Escapar

<b>Escapar</b>
El 27 de enero de 1979 tu sangre y la lluvia mojaron nuestra acera

29 julio 2011

Socialistas y populares ante su responsabilidad

En la Transición se planteó nuestro sistema autonómico con la beatífica idea de integrar a los separatistas de País Vasco y Cataluña, que además vieron reconocida en Cortes una representación, y por tanto un poder, desproporcionados. Les dimos la llave, soga para ahorcarnos. Conscientes de las debilidades de nuestro sistema, no han dejado de tirar y tirar. Con el concurso de los mendicantes partidos dizque nacionales, no han dejado de centrifugar España, en atinada expresión de Felipe González. Un notable momento de paroxismo en nuestra estupidez nacional fue el protagonizado por el presidente Zapatero en sede parlamentaria, cuando dijo que la nación es concepto discutido y discutible. En favor, claro, de los separatistas. Transmitió el claudicante mensaje de que apear a España de su consideración nacional no tenía importancia. Mientras, los secesionistas no han hecho otra cosa que lanzar el mensaje contrario en referencia a sus inventadas naciones. Ahí sí era importante. Incluso para el propio ZP. Tanto que iba colocando proclamaciones nacionales en estatutos de comunidades autónomas, denominación esta que es un invento destinado a no llamarlas lo que son, regiones. Pero el asunto de lo (anti)nacional y su significado tenía un impulsor poderoso, un virus del que se contagió a nuestra Constitución cuando le inocularon en el texto el palabro “nacionalidad”, aquella gansada claudicante para contentar a los de siempre. Para que así y ahí pararan. ¡Ja! Como con lo de llamar a algunas comunidades “históricas”. Parece que el resto de España, a despecho de la realidad, no tuvo historia. En fin. Este tipo de concesiones no valieron de raya al separatismo. Además a la banda terrorista ETA, vanguardia sangrienta del secesionismo, sí, que mató a 850 españoles para forzarnos a todos los demás, se les viene permitiendo estar en las instituciones, cobrando una pasta mes a mes con la que pagamos la propaganda, la bala y la bomba. Se ha remunerado y legitimado el asesinato como herramienta política. Y lejos de rematarla, gracias a ZP, esa bicha que tantos nos mató nunca ha tenido tanto poder político y económico como hoy. Total, que para contentar a los incontentables hemos dedicado décadas ha confeccionar y asentar un puzle nacional infumable, además de irrespetar a nuestros muertos, a nuestra nación.

Puzle carísimo que los curritos no podemos sostener en su actual configuración. Menos aún desde las listas del paro. Ha bajado el nivel del agua y ahora sabemos que nadábamos en pelota. ¡No éramos tan ricos como para ser tan dispendiosos! Puzle cuyas piezas, sobrecargadas de políticos profesionales y mamandurrieros alfombriles, no cesan de disputar agriamente. Convertidas en estaditos con banda de música, parlamentito promulgando abundante norma distinta de la comunidad vecina, defensorcito del pueblito, institutito meteorologiquito, televisioncita y un etceterita de lastimosa, costosísima longitud económica donde además emboscar algunos propios. Todo a mayor gloria de la nacioncita de turno, cuyo patriotismito a veces recuerda a aquel “refugio de los miserables” de Lord Acton. O miserablitos, mejor dicho. Algún lector pensará, tal vez con razón, que argumento con trazo demasiado grueso. No lo sé. Pero estas cosas están en la calle, en las preocupaciones de cada vez mayor número de ciudadanos. Parece innegable que España necesita, necesitamos, que le den una vuelta. Y que hay dos partidos, PSOE y PP, que tienen la gravísima responsabilidad de alcanzar un gran acuerdo nacional que ponga algunos remedios en esta corrala. ¿Qué tal tras las recién convocadas elecciones? Es cuestión de altura de miras, generosidad y algo de lógica. De patriotismo verdadero. Conforme termino de teclear reparo en que el panorama político, los dirigentes partidarios... empujan de cabeza al pesimismo y me digo que acabo de escribir una carta a los Reyes Magos. Doloroso país. Pero la esperanza, ¡ah!, es difícil de matar.

