Escapar

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El 27 de enero de 1979 tu sangre y la lluvia mojaron nuestra acera

21 agosto 2020

ACOSOS

Pablo Iglesias denuncia que recientemente ha abandonado sus vacaciones en Asturias debido al acoso al que la extrema derecha ha sometido a su familia. Una prueba sería la fotografía, parece que retocada, de una pintada situada sobre el asfalto -COLETAS RATA- en una carretera a cerca de cuarenta kilómetros de su residencia de veraneo. Amosca que ni sus propios escoltas ni la Policía hayan notificado ningún hostigamiento al Vicepresidente.
Iglesias, de extrema izquierda bolivariana y boca prolija, ha sembrado su biografía con frases que ahora le van dejando en pelota de forma asombrosa. Así, los escraches -es decir, los acosos sufridos por los demás- eran jarabe democrático, ¿recuerdan?; hay que naturalizar el insulto en política, decía hace poco; a los delincuentes proetarras que en Alsasua hostigaron y machacaron a dos guardias civiles con sus novias, los denomina los chavales de Alsasua, pobrecitos. Ojo, en el socialismo navarro también encontraron apoyo. Para qué seguir.
Iglesias y compañía han legitimado el acoso al oponente hasta en su vida privada. Sembraron vientos y ahora dictan dónde están los límites de esos aires, ¡ja!: a quién, con qué intensidad y dónde. Ellos, como todos los totalitarios que han sido y serán, encarnan el pueblo y se sienten autorizados para dictar las reglas. Añádase la máxima de Lenin, aquel asesino de masas: la mentira es una herramienta revolucionaria.
Las patochadas tramposas de estos personajes y sus coros pretendiéndose víctimas me pudren la sangre; indigna a quienes hemos sufrido durante décadas el hostigamiento a manos de los cómplices de la ETA, sus amigos y hoy socios del gobierno de PSOE y Podemos, siendo el asesinato de mi padre ante mis ojos adolescentes la cumbre de la maldad. No tengo para olvidar la charla de Iglesias en una herriko taberna pamplonesa con laudatorios comentarios sobre el papel de los asesinos de mi padre en la Transición, blanqueando así el hostigamiento etarra sobre Ulayar. Aunque la pareja Iglesias y Montero no lo sospechen, Jesús Ulayar también tenía hijos: cuatro, que no contaron con veinte guardias custodiando el domicilio.
 
Iglesias y sus amigos proetarras, son el acoso, la amenaza a las libertades construidas en la Transición. Odian las democracias occidentales como la española que permiten nuestro modo de vida, la libertad del individuo o el imperio de la Constitución. Nosotras, las víctimas de sus socios, pagamos un alto precio en el alumbramiento de la democracia. Por eso me es tan doloroso que quieran destruirlo todo, que no mejorarlo, lo cual sería deseable. Por eso me hiere que tanto español de bien, ciudadano de a pie, crea inocuos los juicios temerarios, de barra de bar, sobre la Transición y la democracia, una obra que se puede y debe perfeccionar, cómo no, día a día. Fíjese el ciudadano qué fomenta su consideración simplemente destructiva y a quiénes alimenta. Por sus obras los conoceréis: Venezuela, Bolivia, Nicaragua... Aprovechar la democracia para eliminarla desde dentro. Mientras, el doctor Sánchez, ese sicópata político, tiene avión Falcon en que transportar su hato de inmoralidades.

29 octubre 2014

Un espejo incómodo - Diario de Navarra 29.10.14

Recientemente ha causado cierto revuelo la publicación de tres reportajes de la periodista Ángeles Escrivá donde relata sus entrevistas con una colección de etarras excarcelados. El primero, Zabarte, alias carnicero de Mondragón, habla con sarcástico orgullo de su vil trayectoria. Tras beneficiarse de la amnistía, hizo lo que otros terroristas amnistiados: volvió a la calle hasta completar diecisiete asesinatos. El último entrevistado, el echarriano Bautista Barandalla. Cuenta entre sus heroicidadescon el asesinato de Mari Cruz Yoldi por la explosión de una bomba que colocó en la pamplonesa calle Cortes de Navarra. Repartidora de Diario de Navarra, dejó viudo y seis hijos. Sin pizca de arrepentimiento, Barandalla fue excarcelado en 2009 antes de completar su condena por padecer una enfermedad grave; tan grave que no le impide correr con gran vigor y hacer una vida normal junto a su pareja, de acento jienense; detalle que, de no ser por lo trágico del asunto, mueve a risa: fanático seguidor de la doctrina racista de Sabino Arana ayuntado con una persona maketa, según acuñó el de Abando.

