarifes, contribuyendo a una percepción algo difusa del concreto ataque etarra contra la nación española, único ámbito posible de libertad. Se habla perezosamente de “sinrazón”, de “locura terrorista” y similares muletillas, como si a la Eta no le guiaran ideas y objetivos, cómo no, del acervo nacionalista vasco. Matar a cientos para torcer la voluntad de millones de españoles en pos de sacar a Navarra de la nación española e integrarla en el mito del xenófobo Arana, fuente de la idea, absurda y totalitaria, pero idea. Hablo de nación española, no de ese “estado” que en buena parte del lenguaje diario han impuesto los separatistas de toda laya con la ayuda de alguna progrería, con perdón por el palabro. Estado, como si la patria contra la que mataron a los nuestros se redujera a los pasillos de los ministerios. Aunque gracias a las chapuzas políticas de estas últimas décadas, puede que llegue el día en que haya que reconocerlo así.
En el pleno del parlamento foral poco me extrañó la postura de NaBai expresada por Zabaleta con cínica demagogia. La demagogia consiste en comparar lo incomparable. Mezcla las víctimas del terrorismo de la Eta/HB -¿te acuerdas Patxi?- que ataca a la nación y a la voluntad de sus ciudadanos a base de tiros y bombas, con una guerra civil en la que los españoles, ¡ay!, nos matamos unos a otros. La idea es diluir a las víctimas de la Eta con tal de no reconocer en ellas su significación política, pues ello coloca a muchos nabaitxus ante el espejo delator. Mal hace el PSN evitando nombrar expresamente a la Eta en esta proposición de ley con tal de no entrar en diferentes siglas asesinas. Debiéramos tener las ideas claras en esto, ya que una ley que arme un totum revolutum con las víctimas de la Eta y el etarra que las acechaba hasta que fue matado por el GAL, maldito producto de las cloacas del estado, supondría afrentar la memoria de quienes fueron matados para matar la nación. Dejemos la pereza intelectual tipo “sinrazón” y “locura terrorista” que omite su apellido ideológico: nacionalista anti español, conque anti navarro. No tapemos lo capital: es la nación española la atacada en la sangría y los ciudadanos debemos honrar a nuestras víctimas sin ambigüedades, atendiendo a qué simbolizan quienes han sido objetivo directo del terrorismo nacionalista. ¿O estoy equivocado y va a resultar que hablamos de toda “violencia” del mundo mundial si descender a tan nimios detalles?
Una última reflexión. Quien viva en la realidad no puede negar que España sufre problemas de cohesión. Estos males toman su origen en las minorías separatistas y en la estúpida gestión que al respecto han llevado adelante los grandes partidos de ámbito y vocación supuestamente nacionales. Estos últimos años han proliferado diferentes y desiguales legislaciones sobre víctimas en algunas comunidades autónomas. Ello es fuente de desigualdades y agravios entre víctimas, tratadas de modo diferente en virtud de qué estadito con parlamento y banda de música las vio nacer. Aquí un tanto por ciento, allá otro, acullá unas exclusiones que más al fondo resulta que no se contemplan, etc. ¿Me dice aquí que un 30%? ¿Por qué no un 3%? ¿Y un 300%, digo un 0,3%? ¿O es igual con tal de querer lavar la maldita negociación con la Eta, la de las connivencias policiales con los asesinos en favor del proceso que supuso el chivatazo del bar Faisán, sin aclarar hoy por Rubalcaba ni Garzón? ¡Gran afrenta a la dignidad de nuestros muertos que reclama justicia! En fin... Oigan, al menos, en lo concerniente a las víctimas, habría que dejar de cuartear, de abrir brechas en aquello que éstas simbolizan: España. Es sarcástico que se siga empobreciendo la cohesión nacional precisamente con leyes sobre nuestras víctimas. ¿Alguien da más en este trágico país? Ya en 2004 Zapatero prometió una nueva legislación nacional. Hasta hoy. ¿No sería más lógico instar a ZP para que se realice de una vez aquella promesa de hace un quinquenio? Pues nada, abandone el lector toda esperanza. Una vez se han hecho con la tiza no han de soltarla.
