Volviendo a la radio. Tras informar sobre la funesta noticia de la AN, pasaron a comentarla con el presidente de la AVT, Juan Antonio García Casquero. Decía que si se perpetran estas cosas desde el dichoso EdD a costa de la memoria y la dignidad de las víctimas, él se preguntaba en qué “puntos suspensivos” -dijo- de país vivimos. Desde la Transición la democracia española estableció una suerte de contrato de sangre con sus víctimas. Sí, sí. En décimas de segundo me pasan décadas de peticiones de confianza en el EdD desde gobierno y partidos democráticos. Centenares de mensajes a las víctimas y a toda la ciudadanía, muy especialmente a las víctimas, en los que se nos instaba a confiar en el EdD, que con toda seguridad vencería al terror y nos ampararía. Y yo necesitaba creerlo. Uno pensaba que somos los buenos, que no podía ocurrir otra cosa. Tragamos en silencio carros y carretas durante décadas: el olvido, el nulo reconocimiento social de la tragedia y el “algo habrá hecho”. Aceptamos el contrato de adhesión que se nos presentaba: sufrid callados, que a cambio venceremos y se os reconfortará. Eso entendimos, vaya. Y ahora nos vienen con estas... y otras. Por ejemplo, De Juana saldrá a la calle el mes que viene probablemente. Dicen que legalmente no se puede hacer más. Y me pregunto ¿dónde ha estado durante décadas el negligente EdD para no poner remedio a situaciones tan sangrantes como previsibles? Resumiendo, ¿dónde demonios se metieron nuestros políticos, aquellos que nos reclamaban confianza?
Si lo piensa bien el paciente lector, un grupo musical puede subirse al escenario y troncharse de risa mientras se cisca en nuestros muertos y no pasa nada. Soportamos durante décadas el callejero en homenaje a nuestros asesinos y poco o nada pasa a estas avanzadas alturas. Un ayuntamiento -el de mi pueblo, Echarri Aranaz- coloca contenedores de basura sobre el punto donde Eta mató a un ciudadano -mi padre- y no pasa nada. O nombra hijo predilecto del pueblo al asesino de ese vecino y sigue sin pasar nada. Un matarife como De Juana Chaos se descojona de nuestros muertos y no pasa nada. Es más, incluso le recetan un salutífero paseo por las calles donostiarras. Y así. Parece que en los puntos suspensivos de la entrevista cabía un enorme montón de... (rellenar la línea de puntos con lo que le pete al lector)