El líder de Aralar, Zabaleta, acaba de declarar que los etarras “no son mercenarios, sino luchadores que pelean por unas ideas”. El Gulag era un inmenso sistema de extermino puesto en marcha por el comunismo estalinista. José Stalin peleó por unas ideas políticas con resultado de decenas de millones de asesinados. Los campos de concentración nazis fueron resultado de las ideas del nacionalsocialismo de Hitler, con análogo resultado al de Stalin. Los Jemeres Rojos asesinaron a centenares de miles de camboyanos con el maoísmo como principal soporte ideológico. Peleaban por sus ideas.
Este mes de mayo se han cumplido 25 años del asesinato del chico de 14 años Alfredo Aguirre y del policía Francisco Miguel. La etarra Mercedes Galdós -para Zabaleta una "luchadora" por sus ideas- se disfrazó de embarazada y colocó una bomba a la puerta del portal 16 de la calle Bajada de Javier de Pamplona. Cuando se acercaron Alfredo y Francisco la terrorista la hizo explotar mediante un mando a distancia. Tan ricamente. Nada es demasiado tratándose de Euskalerria, debió pensar su mente retorcida y sanguinaria, prima hermana de las de Stalin y Hitler. ¿Recuerda el lector aquellos años en los que no se vislumbraba aún la derrota de la Eta, los años de la teoría del empate infinito entre los terroristas y el Estado? ¿Imagina qué habría sido de nosotros si esa gentuza hubiera alcanzado el suficiente poder "peleando" por esas ideas?
En cualquier caso estas declaraciones del mandarín de Aralar pueden refrescar memorias flacas y mover conciencias laxas. Sobre todo para momentos como los del verano de 2007, tiempo en el que algunos querían conformar “un gobierno de progreso para Navarra” con los de Zabaleta como compañeros de viaje. Para esos progres el retroceso era el partido de Tomás Caballero y José Javier Múgica. Claro, no vas a comparar.