En el pleno del parlamento foral poco me extrañó la postura de NaBai expresada por Zabaleta con cínica demagogia. La demagogia consiste en comparar lo incomparable. Mezcla las víctimas del terrorismo de la Eta/HB -¿te acuerdas Patxi?- que ataca a la nación y a la voluntad de sus ciudadanos a base de tiros y bombas, con una guerra civil en la que los españoles, ¡ay!, nos matamos unos a otros. La idea es diluir a las víctimas de la Eta con tal de no reconocer en ellas su significación política, pues ello coloca a muchos nabaitxus ante el espejo delator. Mal hace el PSN evitando nombrar expresamente a la Eta en esta proposición de ley con tal de no entrar en diferentes siglas asesinas. Debiéramos tener las ideas claras en esto, ya que una ley que arme un totum revolutum con las víctimas de la Eta y el etarra que las acechaba hasta que fue matado por el GAL, maldito producto de las cloacas del estado, supondría afrentar la memoria de quienes fueron matados para matar la nación. Dejemos la pereza intelectual tipo “sinrazón” y “locura terrorista” que omite su apellido ideológico: nacionalista anti español, conque anti navarro. No tapemos lo capital: es la nación española la atacada en la sangría y los ciudadanos debemos honrar a nuestras víctimas sin ambigüedades, atendiendo a qué simbolizan quienes han sido objetivo directo del terrorismo nacionalista. ¿O estoy equivocado y va a resultar que hablamos de toda “violencia” del mundo mundial si descender a tan nimios detalles?
Una última reflexión. Quien viva en la realidad no puede negar que España sufre problemas de cohesión. Estos males toman su origen en las minorías separatistas y en la estúpida gestión que al respecto han llevado adelante los grandes partidos de ámbito y vocación supuestamente nacionales. Estos últimos años han proliferado diferentes y desiguales legislaciones sobre víctimas en algunas comunidades autónomas. Ello es fuente de desigualdades y agravios entre víctimas, tratadas de modo diferente en virtud de qué estadito con parlamento y banda de música las vio nacer. Aquí un tanto por ciento, allá otro, acullá unas exclusiones que más al fondo resulta que no se contemplan, etc. ¿Me dice aquí que un 30%? ¿Por qué no un 3%? ¿Y un 300%, digo un 0,3%? ¿O es igual con tal de querer lavar la maldita negociación con la Eta, la de las connivencias policiales con los asesinos en favor del proceso que supuso el chivatazo del bar Faisán, sin aclarar hoy por Rubalcaba ni Garzón? ¡Gran afrenta a la dignidad de nuestros muertos que reclama justicia! En fin... Oigan, al menos, en lo concerniente a las víctimas, habría que dejar de cuartear, de abrir brechas en aquello que éstas simbolizan: España. Es sarcástico que se siga empobreciendo la cohesión nacional precisamente con leyes sobre nuestras víctimas. ¿Alguien da más en este trágico país? Ya en 2004 Zapatero prometió una nueva legislación nacional. Hasta hoy. ¿No sería más lógico instar a ZP para que se realice de una vez aquella promesa de hace un quinquenio? Pues nada, abandone el lector toda esperanza. Una vez se han hecho con la tiza no han de soltarla.
11 octubre 2009
La AVT y el Faisán - Libertad Digital 11.10.09

Si lo quisiéramos explicar en términos entomológicos, podríamos hablar de su conversión en huésped afectado por la subrepticia acción de un parásito o similar. Al primer golpe de vista no hay diferencia, pero la socavación interna no se detiene. Y vaya si el plan que muchos nos tememos se está cumpliendo. ¿Ha sabido alguien de alguna reacción de la AVT que sea digna de su obligación, ante una fiscalía que pide dar carpetazo al caso del bar Faisán? ¿Y sobre el bochornoso espectáculo de Garzón levantando -sin levantarlo- el secreto de ese aviar y fétido sumario con el que nos viene mareando la perdiz desde 2006? Es decir, con la salvedad de que las partes, una de las cuales es la AVT, están obligadas a guardar secreto sobre el contenido. Pues nada, que a mandar. A callar se ha dicho y ojito con protestar por la decisión del juez. ¿Se imagina el lector la que habría montado la AVT verdadera con este asunto relativo, ni más ni menos, que a una posible colaboración policial con la ETA? Oiga, con los de De Juana, con los de Ternera y esa gentuza, que por cierto sigue pastando por Europa sin que la AVT ni los peperos digan “mu” ni Pamplona a Zapatero.