27 julio 2011

Verdad y patriotismo - Diario de Navarra, 22.07.2011

Alfredo miente y banaliza la traición del Faisán. Repite que, al cabo, los implicados en la frustrada operación terminaron detenidos al mes y medio. Se calla que no fue gracias a él, sino a los jueces Marlaska y Levert. El chivatazo machacó el trabajo policial de muchos meses, que hubiera asestado un mucho mayor golpe a la ETA. También impidió la detención del peneuvista Gorka Agirre, implicado. Casualmente la víspera de cuando su líder, Josu Jon, visitó a José Luis, para mostrar su apoyo a la negociación. Alfredo, la faisanada proporcionó 54.000 euros a la banda que ayudaron a financiar el asesinato de Palate, Centeno, Trapero, Carrasco, Piñuel, Conde, Uría, Puelles, Sáenz de Tejada, Salvá y Nérin. No sé si se le aparecerán en sueños. Debieran. Cuando el “todo vale” entra por la puerta la decencia y el Estado de Derecho salen por la ventana. En el Faisán y en el GAL. Delinquiendo en favor de los matarifes mediante traición, o matándolos. Incluso a quienes no lo eran. Ambos asuntos parecen lo uno y su contrario. No tanto. Son caras de la misma moneda: el “todo vale”, hermano de la mentira y la corrupción. Enemigo de la verdad. En ambos encontramos a Alfredo negando o justificando lo increíble. ¿Cómo no creer que desde el presidente hasta la ya encausada cúpula policial están todos enmerdados? Tal felonía no la hacen por su cuenta un agente o un jefe policial. Ni tampoco un ministro. En 1997 la conmoción por el asesinato a cámara lenta de Miguel Ángel Blanco alumbró el espíritu de Ermua, que amenazaba con llevarse por delante al separatismo. En 1998 PNV y EA nos traicionaron en Estella con la ETA. En 2000, tras la mayoría absoluta de Aznar, dato nada menor, comenzaron años de traición entre socialistas y la ETA. Mientras, sin mayor escrúpulo, se firmaba el Pacto Antiterrorista. Todo vale. Pero no vale. La política en general y en este asunto en particular, debe ser moral y necesita mucha verdad en su base. O es corrupción. Gran parte del espacio público es un lodazal. La verdad dejó de importar suficientemente y la corruptora mentira se asume como engrane del sistema, llegando a percibirse como un metasistema que hace (mal)funcionar la política. El papel de Alfredo es acabado ejemplo de esta lacra.
 
Sin compararlo con la faisanada, pues son de todo punto incomparables, tampoco Mariano dice suficiente verdad. ¿No puede, no quiere o son ambas cosas al tiempo? No cuenta su pacto de 2008 con José Luis en materia terrorista. No define si tras su previsible victoria de 2012 seguirá pagando en el zoco de la antiespaña, o si planteará al PSOE ese gran pacto que necesitamos los españoles. ¿Será imposible ese vital acuerdo con verdad? ¿Incluso de gobernación? ¿Se seguirá dando la espalda al sentir mayoritario de los españoles? Durante años, de la mano del separatismo, se ha despreciado y devaluado nuestra conciencia de nación, concepto discutible para José Luis; pero imprescindible para el pacto y la solidaridad, que no sopa boba, entre regiones, así como entre españoles de diferente ideología. No con la ETA, el enemigo. La necesaria verdad transita difícilmente en política y como remedio precisamos liderazgos sólidos, coherentes, con honradez intelectual. La sedienta ciudadanía los secundaría. Es imposible adecuado remedio para el secesionismo a nivel regional en Navarra o el País Vasco. Cierto que España entera sufre el problema, pero tan cierto o más es que aquí sufrimos la falta del referido gran pacto nacional, de patriotismo español. El freno a la amenaza que para Navarra suponen el separatismo y su terrorismo no está, que también, en el caserón del Paseo de Sarasate, sino en un hemiciclo sito en la Carrera de San Jerónimo S/N, 28014 Madrid.