En la polémica entre detractores y partidarios de la publicación de los reportajes, lo que para los segundos era una deseable pedagogía que lamentablemente llega muy tarde, para los primeros suponía regalar un altavoz a los matarifes, afirmación inverosímil tratándose de un trabajo donde quien hace las preguntas es Ángeles Escrivá. Yo soy partidario: su lectura nos da una idea de la sicología, de la “dura banalidad” –qué acertada expresión en el reportaje– con la que estos etarras integran en sus deplorables vidas la condición de fanáticos asesinos; de la desvergonzada forma con la que se manifiestan ante la periodista, ante toda España, ante sus víctimas. ¿De qué mejor modo se hará el lector una idea cabal de la catadura de estos terroristas que mostrándole su hiriente malignidad? ¡Sepan que con esto se ha negociado!

Ofende a los críticos con estos reportajes la vista y la palabrería atroz de los entrevistados. Lógico. Pero reparemos además en que este asunto pone a mi querida y odiosa España frente a un espejo donde reconocerse en lo que ha permitido y permite: las víctimas del terrorismo –la nación española, todos nosotros– hemos cedido lo insufrible frente a la hidra ETA –con inclusión de su cabeza instalada en las instituciones– por culpa de la infame negociación entre el gobierno y la banda, que la blanqueó. La última novedad es que la lista de EH-Bildu al Parlamento Foral irá encabezada por el viejo conocido Adolfo Araiz, condenado por colaboración con la ETA y que se niega a condenar la dictadura del terror: 850 asesinados, decenas de miles de heridos, amenazados, acosados, etc. Y, qué quieren, igual habría que ofenderse todos los días por esto.

La victoria sobre la ETA que vende el PPSOE –apoyado en la anti España– condena a la víctimas, huérfanas de la Justicia política debida, cuando no de la penal: cientos de asesinatos por esclarecer; sin embargo, asesinos presos de permiso y excarcelados sin exigencia de colaboración con la ley; la banda del escaño viviendo de nuestros impuestos... Ojalá que –siquiera tarde– proliferen empeños como el de Ángeles Escrivá. Y es que a muchos les cuesta reconocer lo que la lectura atenta de algunas informaciones desmonta: la mentirosa corrección política impuesta por la inmensa mayoría de partidos e informaciones. Es cómodo no ver y arrojar el delator espejo cuando nos muestra la fealdad. Muchos seguimos en un insilio en el que repetimos con Primo Levi: “…nos ha quedado una facultad y debemos defenderla con todo nuestro vigor porque es la última: la facultad de negar nuestro consentimiento”.

Nota: el texto publicado en Diario de Navarra contenía un error irrelevante para el fondo del asunto. En lugar de Adolfo Araiz escribí Florencio Aóiz. Ambos son dos batasunos prefectamente intercambiables en la memoria de los 850 asesinatos del euskonazismo, ambos condenados por colaborar con la banda terrorista ETA.

28 marzo 2014

Entrevista www.diariolacamara.com

Diario La Cámara 21.03.14


Entrevista a Salvador Ulayar: "Mi madre me salvó del vértigo tras el asesinato de mi padre"


El 27 de enero de 1979, Jesús Ulayar Liciaga, exalcalde de Echarri-Aranaz fue asesinado por ETA en presencia de su hijo. Su familia ha tenido que convivir con los asesinos desde que volvieron al pueblo en 1996, han sufrido pintadas a favor de los terroristas en las paredes de su casa y han visto como el Ayuntamiento de la localidad colocaba contenedores de basura en el mismo lugar donde Jesús Ulayar cayó muerto. Ahora, Salvador, su hijo, aquel chico de 13 años que presenció el crimen, ha publicado el libro Morir para contarlo. Tras una exitosa presentación en el centro navarro Civican, nos acompaña en Diario La Cámara para hablar de su obra y de cómo ve la situación actual.

