Primero de año. Una pintada en el parque Runa de Pamplona, junto a los juegos infantiles, escupe cínicamente “Eta les desea un feliz año 2009. Para este año, viudas y huerfanitos.” La maldad de la bestia. Alguien dirá que el autor está loco, aliviando así el impacto que le produce. Socorrido, pero es no querer ver. Los niños tapan sus ojos con las manitas y exclaman ¡no estoy! No son locos. Quien perpetra la abyecta pintada se presenta a concejal proetarra, chiva información sobre el asesinable, se integra en algún grupo de matarifes de la banda... Aún alguien dirá que hay que hablar –negociar entendemos todos– con esta gentuza cruel por el mero hecho de que hay quien les vota. Tóxico argumento para ingenuos y tramposos. No hay convivencia ni democracia sin respeto a sus reglas. Qué años perdidos con el puñetero proceso, retroceso incluido.
Y a usted, paciente lector, ¿le llega la punzada de las pintadas insulto o cedió ya a la anestesia de esta inflación de grafitis y malvados? ¿Le conciernen humana y sobre todo políticamente esas “viudas y huerfanitos” zaheridos; nuestros, sean del “este pueblo” que sean, hechos víctimas para doblegarle a usted como ciudadano navarro y español? Son suyos.
Desde el nacionalismo hay dirigentes estercolando el espacio público con sus miserias a fin de parangonar terroristas y asesinados. Dicen de los etarras que cuando los encarcelan o resultan heridos o muertos en un enfrentamiento con la policía también son víctimas; como los asesinados, como esas “viudas y huerfanitos”. La infamia categorizaría como víctima al individuo de la atroz pintada del parque Runa en su progresión etarra. Un matiz. Cuando la serpiente mata a “un hijo de este pueblo” -vamos, que no se refiere al guardia civil Piñuel asesinado en Legutiano- por una extorsión no satisfecha o una obra pública, Ibarretxe añade que no entiende por qué matan a “uno de los nuestros, nacionalista de toda la vida”. Nada asesinable si lo comparamos con un txakurra, dónde va a parar.
Y a usted, paciente lector, ¿le llega la punzada de las pintadas insulto o cedió ya a la anestesia de esta inflación de grafitis y malvados? ¿Le conciernen humana y sobre todo políticamente esas “viudas y huerfanitos” zaheridos; nuestros, sean del “este pueblo” que sean, hechos víctimas para doblegarle a usted como ciudadano navarro y español? Son suyos.