04 julio 2011

Incoherencias inquietantes
Diario de Navarra, 03.07.11 - Libertad Digital, 04.07.11


El PSN con  UPN en el Gobierno Foral. Con Bildu en Larraga.
Gente de sólidos principios "grouchomarxistas".
El Congreso de los Diputados que votó negociar con asesinos y que no ha tenido a bien desdecirse, organiza un homenaje anual a los asesinados. Toma coherencia. Lamentable fue el de 2010. Siniestro el de hace pocos días. El Tribunal Constitucional, politizado hasta el escándalo por las cuotas partidarias, se arrogó funciones que no le corresponden. Tiró a la papelera pruebas con las que el Supremo sentenció que BILDU es un manejo de la ETA para colarse en las instituciones y les franqueó el paso. Negocian, manipulan lo sagrado y luego te dan un homenaje. La inmensa mayoría de asociaciones de víctimas no acudieron. Sí lo hicieron algunos ingenuos, más las impulsadas por Peces-Barba con el fin de dividir a los colectivos. Llamativo lo dicho por Manjón: no encontró razones para no acudir. Con motivo del 11M, matanza terrorista cuyo esclarecimiento en puntos clave nada importa a la corrección política, Manjón lanzó en 2004 su temprana conclusión de que Aznar es un asesino. Y se lo llamó a gritos. Pero nunca ha gritado tal epíteto a los batasunetarras. Ni ha asistido a protestas contra la negociación con la banda. Llegó a poner en duda las historias que víctimas de la ETA le contaron sobre los años de plomo. A Otegi, “el gordo” en el argot, y a su pandilla no les grita. Pero a Aznar, a quien quiso matar la ETA para amedrentarnos a todos, a quien hizo un espléndido trabajo contra la banda, a ese sí. Coherencia. En el mínimo acto de la Carrera de San Jerónimo Bono negó la palabra a los dizque homenajeados, redondeando así su infumable carácter. Ante las evidentes y evidenciadoras ausencias de las víctimas, la tercera magistratura del Estado repuso que no fue el Congreso el que legalizó BILDU. Gracias a que el edificio de la alta institución amortigua el sonido a base de tapices y moqueta, las carcajadas provenientes de las sedes pro-etarras no llegaron a resonar en el hemiciclo.

En Navarra levanta ilusiones el entendimiento entre UPN y PSN para la gobernanza. No seré yo quien reste optimismo, por descontado. Pero ello no está reñido con la aconsejable costumbre de mantener los ojos abiertos. Los motivos expuestos por los socialistas para no acordar un gobierno alternativo, se resumen en que BILDU no pide la disolución de la ETA. Si mañana lo verbaliza incluso con falsedad y sin arrepentimiento, ¿pelillos a la mar y marcharían de su brazo junto a NaBai, coalición con la que dijeron compartir lo gordo del programa? Alguien dirá tal vez que esas son estrategias y tal. Nos acostumbramos a que la simulación y en ocasiones directamente la mentira, sean plenamente aceptables. Pero hay cosas con las que no se debe jugar. Es preciso reivindicar el valor político de la verdad, que obliga a la coherencia, esa espléndida pedagogía. Si uno lee el acuerdo que el PSN que gobierna Navarra con UPN ha alcanzado con BILDU en la localidad de Larraga... da para pensar. Los socialistas intentaron quitarle trascendencia declarando que en el pueblo no iban a hacer “política”. ¿Qué cosa será eso según ellos? El referido “ACUERDO DEL PSOE-Bildu en Larraga (2011-2015)”,presumiblemente impregnado del antedicho propósito de no hacer“política”, arranca con ¡nítidas declaraciones políticas! Amén de denunciar, sí, el PSN, la conculcación de un derecho falso: vivir en euskera. La idolatría idiomática. Y el programa de BILDU, del que les pongo una perla, resulta esclarecedor. Dicen los angelitos: “Por ser abertzales y de izquierdas nos desalojaron de los Ayuntamientos (sic). (…) No hemos cambiado. Nos presentamos siguiendo nuestra trayectoria...” y tal. Confesión de parte. Oiga, y siniestramente coherente.