Es conocimiento público que el ayuntamiento de Echarri Aranaz nombró hijos predilectos a etarras de aquel pueblo. Entre ellos a quienes mataron a Jesús Ulayar, mi padre. Sus hijos hemos denunciado públicamente esta infamia. Incluso el colectivo Vecinos de Paz reclamó a la alcaldesa de NaBai la retrocesión de tal ignominia. Pero esa coalición siempre dio la callada por respuesta. En este punto conviene recordar que Vicente Nazábal, el asesino que dando cinco tiros a mi padre lo tendió muerto a mis pies, es compañero de despacho del preboste nacionalista Patxi Zabaleta. Como venimos explicando los Ulayar, lejos de mostrar arrepentimiento por matar a nuestro padre a sangre fría, mantiene la inveterada actitud chulesca y matonil que le caracteriza. Así pues, Nazábal es uno de los etarras que aquel consistorio, en pleno de 30 de noviembre de 1989, nombró hijo predilecto.Lo digo porque NaBai ha protagonizado estos días en la cámara foral un burdo intento de zafarse del reproche político y social que se merece. Blanden para ello un papelito de la secretaría municipal según el cual no existe nombramiento alguno a favor de Nazábal. ¿Lo pilla el agudo lector? Exacto. El truco consiste en omitir que Nazábal es uno de los de la partida de etarras colectivamente nombrados hijos predilectos en 1989. Treta ridícula apta para desinformados y malvados, con pretensión de acallar las voces que les acusan. Además, decididos a mearse en la piscina, se vinieron arriba y lo hicieron desde el trampolín al afirmar que todo este asunto es un “bulo de internet”. Sólo les faltó decir que los Ulayar directamente mentimos. En este punto nadan en el tintero de mi alma expresiones que, por educación y respeto, omito. Ya en 1979 el PNV se ciscaba en la familia Ulayar otorgando legitimidad a los pistoleros. ¿Y eso? Cuando fueron detenidos en septiembre de aquel año, reclamaron la suelta y vuelta a casa de los matarifes. Apoyaron la petición en "El derecho que tiene toda persona a la libertad y a la vida y porque deseamos verlos entre nosotros rápidamente". En 1995 el ayuntamiento de Echarri Aranaz reclamó la puesta en libertad de los asesinos de Jesús Ulayar. Aquello obtuvo los votos batasunos y de EA y PNV, nuevamente. Nuestra familia presentó escrito de queja pidiendo, entre otras cosas, la retirada del nombramiento de hijos predilectos a los asesinos de nuestro padre, Vicente y Juan Nazábal y Jesús María Repáraz. Los batasunos se opusieron en redondo, off course. Tanto PNV como EA, que para más bemoles disponían de la mayoría de concejales -6 contra4-, sencillamente decidieron no votar, con lo que nuestra petición quedó rechazada. Los nacionalistas dizque democráticos son así de majos. Y entonces no se les ocurrió dudar de que Nazábal y los suyos fueran hijos predilectos, pues eran perfectamente conscientes de ello. Es ahora cuando les aqueja el brote negacionista.
No perdamos de vista en todo este asunto que una escisión batasuna -Aralar- más PNV y EA son quienes conforman el grueso de NaBai; en palabras aurelianas, esa coalición afirmativa que ostenta la alcaldía de Echarri Aranaz. Así pues, entonces como ahora, ocioso será esperar de ellos alguna generosidad y/o gallardía. Consta ese acuerdo municipal en la cámara foral y da fe de su entrada el Boletín Oficial del Parlamento de Navarra de 9 de junio de 1995. Fue el propio consistorio el que lo hizo llegar a la cámara, sin vergüenza alguna. Señores de NaBai, ni nuestra ya fallecida ama Rosa Mundiñano ni sus hijos nos hemos inventado nuestra historia. Una buena porción de las páginas más ásperas y dolorosas están escritas por ustedes, de su puño y letra.
No perdamos de vista en todo este asunto que una escisión batasuna -Aralar- más PNV y EA son quienes conforman el grueso de NaBai; en palabras aurelianas, esa coalición afirmativa que ostenta la alcaldía de Echarri Aranaz. Así pues, entonces como ahora, ocioso será esperar de ellos alguna generosidad y/o gallardía. Consta ese acuerdo municipal en la cámara foral y da fe de su entrada el Boletín Oficial del Parlamento de Navarra de 9 de junio de 1995. Fue el propio consistorio el que lo hizo llegar a la cámara, sin vergüenza alguna. Señores de NaBai, ni nuestra ya fallecida ama Rosa Mundiñano ni sus hijos nos hemos inventado nuestra historia. Una buena porción de las páginas más ásperas y dolorosas están escritas por ustedes, de su puño y letra.
