Escapar

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El 27 de enero de 1979 tu sangre y la lluvia mojaron nuestra acera

06 agosto 2010

Arrepentimiento, perdón y manipulación
Diario de Navarra 13.08.2010


Creo que arrepentimiento y perdón son asuntos irrenunciables en una sociedad civilizada. Pero también palabras fácilmente manipulables. Como paz, unidad... Y en el tema terrorista lo vienen siendo. Arrepentimiento y perdón, si son, dejan huella en la persona. Son trabajos de vida benéficos que aunque no se conciten, cada uno aisladamente es provechoso para cada cual y en esa medida irradia el bien, dentro y fuera de la persona: victimario o víctima. Cierto que ambos valores culminarían en bien público si llegaran a coincidir sinceramente. Espléndido. No han sido pocas las víctimas que ofrecieron su perdón públicamente. Mi madre lo hizo. Pero. Supóngase el lector víctima de una barbarie que culmina la tarea de llegar a perdonar al terrorista. Bien, empéñese en perdonar a quien le plazca que si el tipo está lejos de pedirlo o de aceptarlo -lo habitual- no hay mucho que hacer por el bien público. Aunque puede que usted haya obtenido alguna edificación personal por la que me alegraré. Pero ese delicado asunto queda en el almario, no tiene parte en la cosa pública y desde ahí no es exigible. Arrepentimiento y perdón no son cosas igualmente exigibles, pues equipararíamos verdugos y víctimas; quien inflige el daño con quien lo padece y sobrelleva como puede. Aberrante.

El arrepentido siente dolor, necesita abominar de su pasado y de la banda terrorista; acepta de grado la pena y expresa voluntad de reparación a la víctima y a la sociedad. Vamos, debe exigírsele la búsqueda sincera del bien común desde la transparencia, de modo inequívoco y colaborador. Alguien que trabaje así por rehacerse, por rescatar su propia persona de la maldad cometida, creo que de alguna manera nos rescata a todos y merece beneficios. Pero las noticias de días atrás hablaban de beneficios a etarras que escribieron en su celda cuatro líneas del siguiente pelo: “Deseo manifestar mi total desvinculación con la organización ETA por entender que la violencia no representa camino alguno para la obtención de objetivos políticos. Deseo igualmente manifestar mi arrepentimiento por el daño causado y pido disculpas a cuantos resultaron afectados por mis actuaciones.” Punto. Con esto dice Rubalcaba que están arrepentidos y piden perdón a las víctimas. Mofa de la Justicia. Engaño y manipulación de cosas sagradas. Olvido del dolor de tantas víctimas en muchos casos condenadas de por vida al trabajo de superar día a día el daño atroz, que se ve aumentado de variadas formas. Por ejemplo esta farsa del ministro.

Hay quien pide estólidamente que esas cuatro líneas se hagan llegar a las víctimas, como si con ese trámite todo cambiara. El etarra que persigue, mata y no abomina efectivamente de ello ¿no será capaz de mentir en ese trámite si así la calle ancha le espera a un tiro de piedra? Nada me importa que un etarra cumpla condena cerca de su casa, siempre que no perjudique la lucha antiterrorista. Me preocupa cuanto haya detrás. Si con la impostura de cuatro líneas turbias y clases de alfarería, estos tipos pueden progresar y en cuatro días pasean por la calle descojonándose de sus víctimas. Y que eso sea precio de algún trato. Por cierto, que a Ternera, el jefe etarra negociador lo localizaron y no lo enchironan. Siquiera en Martutene. ¿Por? Predico en el desierto, lo sé. Vergonzosamente gobierno y oposición van de acuerdo en esa y otras desvergüenzas. Resumiendo: no jueguen ustedes con asuntos sagrados, no hieran. Poco les importa. Y nada, a adornar la cosa con calles dedicadas, homenajes institucionales, lágrimas y la nueva Ley de Víctimas con su manguera de los euros.