No tiene explicación plausible la mansedumbre de los actuales mandarines de la AVT en este lance garzonil. O sí. Es que ahora la AVT es tan correcta, tan guapa, tan loable; son tan entrañables esas víctimas que no se andan en políticas ni leches... ¡oh! Pero ello no obsta para que siga abierto y sin descanso otro de los frentes de la operación. En su ciego tránsito por los últimos peldaños de la iniquidad, García Casquero sigue despidiendo a las buenas profesionales del equipo psicosocial de la AVT. Por supuesto despidos improcedentes y onerosos. Una pasta le van costando a la asociación desde el inicio de este hundimiento en el que sobran pasajeros émulos de los músicos de la orquesta del Titanic. Los de la actual AVT que refiero no se entregan al mérito de aquella impasible orquesta, pues no es que presten sus artes al consuelo general precisamente, sino que sirven de coartada para quienes dicen que no pasa nada malo. Una peste, vaya. Hombre, digo yo que para interpretar su lamentable papel les será de ayuda saber que, al cabo, nos serán suyos los pellejos que terminen en el helado mar. El caso es que las trabajadoras Patricia, Alejandra y Virginia han seguido los pasos de Bea Barcia, hasta hace pocos días responsable del mejor equipo psicosocial que existía en España. ¿Importa a este presidente de nuestros pecados y a su junta que se desmonte el grupo de profesionales que tanto costó formar para la mejor atención del asociado? Pues no, hay que cobrarse las piezas programadas. La directiva las manda a su puta casa, en palabros de aquel dirigente sindical en su reciente arenga anti MAFO. Conque sigue el triste discurso de los días y los meses en la AVT, de victoria en victoria hasta la derrota final. Créame el pacífico ciudadano que soporta estas líneas, que son horas en las que por encima de una imagen, de la apariencia de una entidad en tránsito hacia su cáscara, me importan las personas que son machacadas, sus vidas y su dignidad; esas víctimas inocentes -y van unas cuantas- de un naufragio pilotado por malvados timoneles, programado desde sentinas políticas y silenciado por la inmensa mayoría de los medios de comunicación, cuando no jaleado. A ese numeroso grupo de víctimas de la iniquidad casqueril se acaban de incorporar tres mujeres más. La inexorable venganza por aquella Rebelión Cívica continúa su camino.
No tiene explicación plausible la mansedumbre de los actuales mandarines de la AVT en este lance garzonil. O sí. Es que ahora la AVT es tan correcta, tan guapa, tan loable; son tan entrañables esas víctimas que no se andan en políticas ni leches... ¡oh! Pero ello no obsta para que siga abierto y sin descanso otro de los frentes de la operación. En su ciego tránsito por los últimos peldaños de la iniquidad, García Casquero sigue despidiendo a las buenas profesionales del equipo psicosocial de la AVT. Por supuesto despidos improcedentes y onerosos. Una pasta le van costando a la asociación desde el inicio de este hundimiento en el que sobran pasajeros émulos de los músicos de la orquesta del Titanic. Los de la actual AVT que refiero no se entregan al mérito de aquella impasible orquesta, pues no es que presten sus artes al consuelo general precisamente, sino que sirven de coartada para quienes dicen que no pasa nada malo. Una peste, vaya. Hombre, digo yo que para interpretar su lamentable papel les será de ayuda saber que, al cabo, nos serán suyos los pellejos que terminen en el helado mar. El caso es que las trabajadoras Patricia, Alejandra y Virginia han seguido los pasos de Bea Barcia, hasta hace pocos días responsable del mejor equipo psicosocial que existía en España. ¿Importa a este presidente de nuestros pecados y a su junta que se desmonte el grupo de profesionales que tanto costó formar para la mejor atención del asociado? Pues no, hay que cobrarse las piezas programadas. La directiva las manda a su puta casa, en palabros de aquel dirigente sindical en su reciente arenga anti MAFO. Conque sigue el triste discurso de los días y los meses en la AVT, de victoria en victoria hasta la derrota final. Créame el pacífico ciudadano que soporta estas líneas, que son horas en las que por encima de una imagen, de la apariencia de una entidad en tránsito hacia su cáscara, me importan las personas que son machacadas, sus vidas y su dignidad; esas víctimas inocentes -y van unas cuantas- de un naufragio pilotado por malvados timoneles, programado desde sentinas políticas y silenciado por la inmensa mayoría de los medios de comunicación, cuando no jaleado. A ese numeroso grupo de víctimas de la iniquidad casqueril se acaban de incorporar tres mujeres más. La inexorable venganza por aquella Rebelión Cívica continúa su camino.
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