"Mi madre me salvó de la inseguridad, la inestabilidad, el vértigo tras el asesinato de mi padre"

Salvador Ulayar
Autor de Morir para contarlo

Cuando se plantea finalmente que va trabajar en este proyecto, ¿con qué dificultades se encuentra?

Este libro nace sin saber que nace. Es decir, comenzó siendo un ejercicio terapéutico hace diez años, unas pocas páginas liberadoras. Luego, han sido páginas bien duras de elaborar. La autoterapia pide completarse con la reivindicación y, finalmente, con mi sentido de la vida. Son sus tres patas: testimonio, reivindicación Política (con mayúscula, de ciudadano) y la dimensión trascendente. Todo ello engloba también un tributo a la memoria de mi padre, así como de mi madre, que murió en 2007. Su figura ha crecido con los años, una mujer valiosísima que me salvó de la inseguridad, la inestabilidad, el vértigo tras el asesinato del padre. La mayor dificultad que he encontrado ha sido la profunda desgana -esa desazón de estómago- que me producía la sola idea de tener que sentarme a escribir, a rebuscar hasta llegar a zonas incluso lindantes con el olvido. Ello, unido a la indecisión sobre si pasaría de ser algo del tenor de un diario íntimo a ser un libro con todas las de la ley, han retrasado y aparcado muchos meses el nacimiento de Morir para contarlo. He sufrido para que viera la luz. Ahora estoy contento con el recibimiento inicial que se ha dispensado a "mi niño" y me siento liberado de la responsabilidad que me autoimpuse cuando además pensé que quería levantar acta de lo sucedido, del horror y este frustrante falso final de la banda. 

En su presentación en Civican estuvo arropado por personas muy diversas, de diferentes posiciones políticas y profesionales. ¿Cree que este es un libro que puede interesar a un grupo de lectores muy amplio? ¿Para quién escribe el libro?

Salvadas las motivaciones expresadas antes, este libro es para cualquiera. Pero sobre todo para los "nuestros". ¿Y quiénes son esos "nuestros"? Pues aquellos que no aceptan esta claudicación del Estado de Derecho frente a la ETA, que hoy goza del mayor poder económico e institucional de su sangrienta historia. Esto es inaceptable y trágico. Y también los "nuestros" son quienes se han resignado. Como ya no se oyen tiros, la banda no existe, piensan muchos, mientras hablan de paz, la palabra más obscenamente manipulada en todo el proceso de negociación con la banda, cuya cola gestiona Mariano Rajoy. Ya teníamos paz, lo que nos robaron era la libertad. 

"He sufrido para que este libro viera la luz"

¿Qué comentarios o personas le han llamado la atención en las presentaciones de su libro y  a la hora de firmar ejemplares?

Me llamó la atención la presencia de algunas autoridades y representantes políticos. No se cursaron invitaciones, pero acudieron. Bueno, lo agradezco igual que agradecí la asistencia de todos los ciudadanos que abarrotaron el recinto. La hora de firmar ejemplares resultó una ducha de cariño y apoyo. Algunos muy emocionantes. Finalmente, la presencia de otras víctimas del terrorismo de Navarra, José Antonio Ortega Lara, María San Gil... fue muy grata para mí. Maite Pagaza quiso estar, pero finalmente se le torcieron los planes. Para mí -y para ella- estaba allí con nosotros.

Más allá de expresar su punto de vista y contar una historia en primera persona, ¿tiene el objetivo de cambiar políticas que hoy en día se están llevando a cabo tanto en Navarra como a nivel nacional?

