Este par de docenas de palabras me pararon un buen rato. Pasmosa descripción de una gente pobre. "El viejo, la mujer y los chicos tenían sólo carácter de pobres; eran de esos tipos y figuras borrosas que el troquel de la miseria produce a millares."
El miedo de la Ignacia por Carlos Ohando. "La muchacha, que no tenía gran inclinación por Carlos, al verle tan violento, cobro por él desvío y miedo."
De la simple de doña Pepita. "Martín llegó a convencerse de que la buena señora tenía una imposibilidad irreductible para enterarse de las cosas. Lo veía todo a su gusto y se convencía de que los hechos eran como se los había pintado su fantasía."
Anda que esta conversación... Martín arremete contra la jota navarra. Y lo siento por los aficionados. La encuentra petulante y argumenta contra ella. Entonces, el periodista que le acompaña... "-¿De manera que para usted este canto es como una falsificación del valor y de la energía? -Sí, algo así. -Está bien. Lo diré en mi próxima crónica. ¿No le parece a usted mal que me sirva de sus opiniones? -De ningún modo, porque a mí no me sirven de nada." Continuando el paseo del periodista y Zalacaín por Estella. "Juego, campanas, carlismo y jota. ¡Qué español es esto, mi querido Martín! -dijo el extranjero. -Pues yo también soy español, y todo esto me es muy antipático -contestó Martín. -Sin embargo, son los caracteres que constituyen la tradición de su país -dijo el extranjero. -Mi país es el monte -contestó Zalacaín."
Momento en el que Martín confiesa a un comandante liberal que le falta ambición y su porqué. "¿Creerá usted que yo ya no tengo casi ambición? -¿No? -No. Sin duda eran los obstáculos los que me daban antes bríos y fuerza, el ver que todo el mundo se plantaba a mi paso para estorbarme. Que uno quería vivir, el obstáculo; que uno quería a una mujer y la mujer le quería a uno, el obstáculo también. Ahora no tengo obstáculo, y ya no sé qué hacer. Voy a tener que inventarme otras ocupaciones y otros quebraderos de cabeza." Claro, el aventurero.
Finalmente el capítulo VI titulado Las tres rosas del cementerio de Zaro. Pero no lo copio aquí, que ya me va quedando largo. Son dos páginas para quedarse totalmente colgado.
Nada amigos, que nuevamente tenemos pendiente Zalacaín el aventurero.