Simplemente cuento mi historia y además digo lo que mucha gente también piensa. Cuando entré en la sala del Civican y a mitad de pasillo, antes de llegar al estrado, comienzo a recibir un aplauso abrumador, lo entiendo como una respuesta de esas personas a una trayectoria que han podido ir siguiendo en mis artículos en Diario de Navarra, entrevistas, intervenciones, mi etapa de delegado de la AVT... "Pienso como tú y bravo por no callarlo", venían a decir. Bueno, es lo que me decían muchos en la firma de libros. Este libro, mi actividad cívica, ¿puede cambiar algo? No me lo planteo siquiera. No siembro esperando un fruto, hago lo que quiero y debo hacer. Lo demás no es de mi responsabilidad. A ello añada que soy un escéptico con esperanza. No sé, áteme esa mosca por el rabo.

"No siembro esperando un fruto, hago lo que quiero y debo hacer"

¿Cree que la izquierda abertzale ha dado pasos en la buena dirección desde que se legalizaron sus partidos o que, por el contrario, sigue estancada en los mismos principios de siempre?

El entramado etarra va haciendo lo que más le conviene y no se le ocurre dar pasos en favor del bien común. Esa concepción de que son gente como usted o como yo con la que uno puede construir, es no haber aprendido nada. Aplauden su pasado y a los asesinos, se mofan de las víctimas... Nunca debieron ser legalizados a cambio de nada. ¿A cambio de no matarnos?  ¡Por favor... una banda que desde antes de 2004 estaba operativamente derrotada y su entramado social aislado y desmotivado! Es que ya no nos acordamos. Deben colaborar con la justicia en el esclarecimiento de cientos de asesinatos, reconocer que nunca tuvieron razón que justificara matarnos y coaccionarnos a todos los españoles, renegar de su pasado y pedir perdón. Y una vez transcurridos años con el aire de la libertad (por su derrota completa) corriendo por pueblos y ciudades, deshaciendo el ahormamiento social que implantó la bota del terror a sangre y fuego, entonces, podríamos hablar de que se hizo bien, se dieron los pasos, llegó la Justicia. Pero no va a pasar, no hay vuelta atrás. Es terrible.

En su caso concreto, ¿los abertzales se mantienen en la misma situación en Echarri-Aranaz que cuando fue asesinado su padre? 

Exactamente igual. La única diferencia es cosmética, gestual. En 2014 el asesinato está bastante más desacreditado que en años anteriores. Pero todo es pura estrategia, balance de costo y beneficio. 

"El entramado etarra va haciendo lo que más le conviene y no se le ocurre dar pasos en favor del bien común"

Ahora que ya ha pasado un tiempo desde que ETA anunció su alto el fuego, ¿se fía algo más de este anuncio?

No es cuestión de fiarse de ese anuncio, sino de tomar en cuenta todo el cuadro que acabo de pintar. Una banda derrotada que en lo operativo no supone un problema serio para el Estado, como en su momento lo fue, ya no está para amenazar. Los de las pistolas son cuatro y alguno puede "grapizarse", pero lo gordo de la serpiente está en las instituciones, cobrando de mis impuestos. La suma corrupción.

¿Considera que ha sido efectiva la política antiterrorista y las acciones de los cuerpos y fuerzas de seguridad contra ETA?

De 2004 hasta hoy, evidentemente, no. Los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado han trabajado, como siempre, abnegadamente y sin ellos muchos más estaríamos en el cementerio; pero la dirección política ha sido nefasta a más no poder.

A nivel de calle, ¿opina que continúa el rechazo a los que piensan de forma diferente a la línea abertzale?

En muchísimas zonas de Navarra y el País Vasco, claro. Ya no hay pistolas, pero el trabajo de ahormamiento social ya está hecho, el miedo cerval profundamente inoculado. Y legitimado por un proceso. ¿Y nuestra la libertad robada a tiros y miedo, dónde está? Esa batalla, pudiendo ganarla, ZP y Rajoy más adelante, decidieron perderla. Con cargo a nuestro muertos, la nación.

"¿Y nuestra la libertad robada a tiros y miedo, dónde está?"

Por último, una de las preguntas obligadas de una entrevista como ésta. Desde su experiencia personal, ¿qué se debe hacer no solo para acabar con ETA sino también con los ataques de grupos abertzales a ciudadanos de otros partidos políticos y/o ideologías en muchos pueblos y ciudades del País Vasco y Navarra?

Lo contrario a lo que se se ha venido haciendo desde 2004 con este resultado de un final falso. Los de la hidra etarra estaban bien ilegalizados y sin esperanzas, como en 2004. Con haber mantenido aquella línea, hoy percibiríamos mucha más libertad. Así, las opciones políticas separatistas competirían en pie de igualdad con los demás y veríamos su auténtica realidad. ¡Bah! Pero esto es como llorar por la leche derramada. Como tantos se han ocupado en hablan bobaliconamente, o con maldad, de paz y paz y más paz... ¡Era la libertad, necios! Y en el País Vasco y en buena parte de Navarra han enterrado la libertad. Bien hondo, donde la sangre de 850 víctimas que han rentado a la banda que las mató, de pistola y de escaño.

26 octubre 2013

HAY QUE SEGUIR APLICANDO LA DOCTRINA PAROT
Diario de Navarra, 26.10.13

Al margen de la adhesión de España al Convenio Europeo de Derechos Humanos, nuestra última instancia judicial sigue siendo el Tribunal Constitucional. En este sentido, existen precedentes de no aplicación de sentencias del Tribunal Europeo de Derechos Humanos cuando colisionan con la legislación de un país. Además, resulta que en España se incumplen leyes de nuestros tribunales y no pasa nada porque lo hacen políticos desde sus instituciones, ¿y resulta que tenemos que tragar con esta? A otro perro con ese hueso.

La doctrina Parot consiste en algo tan lógico y justo como que se le apliquen al recluso reducciones de su tiempo de reclusión tomando en cuenta cada una de sus condenas, no el periodo máximo legal de reclusión de treinta años. Algo de cajón, pues se le condenó a cientos de años, no al límite legal de treinta años: ese límite no es su condena sino el máximo tiempo que va a estar entre rejas. Antes de tal doctrina estos terroristas cumplían la condena de una manera absurda e injusta. Se otorgaban al reo reducciones de tiempo de reclusión -muchas veces por hacer macramé o matricularse en una universidad que luego les regalaba el título- tomando como base de cálculo los treinta años del límite legal que, hay que insistir, no es la condena. El resultado: daba igual matar uno, dos o ciento, en pocos años a la calle. Así, creo que nada, ni legal ni moralmente, obliga a España a cumplir la sentencia de Estrasburgo. Al contrario, la Justicia demanda obviarla y seguir aplicando la doctrina Parot.

Por otra parte este lamentable espectáculo se lo debemos a políticos que, desde la Transición hasta 1995 -año en el que se alumbró un nuevo Código Penal-, en lugar de luchar lisa y llanamente contra la ETA en un marco legal en mejora continua, se dedicaron a no dejar de toquetearse con la ETA, a negociar, ocultar a las víctimas del terrorismo, montar un GAL (para obligar a la banda a sentarse a negociar, que tiene narices la cosa) que, a su intrínseca abyección, se añadió la corrupción en el manejo de fondos públicos... Y así. Pero a ninguna de esas lumbreras se le ocurrió reformar a tiempo el Código Penal que dejó Franco. Si lo hubieran hecho no contemplaríamos hoy este espectáculo en Europa que, a nadie le quepa duda, ha sido propiciado y azuzado por la negociación de ZP con la banda terrorista ETA. ¡Pero si uno de los jueces del TDH lo mandó él allí!

Proceso negociador que -lo diré mil veces- contó con el plácet de Mariano Rajoy allá por 2007 y antes por el PNV: ese es el tripartito de la vergüenza. Y es que a la ETA -¿y al PNV?- se le prometió tumbar la doctrina Parot durante las negociaciones con el gobierno ZP. Dicho y hecho. Visto lo visto me cuesta mucho pensar que el presidente Rajoy vaya a hacer nada -¡qué novedad!- en la línea de lo que muchos proponemos legítimamente: no hay por qué aplicar lo dicho por el TEDH. Por Justicia hacia las víctimas que lo fueron porque nos atacaban a todos los españoles. Víctimas que venimos perdiendo siempre: acosados, asesinados, mutilados,  derrotados por la banda en los años de plomo, en los del algo habrá hecho, en los años del no existir. Y, tras un breve respiro gracias al Pacto Antiterrorista, derrotados ahora por los que suponíamos, tonto de mí, que eran "los nuestros", PSOE y PP. Mientras, el mundo etarril danza.

Va 2013 muy avanzado. Tenemos a octubre más que mediado y, antes de que nos demos cuenta, diciembre asomará la nariz. Aún recuerdo a Rajoy contándonos en televisión los 47 kilos de peso que tenía hace año y medio el ya entonces moribundo Bolinaga, secuestrador y torturador etarra. Pues vaya contando días, don Mariano, porque lo mismo le va alcanzar el tiempo para mandarle el turrón.

18 septiembre 2013

LOS ULAYAR Y LA IDEA DE ESPAÑA, por Hermann Tertsch - ABC, 17.09.13


EL sábado de la pasada semana, el pueblito navarro de Echarri Aranaz fue escenario de una bella escena. En un precioso día soleado de las postrimerías de verano, un pequeño grupo de amigos llegados de fuera, con algún niño, pintaban la fachada de una casa. Cuando terminaron lucía en un azul tenue. Después posaron sobre ella un sinfín de manos con pintura blanca. Más que una lavada de cara de la casona, era aquella pintura fresca azul con manos blancas el retorno de la nobleza a ese pueblo castigado con el permanente envilecimiento por la historia de este medio siglo de crímenes, de silencios cómplices, de cobardías y de olvidos culpables. La pintura azul borraba una vez más palabras de odio contra los propietarios y contra España. Con su «Gora ETA militarra». Una vez más habían llegado los cómplices de los asesinos a dejar sus siniestros lemas y garabatos en la fachada. Pero una vez más habían llegado después los dueños a dejar claro que existen y que todos los brutales intentos por hacer desaparecer su huella en la aldea de sus mayores fracasan. Había llegado a limpiar la fachada de infamias. Pero ante todo a llenar de coraje y dignidad esa casa, esa calle y esa aldea con su mera presencia, la familia Ulayar.

La vida en Echarri Aranaz está marcada por la tragedia de esta familia, por el crimen que delante de aquella casa segó la vida del padre, Jesús Ulayar, el día 27 de enero de 1979. Los asesinos fueron capturados y condenados. Nunca cumplieron toda la condena y una vez liberados, fueron recibidos con fiestas y supremos honores en el pueblo. Hoy los asesinos son todos hijos predilectos del pueblo. Echarri Aranaz es un pueblo en manos del poder emanado del crimen y del miedo. Es uno de los casos más trágicos y sangrantes, más ofensivos, de un destino tristemente común, la ausencia de España de miles de pueblos españoles. De los que el Estado y su mensaje de unidad, libertad y ley, se batieron en retirada. Ante la indiferencia de la sociedad española, indolente, consumista y deseosa de olvidar un pasado franquista de nula gloria para esa mayoría que se pretendía antifranquista. La gran mentira de la España postfranquista como enfermedad nacional. Pero España no se retiró sólo del País Vasco. Con la educación en manos de los nacionalismos se entregó a los enemigos de la idea de España su arma más eficaz. También en Cataluña. Y así crecieron los organismos volcados en la promoción del odio a España, su ridiculización, al desprecio e ignorancia de la historia común. España ausente de sí misma, mientras el enemigo borra las huellas de su omnipresencia multisecular.

Dicen algunos que todo está perdido. No tiene que ser así. Los Ulayar existen. Por todas las tierras de España. Quien niegue la españolidad de Echarri Aranaz siempre se topará con ellos. Y si España, si sus gobernantes cumplen con su deber de retornar a todo su territorio, encontrará a millones que, tras décadas de miedo y silencio conveniente, sí quieren volver a defender el ideal racional de libertad y convivencia que es la Patria Grande. Los Ulayar han resistido y se han enfrentado siempre tanto a los enemigos de España como a quienes por cobardía, ideología o comodidad traicionaron su juramento. Los Ulayar de todos los rincones de nuestra geografía quieren pintar sus casas de nuevo. Volver a la verdad, histórica y cotidiana, acabar con el miedo, la mentira y la afrenta. Pero necesitan que antes y a través de sus instituciones, España, se haga presente y vigente.

Regreso a Etxarri Aranatz, por Maite Pagazaurtundúa Ruiz - Diario de Navarra, 15.09.13

La niebla envuelve el valle y desde el alto de Lizarraga parece un mar de nubes. Huele a otoño. La Sakana es dura y hermosa. La entrada al pueblo está anunciada por tres mástiles que portan tres grandes banderas: la de Navarra, la de Euskadi, y una, rescatada del pasado para jugar al mito. Esta es la que más ha gustado al mundo de ETA en los últimos años: una bandera de fondo amarillo con un águila negra, conocida como arrano beltza –‘aguila negra’ en lengua vasca-. El pueblo dormita en sábado, algún bar está abierto, los tenderos hacendosos sacan el género fresco en alguna tienda de comestibles.

El fetiche del águila negra que nos ha recibido va ligado a la historia también más oscura, la de la educación en el odio a los niños y niñas en las últimas dos generaciones. Es el signo de una idolatría fanática en llaveros, pegatinas, pendientes, camisetas, cuadros, pinturas y enmarcada una o cien veces en cada uno de los locales sociales y bares donde han sido adoctrinados y reclutados....Los fetiches y las consignas les han ayudado a deshumanizar, acosar y asesinar sintiéndose héroes y víctimas, nunca responsables de sus actos.

Vuelvo a Etxarri Aranaz para acompañar a los Ulayar nueve años más después de cuando nos convocaron para entrar caminando en su pueblo. Fue en el año 2004, 25 años después del asesinato de su padre, Jesús, en 1979. Todos los asesinos de ETA que cumplían condena, entre ellos, Vicente Nazábal, el asesino de Jesús, fueron declarados hijos predilectos del pueblo. Es, sin duda, un extraña singularidad local. Ellos, los Ulayar, tuvieron que ir abandonando el pueblo.

Caminamos entonces, en 2004, en medio del vacío ambiental, hasta la sencilla casa donde crecieron y junto a la cual asesinaron a su padre en presencia de un niño de 13 años, uno de sus hijos. Pintamos entonces la pared de la casa de azul cielo, como un acto de reparación y desagravio y estampamos nuestras manos con pintura blanca porque nosotros no matamos. Las manos permanecían esta mañana allí, ajadas, pero sobre ellas han aparecido hace pocos días tres nuevas pintadas de los fanáticos de la patria vasca. Una llama a seguir matando hasta conseguir sus objetivos políticos; otra reivindica a ETA militar, indicando literalmente “¡ETA y nada más!” y la tercera muestra la alucinación histórica al indicar “conquistadores españoles fuera”.

Un puñado de amigos hemos acompañado hoy a la familia Ulayar. Se nos han unido algunos de los vecinos justos de Etxarri. Antiguos pacifistas que también sufrieron amenaza de muerte por rechazar los asesinatos de ETA. Hemos repintado de un azul esta vez más claro –por azar- la pared, con la leve interrupción de una voz anónima que ha gritado malhumorada a distancia un “ya os vale” cargada de rencor. ¿De qué nos vale?¿de estar vivos acaso, de haber sobrevivido física y moralmente a la persecución?¿de indicar con nuestra presencia que el alma social de Etxarri Aranaz no se quiere asomar al espejo de su insensibilidad y crueldad?

Cuando ha secado la pintura, hemos vuelto a imprimir las manos blancas con emoción contenida, con el respeto debido a la dignidad humana vulnerada y ofendida tan profundamente en ese lugar, dejando un par de franjas con las manos blancas de entonces, como rastro geológico de nuestro compromiso frente a la infalible falta de ética y de decencia de los líderes locales que, como poco, han intoxicado de odio, de fanatismo y de violencia a los chicos que están orgullosos de la herencia de muerte.